Trece

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POV Aimeé

Me sobresalto. Giro para encontrarme con una niña, es Sofía.

—Lo siento —me disculpo— es que... el pasillo me llamó la atención y vine hasta acá.

Ella me mira con ojos tristes, como si estuviera a punto de llorar.

—No se preocupe. La verdad es que... yo vengo siempre por las madrugadas. Aquí mi tío estaba cuando no tenía sueño y a veces las pesadillas me ganaban y venia aquí a que él me abrazara, me cantara y después me llevaba a mi habitación.

—¿Y ahora...?

—Él no está y vengo porque es lo único que me une a él.

Me pregunto qué fue lo que pasó para que ese chico se fuera de casa y ahora deje a todos así. Aunque veo que sus padres no les hacen bien comentar sobre él. Quisiera hablar con Salvador para saber más y así ayudar a que Casilla y su pequeño hermano se reconcilien.

—Si quieres... puedo leerte un cuento e irte a dormir.

—¿Puedo abrazarte? —me pregunta con la voz quebrada y a mí me parte el corazón. Como puedo, respondo que sí y ella se acerca lentamente a mí, me agacho para quedarme a su altura y la envuelvo en mis brazos. Empieza a llorar.

—Sé que le echas de menos, pero piensa que él también te extraña. Recuerda que tu tío Salva te manda mensajes de él, te quiere mucho.

Ella sigue llorando y se aferra más a mí. De nuevo siento algo removerse en mi ser ¿Qué clase de conexión conmigo hay aquí? ¿Por qué siento esto?

—Gracias...

—Aimeé

—¿Sabes que significa amada en francés? —un estremecimiento recorre mi cuerpo.

—¿Cómo sabes eso?

—Mi familia es mitad francesa.

—Ya... bueno... vamos a dormir —le digo mientras salimos del estudio. De repente se detiene.

—¿Puedo decirte tita? —pregunta tímida— es que eres muy linda conmigo. Como mi tío.

—Por supuesto —sonrío— ahora, a la cama.

—¡Sí!

[...]

Sus palabras me rebotan en la cabeza. Amada... eso significa mi nombre y, sin embargo, he vivido en un infierno. Sin entender el porqué de que lo que me dijo Sofía está extrañamente conectado a lo que me dijo Pablo hace unos meses, me levanto de la cama. Son las ocho de la mañana, es muy tarde aunque hace meses que no dormía tranquilamente.

Bajo hacia la sala y veo a Helena cocinando.

—Buenos días señora.

—Aimeé​ ¿Cómo estás? —sonríe— y por favor, no me digas señora que me haces parecer más vieja.

—Está bien —esbozo una sonrisa— me siento de maravilla. Hace meses que no dormía sin preocupaciones o... miedo.

—Lo siento tanto...

—No se preocupe. Ya ha quedado eso en el pasado. Si quiere puedo hace yo la comida para el mediodía.

—Muy bien... Casilda me dijo que tú eres chef.

—Así es.

—Por eso, veremos trabajos con respecto a tu profesión mientras te reintegras a tu vida y decides si te quedas aquí o regresas a casa.

—No tengo planeado volver a Barcelona. Quizás... me instalaría en Madrid.

—Eso es maravilloso. Mi hija tiene un departamento allí y quizás te la pueda prestar.

—No quiero que sea una molestia.

—Al contrario. Deja que termine esto y ya veremos qué pasa.

Barcelona

POV Pablo

—Gracias por todo —dice Ceci mientras nos abraza— ya es hora de que... olvidemos todo. Es claro que ella no nos quiere volver a ver.

Decidí que lo mejor era no decirle de la llamada. A lo mejor era otra persona y yo la confundí con ella. Hoy regreso a Madrid mientras que Lolo se va a su natal Sevilla para estar con su familia.

—No digas eso... yo creo que las cosas van a mejorar pronto —contesta mi amigo.

—No lo sé primo. Yo he perdido las esperanzas de volver a verla, no queda más que hacer —mira su reloj—. Tienen que irse, se les hace tarde.

[...]

Me he despedido de Lolo en el aeropuerto. Ahora yo emprendo el camino hacia mi departamento. He pensado que es mejor que me vaya de viaje para dejar todo esto en el pasado y seguir adelante. Tal vez de esta historia salga una buena idea para una canción y así ella pueda escucharla donde quiera que esté.

Una vieja conocida me viene a dar la bienvenida a mi depa, una de mis mejores amigas, Mariola. Me abraza y lamenta lo que pasó con la familia de Lolo y amiga mía. Ella me dijo que ya intuía sobre mi afecto por Aimeé. Ahora estamos conversando en la barra de la cocineta de mi casa.

—Pues nada... quizás no tenga intenciones de aparecer ahora. Pero creo que si llamó es por algo.

—Pues no sé. De todas formas ya es tarde, ella se ha ido y ahora no sabemos a dónde. Ceci ha decidido continuar con su vida y creo que ya es hora de que también nosotros hagamos lo mismo.

—¿Qué quieres decir?

—¿Podrías ayudarme con una reservación para un viaje a la India? —me mira sorprendida.

—Pablo...

—Necesito encontrarme. Quiero estar en paz, no sé si mis padres me dejen volver a verlos o estar con mis sobrinas. Así que creo que debo irme para estar relajado y después volver a Málaga y reconciliarme con ellos.

—Pues me parece bien tu idea pero... ¿Por cuánto tiempo?

—Dos meses.

—¡Qué! —exclama sorprendida— vale... te ayudaré. Pero avísale a Salva para que le diga a tu familia en todo caso.

—Le diré pero sólo para que mi hermano y mis sobrinas estén tranquilas.

—Pablo...

—Vale. Gracias por estar en todo momento, amiga.

—Al contrario.

En dos semanas me iré a la India. Todo está listo para que pase dos meses. Después de ello, me reconciliaré con mi familia, meterme de lleno al estudio y, según Mariola, en julio me iré a Los Ángeles a grabar. Espero que todo salga bien.

Eso sí... el paso para que me decidiera a regresar a casa y pedir perdón se lo debo a Aimeé. Sólo deseo que ella esté bien.

Es hora que sigamos con nuestras vidas.

Es momento de dejarla atrás.

Gracias por todo Aimeé.

Pasos De CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora