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Jane se levantó un poco tarde en la mañana, casi volando entró a la ducha, se bañó, se vistió y como último paso se encontraba peinando su cabello azulino en la puntas, por fortuna el peine se deslizó fácilmente por su larga melena ondulada, sin embargo este aún parecía muy mojado por lo que volvió al baño para secar su cabello con secador en mano.
Minutos después salió de allí oliendo a perfume y con el cabello completamente seco. Se colocó sus zapatos rápidamente y escogió un abrigo medio grueso, ya que a diferencia de ayer, el cielo grisáceo cubría gran parte de Londres.
Un suspiro se escapó de sus labios. Solo recordar el día y noche anterior lograba que las mariposas salvajes despertaran y la alegría revoloteara en su estómago. ¿Pero es que como no podría estarlo? Si ayer había pasado una hermosa tarde y noche con el chico de pelo rizado, después de ver el atardecer él la llevó a comer a un restaurante italiano, allí hablaron y rieron de varios temas triviales pero ella seguía queriendo saber más de él, sin embargo pensaba que las cosas se irían descubriendo como el tiempo y ella no podía estar más contenta con ello. Parecía como si de pronto el Harry arrogante desapareciera y en su lugar un Harry gracioso y parlanchín riera contando anécdotas divertidas.
Pero ese era otra historia, así que mejor se apuraba si no quería llegar tarde a sus clases, de todas maneras ayer había perdido sus dos últimas horas.
Arrastrando su bolso, procedió a ir a la cocina. Las mariposas no alimentan a los humanos, eso le quedaba claro.
Llegó a la cocina-comedor casi tropezando al dar un traspié, lo que llamó la atención de Cassie, ella al ver a su amiga no pudo hacer más que quedarse observándola con los ojos abiertos y una sonrisa surcándole el rostro.
‘’Woah, chica ¿Qué ha pasado?’’ preguntó su amiga con tono bromista.
‘’¿Por qué lo preguntas? ¿Tengo algo en la cara?’’ inquirió tocando su rostro, ante la inquieta mirada de su amiga.
‘’Si, tienes algo allí, pero no creo que sea algo malo’’ le contestó aún con una expresión entre asombro y picardía en su rostro.
Jane suspiró tranquila, aunque todavía quería saber de que hablaba Cassie.
‘’ ¿Qué es?’’ preguntó más confundida, pero aliviada de que no fuera algo malo.
‘’Siento como si me hubiera perdido de gran parte de tu visa estos últimos días’’ murmuró dolida revolviendo la taza de café con una pequeña cucharilla ‘’tienes los ojos muy brillosos y una sonrisa muy brillante. Me pregunto que habrá pasado para que estés así de contenta’’ continuó diciendo.
Un rubor ligero e instantáneo cubrió las mejillas de Jane, cuando entendió el rumbo de la conversación.
‘’No ha pasado mucho, pero tal vez tenga algo que ver con mi estado de ánimo’’ dijo moviendo sus manos nerviosa.
‘’ ¡Lo sabía!’’ dijo dando un pequeño salto para tomar asiento a un lado de la barra americana’’ ¿y, me vas contar o no?’’
Jane suspiró y se preparó mentalmente para contarle. Apenas comenzaba a modular las primeras palabras, cuando su celular sonó y vibró en su bolsillo trasero, lo tomó, antes de revisar el indicador de llamada.
Liam.
Decía la pantalla iluminada con el fondo de una hermosa foto de Liam y ella haciendo caras raras a la cámara. Sin pensarlo sonrió y se despidió de Cassie bajo la promesa de hablar más tarde.
