Un sonido parecido a un pitido fue la razón por la que desperté esa mañana, en realidad, fue eso y los siguientes después de él que provocaron que mi sueño desapareciera tal cual neblina al salir el sol de la mañana.
Pronto descubrí que la insistente melodía provenía del celular de Harry, ubicado en la mesilla de noche contigua a la cama. Froté mis ojos y parte de mi rostro tratando de desperezarme, luego de eso pude tratar de despertar a Harry.
Reí interiormente cuando intenté apartar su rostro y el muchacho rezongó, lamiendo su labio inferior y apretándome más contra si, en el proceso, su cara quedando mal ubicada entre mis pechos.
‘’Harry’’ murmuré, apelmazando los rizos sobre su cabeza, dándome cuenta de que fracasaba en el intento cuando él solo negaba repetidamente entre uno que otro balbuceo.
El celular dejó de sonar y, por un momento creí que, por lo menos, ya no tendría motivos para despertarlo, sin embargo, cuando me dispuse a descansar mi cabeza sobre la almohada una vez más la melodía volvió con insistencia.
Estiré mi brazo lo más que pude sobre la cabeza de Harry para tomar su teléfono, hecho eso, le dije que su celular sonaba y que debería despertar, y aunque tardó un poco en hacerlo, por lo menos habló cuando puse el aparato en su oreja justo antes de que él lo tomara por su cuenta.
Se sentó en el borde de la cama, aún vestido sus músculos se descomprimieron bajo la camiseta de algodón, se apartó el pelo de la cara estando de espaldas a mí, y habló brevemente por el celular antes de lanzarlo a la cama y dejarse caer vencido hasta al acolchado de nuevo, la sonrisa nunca dejó su cara en el proceso.
‘’¿Tienes algo que hacer hoy?’’ él preguntó y yo negué.
‘’Nada importante, de todas maneras necesito terminar varias cosas de la universidad’’
‘’Yo igual. Pero ahora si tenemos algo que hacer’’ él dijo y se estiró sobre la cama, su brazo rozó el mío antes de que el muchacho se apoyara en él para llevarme hacia su pecho.
‘’ ¿Qué?’’ pregunté, mi nariz rozaba la suave tela que cubría su torso y su collar.
El metal frío de su piercing tocó mi frente justo antes de que el hablara.
‘’Al parece tenemos una fiesta en la piscina a la cual asistir’’ explicó y eso fue suficiente para que me emocionara. Viviendo en Londres, una de las ciudades más conocidas por la carencia de calor en su clima, que te inviten a una piscina es algo que solo puedes hacer cuando la temperatura no es tan elevada, y ese día, a pesar de que el invierno estaba entrando, el tiempo parecía querer ayudarnos.
‘’Vayamos entonces’’ respondí abrazándome más a su cuerpo, esperando tener un poco más de tiempo para salir de la cama.
***
Abastecidos con solo un bolso lleno de ropa extra y protector solar salimos de casa, el sol calentó mi piel pálida con sus rayos, por primera vez, siendo reconfortante un día de calor entre tanto frío. No nos había dado tiempo de desayunar, por lo que, en cuanto el auto se puso en marcha, nuestro primer destino y parada fue en una cafetería del centro a por unas tazas de café y pasteles de queso crema y jamón, luego de eso, nos dirigimos a la segunda parada obligatoria, la pizzería, donde compramos las tres pizzas familiares que llevaríamos a la piscinada con los chicos, recién entonces, tomamos el camino de nuevo y nos dirigimos a la que, según Harry me dijo, era la casa de los padres de Louis, que se la habían dejado a cargo al estos estar de vacaciones por un par de semanas.