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Teníamos ya un rato en la misma posición, el me cargaba en sus brazos mientras me sostenía por la cintura para no caer, estaba segura de que mi sonrisa era imborrable, casi tanto como la que él tenía en ese momento, sus ojos verdes, aunque estaban un poco irritados, brillaban y yo apreciaba fascinada la forma en que lo hacían.
Me besó por quinta vez desde hace un rato, presionando sus labios cálidos contra los míos suavemente, y debo decir que me podría quedar así todo el día.
El golpeteo apresurado de pasos cortos resonó en el pasillo desolado, llenando el ambiente del característico suspenso hollywoodense, pero esto era real, y ciertamente una lucecilla de emergencia se activó en mi cerebro iluminando con su luz rojiza imaginaria la oscuridad de donde nos encontrábamos.
‘’Mierda’’ murmuró Harry separándose de mí bruscamente, sin embargo la esencia de felicidad siempre estuvo presente en su rostro, incluso cuando nos movió conmigo aún a cuestas, adentrándonos un poco más en las sombras del pasillo, entonces me besó de nuevo, haciendo el intento de ignorar a quien fuese que se estaba acercando.
‘’No se esconda Styles, que ya la lo vi’’ gritó cierta voz conocida, y claro que la conocía, era el director ‘’Styles y usted señorita…’’ dejó la oración al aire, acercándose hacia donde nosotros estábamos.
Estaba nerviosa por eso, yo no quería que nos vieran de esa manera, como la típica pareja de universitarios calenturientos que solían esconderse en los salones vacíos para hacer cosas poco adecuadas a la situación, pero a Harry parecía no importarle, por el contrarió bufó, depositándose en el suelo y tomándome de la mano para acortarle camino al hombre del otro lado del pasillo, quien me observó con una expresión que denotaba su poco énfasis en disimular sorpresa
‘’¿Señorita Williams’’ murmuró, pero en cuanto el oscuro de las sombras rebeló por completo mi identidad, solo negó antes de dejar un suspiro al aire ‘’Vayan ambos a clase por favor’’ me miró y luego a Harry, dándose el tiempo necesario para abstenerse en nuestras manos entrelazadas, un vago gemido de desaprobación llegó a mis oídos. Harry gruñó, desviando su mirada hacia un costado para llegar a mí, y posteriormente alzar sus cejas como si aquella situación le fastidiara.
‘’¡Vamos!’’ dijo Harry, yo sentía esa ligera sensación como si hubiera decepcionado a alguien, y lo odiaba, como una pequeña niña que había sido descubierta haciendo un travesura, sin embargo cuando el motivo llegó a mi mente, las culpas de disiparon y una carcajada salió de mi garganta.
Harry se había movido para recoger nuestras mochilas, pero en ese momento llegaba para darme la mía y emprender marcha conmigo por el ya iluminado pasillo, no sin antes tomar mi mano en el proceso y acompañarme cuando reí, en parte por la situación ligeramente incómoda por la que habíamos pasado, y por otra, que sinceramente estaba feliz después de todo.
Llegamos al final del pasillo, justo en la entrada donde dos de tres diferentes direcciones se comunicaban, el profesor se había quedado un poco atrás, por lo que el chico aprovechó para halarme del brazo y darme un ligero beso.
‘’¿Nos vemos más tarde?’’ murmuró tomándome de los brazos, sonreí, colocando mis manos en su pecho.
‘’Esta bien’’
‘’Te veo en tu casa’’ únicamente dijo, guiñando un ojo y emprendiendo camino con su singular forma de caminar por el pasillo que llevaba a las aulas.
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Acababa de llegar a casa luego de un trayecto un rápido en el bus al que tuve que subir, ya que Cassie había salido de sus clases más temprano que yo, y por ende, había regresado antes al apartamento.