‘’ ¿Cuándo podré usarlo?’’ le pregunto cuando me suelto del abrazo, me acerco al maniquí y tomo la suave tela entre mi manos admirando la brillante pieza.
‘’No tendrás que esperar mucho linda, el baile es esta misma noche’’ ella dice y sonríe.
‘’En serio mamá, ¿Por qué no me han dicho antes?’’
‘’Quería que fuera una sorpresa’’ dijo ella, en sus ojos podía ver que esto le causaba cierta emoción.
‘’ ¿a qué hora será?’’
‘’a las ocho siete de la noche, aún tenemos un poco de tiempo’’ ella se acerca y me hala de del brazo, salimos de la habitación. De nuevo los escalones se hacen visibles y a paso rápido bajamos por ahí. Me sorprende la forma en la que mi madre baja tan sutilmente las escaleras, con semejantes zapatos.
El suelo se siente suave bajo mis pies, cuando salimos a la pequeña terraza, el jardín luce más verde que nunca con flores de varios colores dándole ese ambiente naturalmente perfecto, una mesa con una gran sombrilla al lado de un árbol gigante luce en el fondo.
Nos acercamos de a poco, es entonces cuando entiendo, mi madre quiere tomar el té, las pequeñas tazas y platos de porcelana descansan sobre la mesa, flores naturales en un jarrón terminan de darle el toque decorativo.
Mi madre es una fanática de la hora del té, como la buena inglesa que es.
Nos sentamos y yo me dedico a observar todo, aquel árbol sigue ahí, recuerdo que Liam solía subir y llegar a mi ventana a través de él, ya que una de las ramas da directamente a la ventana de mi cuarto.
Mi madre entabla conversación rápidamente, ella quiere más detalles sobre mi vida de los que le conté el otro día, me alegra que se interese por eso.
Ella ríe, cuando le cuento lo de la pizzería.
‘’y…hablando de tus amigos’’ dice como quien no quiere la cosa ‘’ ¿hay algún chico que te interese?’’
Ella pregunta eso y me pongo nerviosa, no le he contado nada sobre Harry.
‘’Hum…’’ no sé qué decirle, por lo que me quedo pensando, ella me mira fijamente y sonríe.
‘’No hace falta que lo digas ya se la respuesta’’
¿Cómo?
¿Acaso es adivina?
-Sexto sentido de madre- me dice mi conciencia.
‘’Ah sí ¿Cuál es?’’ le digo en broma, cosa que ni yo me creo.
‘’Hay un muchacho’’ dice con tono cantarín, antes de beber de su taza.
Trago grueso, tendré que contarle.
‘’ ¿Cómo lo sabes?’’ digo y sonrío, no puedo creer que soy tan transparente.
‘’Las mejillas rojas nunca mienten’’
Toco mis mejillas con mis manos, y en efecto, está muy calientes, por lo que presumo estoy sonrojada.
Maldito color carmín.
‘’ ¿Cuál es su nombre?’’ pregunta tímidamente.
‘’Ha- Harry’’ digo y me reprocho por tartamudear su nombre. Siento como mis mejillas arden y una sonrisa se posa en el rostro de mi madre, ahora más brillante que nunca.
‘’ ¿Cómo es él?’’ pregunta curiosa, yo sonrío.
Necesito hablar con alguien y quien mejor que ella.