Cap.30

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Termino de calzarse los botines  de color negro, y ató las agujetas al final con un nudo, se levanto del borde de la cama y  se miró en el espejo. Estaba usando la ropa  que había comprado el día anterior, debía admitir que se sentía un poco rara, más no incomoda, solo extraña en aquellos pantalones ajustados y la camisa de cuadros rojos con otra de color negro liso debajo. Siendo descrito parecía algo sumamente masculino, pero a ella le quedaba bastante bien, sin duda un estilo bastante grunge pero hermoso también.

Y lo que era importante: Le gustaba.

Ahora con su cabello azul, se dijo que parecía la sirenita. Rió recordando eso ultimo, y se dispuso a salir de allí llevando su bolso consigo.

Ah y su abrigo, por supuesto.

Hoy visitaría a su tía Terry, estaba nerviosa, tenía como un mes sin verla y se culpó mentalmente por olvidarse así de su familia, además ahora llegaría un poco cambiada y con cabello azul a visitarla.

¿Qué diría su tía de aquello?

Sabía perfectamente que su tía era comprensiva, no era esa clase personas que juzgaban sin piedad, por eso la admiraba tanto y eso se obligó a pensar mientras salía de casa cerrando  la puerta su paso.

Afuera, su Honda Civic esperaba por ella, probablemente Cassie estaría dormida, por lo que escribió un mensaje de texto avisándole que no estaría en casa, era temprano y quería aprovechar el día con su tía, aunque eso sería una sorpresa para ella.

Cuando estuvo segura de que el mensaje fue enviado, se acomodó en el asiento e introdujo la llave en el contacto, el motor rugió vigorosamente y entonces arrancó.

                                                                                   ***

La fachada de la casa de su tía lucía  prácticamente igual, ligeras modificaciones le hacían sentir como si hubiese vivido allí en otra vida. Paredes de ladrillo y detalles de marcos de puertas y ventanas en blanco apelando a la sencillez y el buen gusto de su tía.

Apoyada en el costado de su auto con el césped verde rosando la dura superficie de sus botas, y viendo a las flores coloridas del porche resplandecer bajo el sol. Nerviosa, caminó por el sendero de terracota que llevaba a la puerta, en solo tres pasos subió los escalones y finalmente, tomando un respiro antes de hacerlo, presionó el resaltante botón justo al lado de la puerta.

El característico sonido del timbre hogareño resonó un segundo. La puerta se abrió rebelando a una criatura de ojos traviesos y cabello color azabache. Era Joshua.

-Woah- se dijo Jane, se iba un mes y su primo ya parecía todo un hombrecito.

‘’Disculpa ¿Qué necesitas?’’ dijo el pequeño educadamente, ella sonrió y confirmó su hipótesis, Josh no la reconoce, así que culpa de ello al color azul en su cabello.

Antes de que siquiera diga algo, se escucha el grito de Terry desde el interior de la casa, ella  pregunta  por quien está ahí, y al ver que  el niño solo está parado a un lado de la puerta se aproxima hasta ella.

‘’ ¡Josh! cariño,te he dicho que no abras la puerta si no sabes quién es’’ ella llega hasta ellos, regaña al niño como la típica madre preocupada, recién entonces su mirada recae en Jane que silenciosa contemplaba la escena.

‘’ ¡Jane!’’ grita. La susodicha ríe feliz porque su tía la haya reconocido y también por su entusiasmo.

‘’ ¡Tía!’’ ella saluda de la misma manera, Terry seca sus manos con el paño de cocina que lleva en su mano y la invita a pasar.

Walls ||En edición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora