Cap. 24

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Era casi el mediodía cuando Jane caminaba por los corredores de la universidad. Miraba cuidadosamente entre el tumulto de personas, en busca de una singular cabeza castaña rizada. La razón era que, después de una larga noche de reflexión, había despertado con un nuevo propósito en mente.

Dejar de ser una cobarde.

Encontraría a Harry y ambos hablarían tal cual personas civilizadas. Aún no sabía que le diría o como empezaría la conversación, lo que tenía bien claro era que debía ser sincera con Harry y él lo sería con ella. Tan fácil como parecía, hasta ahora no estaba teniendo éxito en su objetivo, ya que aún no lograba encontrar al muchacho.

Y ahora que lo pensaba, en lo que transcurrió de día, no hubo señales de Harry. Ni siquiera en la mañana, cuando después de hablar con Cassie y serle sincera en cuanto a su vida los últimos días y ella le hubo regañado mostrándose molesta para luego abrazarla y terminar haciendo las paces con ella. Tampoco cuando Niall pasó por ellas para ir a la universidad, por primera vez, solo.

Eso era algo muy raro.

Cansada de estirar el cuello por todos lados, decidió cancelar su búsqueda y emprender camino a su siguiente clase  mientras se preguntaba  si su inesperado encuentro del día anterior  había causado sentimientos de molestia en Harry y por ello no quería verla ni en pintura, aunque eso significara faltar a la facultad.

Pensó entonces qué él no era esa clase de personas que se esconden y superan solos su resentimiento (Como ella misma hacía), mucho menos creyó que fuese tan importante para Harry como para ser la causa de su inasistencia. Entonces un pensamiento a la llevó a otro, dejándola cavilando con la excusa más obvia. Probablemente Harry había  recapacitado y se había cansado de ella yéndose en busca de alguna rubia de piernas largas que dejara a un lado los rodeos, para luego pasar con ella la noche.

Ese pensamiento solo le dejó un pequeño desaire en su interior, que de pronto la hizo sentirse un poco tonta.

Con su chispeante aura opacada por un nuboso gris, entró al aula número 207, donde el profesor correspondiente esperaba por sus alumnos para comenzar con la cuarta materia del día.

***

Media hora pasó desde que el profesor Kennan comenzó su clase, desde entonces Jane se concentraba en copiar los apuntes anotados en la pizarra acrílica, apartando a un lado todo lo relacionado con el chico de pelo rizado, por lo menos durante ese rato.

De un momento a otro la puerta principal se abrió revelando a la persona que menos esperaba.

El rubio leyó en voz alta una nota, en la que según él, decía que la directora necesitaba la presencia de Jane en su oficina.

El profesor Kennan que permanecía más dormido que despierto en su escritorio, acomodó sus gafas antes de asentir dándole a una confundida Jane el permiso necesario para recoger sus cosas y salir con Niall.

‘’¿Para qué me necesita la directora?’’ preguntó Jane, cuando Niall la tomó de la muñeca casi arrastrándola por el pasillo.

‘’Para nada’’ respondió el aumentando el ritmo de su trote. Algunas personas pasaban a su lado mirándolos confundidos, pero él no se detenía.

‘’¿Entonces para que me sacaste del salón?’’ reclamó ella, su voz salió más fuerte de lo que quiso. Casi pide disculpas por hablarle de esa manera, pero ya era muy tarde puesto que el muchacho paró en seco para mirar de frente a Jane.

‘’No preguntes, ¿Si? Debemos irnos, ahora’’ espetó con las mejillas encendidas, claramente molesto.

Jane se intimidó un poco, pero no  rezongó cuando de nuevo la tomó por la muñeca, para posteriormente correr por todo  el lugar, hasta que por fin consiguieron el estacionamiento y por supuesto el auto.

Niall le señaló la puerta a la muchacha, ella con cuidado abrió la puerta del asiento trasero encontrándose a Cassie  que jugaba con su teléfono.

‘’ ¡Hola Jane!’’  Exclamó  despegando la vista de su celular con una sonrisa pegada a su rostro.

‘’ ¡Hola Cassie!’’ dijo esta vez más tranquila, para después deslizarse por el asiento de cuero.

Segundos después Niall cerró la puerta del auto y se internó en el. Apretó por unos segundos el volante con fuerza, parecía que trataba de controlarse.

y eso era justo lo que hacía.

Sus dos acompañantes se miraban desorientadas desde el asiento trasero. Niall dejó de hacer caras que denotaban su frustración y puso en marcha el auto.

Precedidos por un silencio, en el que Jane miraba nerviosa sus manos como si de pronto las articulaciones de sus dedos se hubieran vuelto muy interesantes, Cassie daba pequeñas miradas a Jane y luego Niall alternamente pestañeando repetidas veces.

Por un momento el auto paró, Jane miró a Cassie en busca de una respuesta a lo que ella le respondió solo con un encogimiento de hombros, Niall soltó el volante y levantó las caderas para tantear en el bolsillo trasero de sus pantalones un celular, cuando lo encontró tecleo rápidamente unas cifras bajo la atenta mirada de las chicas.

El auto se coló  de nuevo en el difícil tráfico londinense, Jane que mantenía su vista fija en la ventana, tragó saliva  y decidió preguntarle a Cassie hacia donde se dirigían.

Su amiga soltó una pequeña risilla, y hablando en susurros, para no distraer a Niall que hablaba o mejor  dicho se quejaba  a través del celular, le dijo que no sabía. Jane hiso una mueca y rodó los  ojos fastidiada.

Cuando Niall colgó la llamada, dio un golpe seco al volante haciendo que la bocina sonara de repente, asustando a las chicas.

Cuando el joven estuvo un poco más calmado  dobló en una esquina,  adentrándose en una urbanización de bonitas casas en tonos pasteles, Cassie que lo miraba perpleja se acercó a su oido y en voz baja dijo:

‘’ ¿Que es lo que ocurre Niall?’’  El joven no le prestó atención por unos momentos, hasta que se detuvo frente a una de las casas de aquel lugar desconocido para Jane, más no para Niall y Cassie. De un salto bajó del auto y le hizo señas a Cassie para que hiciera lo mismo. Ella sin rechistar abrió la puerta de su lado y dando saltos siguió a Niall.

Jane mientras tanto miraba por la ventana del vehículo como los dos hablaban, Niall hizo varias caras a la vez que gesticulaba con los brazos, finalizando su explicación al tomarse  su rubio cabello en sus manos.

Cassie frunció el entrecejo cuando lo entendió todo, entonces su sonrisa se borró de su cara a la vez que sus ojos se volvían de color cristalino. Jane supo que debía preocuparse. Cassie siempre sonreía y pensar en la forma en que su alegría desapareció tan abruptamente no hizo más que profundizar aquel hueco en su estómago.

Niall abrazó un momento a Cassie, antes de darle un beso en la mejilla, posteriormente sacando una llave de su bolsillo para abrir la puerta de la casa a su lado. Pero ella no entró solo se devolvió al auto para sentarse de nuevo en el asiento trasero, sin siquiera mirar a su amiga. Pasados unos minutos Niall volvió con un maletín que colgaba de su hombro. Apenas hubo entrado al auto, emprendieron marcha de nuevo, esta vez, Jane sentía la mirada de alguien puesta en ella, miró a su lado y efectivamente, Cassie la miraba con brillante compasión reflejada en sus ojos, que inmediatamente le trajo malos recuerdos, recién entonces fue consciente de que, aunque no sabía que pasaba ni hacia donde iba, fuera lo que fuera no era nada bueno.

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Walls ||En edición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora