Andando por los salones al finalizar la clase, el bullicio apagado de los estudiantes al salir de sus aulas se repitió en las paredes como la misma melodía de cada día a la misma hora, todas las tardes durante nueve meses del año.
Los cuadernos y lápices rebotaban en el bolso de la chica, casi tanto como las plantas de sus pies al andar por ahí moviéndolos rápidamente. No había más que unas cuantas personas en la tercera planta, ya que, la mayoría de ellos tenía sus últimos minutos de horario en la parte inferior del edificio.
Jane chequeaba los números de las placas de cada puerta, mentalmente, hallando las semejanzas con la cifras que le había dado un vocero en el receso, cuando le informó que el profesor Montgomery estaría entregando las notas de los proyectos del semestre antes de irse de reposo, por lo que la muchacha buscaba la sala de maestros justo junto al salón 44 de la planta número C.
Después de un rato, se halló a sí misma frente a la pieza de madera clara, tocando la puerta con el puño y entrando al escuchar el murmullo ahogado de la voz de profesor del otro lado de la puerta.
‘’ ¡Buenas tardes!’’ saludó, dio un pocos pasos hasta acercarse hacia el hombre sentado en el escritorio, quien, enzarzado en un suéter color vino tinto de punto, revisaba papeles por encima de las gafas sobre el puente de su nariz y posteriormente las ordenaba en carpetas, una de las cuales, extendió segundos después hacia la muchacha.
‘’ Tome, señorita Williams, que tenga buen día’’ pese al ligero tono tajante en su voz, creó una sonrisa gentil hacia ella, extendiendo con más énfasis la carpeta pálida. Jane la tomó y trató de imitar su gesto.
‘’Muchas gracias, ¿hay algo más que deba tener?’’ preguntó, arbitrariamente dándole un vistazo rápido a los rebordes blancos que salían por encima de la cartulina.
‘’No, el profesor a cargo se encargará de efectuar las últimas evaluaciones y anexarlas a ello’’ quitó la mirada de los papeles y se recostó en su asiento, volcando su cabeza a un lado, su mirada perdiéndose en un punto muerto como si recordara algo ‘’ Me gustaría haber cumplido mi labor como se debe, pero ya ves que la vida es impredecible… espero volver después de año nuevo’’ dijo y dejó a la vista el antebrazo escayolado más allá del codo que, hasta hace unos minutos, permaneció oculto bajo el escritorio. Jane se sintió mal por él.
‘’Así será’’ contestó ella ‘’Espero que vuelva pronto, profesor Montgomery, debo irme’’ murmuró, y afirmando la carpeta sin esperar respuesta alguna, se encaminó hacia la puerta reluciente bajo la luz del techo.
‘’Espere un momento’’ Jane volteó, con expresión cansina el hombre del otro lado de la sala se quitó las gafas hasta posarlas en el escritorio ‘’He tenido un día muy ajetreado y tengo entendido que usted y Harry Styles tienen un relación de suma… confianza ¿estoy en lo cierto?’’ puntualizó, bajo su mirada la peliazul se sonrojaba por el adjetivo usado y murmuraba un sí lo más claramente posible ‘’ Muy bien, pues, necesito que le entregues esto por mí, por favor’’ añadió, entonces se estiró en su asiento, buscando entre los folios hasta dar con una carpeta de diferente color de etiqueta, ya que, de forma que fuera más fácil identificarlas, cada año universitario tenía una marca de color. La carpeta de Jane tenía una color naranja y, la de Harry, era de color rojo.
‘’ ¿Podrías? ‘’preguntó.
Jane confirmó y tomó la carpeta extendida. En ese momento, automáticamente repitió la tarea hecha con sus pertenencias, miró las hojas unos momentos por pura costumbre, sorprendiéndose un poco con sus calificaciones y, a la vez, sintiéndose culpable por ser tan curiosa y por impresionarse con la notas del chico.