REBEL

Capítulo 18

Su coche lucía tan limpio que parecía no tener vidrios. Olía a limón, el aroma era intenso pero no lo suficiente como para hacerme estornudar. Beck golpeó mi cinturón de seguridad con la punta de sus dedos, obligándome a ponerlo. Giré mis ojos, aún sabiendo que tenía razón. Comenzaba a notar un patrón obsesivo compulsivo en él que antes no había visto. Nunca percibí una mancha o marca de suciedad en sus cosas, incluso su casillero estaba perfectamente acomodado. Aquella actitud no encaja con su personalidad avasallante y rebelde. Es como si el frío y el calor lucharan por triunfar y sólo provocaran un enorme tornado. Por supuesto, me encuentro en el medio. Rodeada de sus fríos, sus gritos, sus golpes en la pared, sus insultos hirientes, sus miradas asesinas, su misteriosa figura; y de sus calientes, su lenta y rasposa voz, sus manos ásperas y delicadas al mismo tiempo, sus palabras dulces entrecortadas, sus potentes ojos verdes, su misteriosa figura. Estaba en el ojo de la tormenta, un lugar completamente seguro, seguro hasta que hiciera un movimiento en falso, el cual me podría llevar a su lado frío o a su lado caliente. Pero con Beck nunca se sabe, hay tanto oculto detrás de sus aires. 

Llevamos cinco minutos en silencio. No se si está esperando a que yo hable, o sólo intenta jugar con mi paciencia. Carraspeo, con la intención de captar su atención. Nada. Su mirada se encuentra completamente enfocada en las calles vacías de mi pequeño pueblo. Noto que está intentando abandonar el lugar, intenta encaminarse hacia la ruta ¿A dónde diablos me quiere llevar? Tengo miedo de su respuesta, y de lucir como una idiota por temer tanto de sus acciones. 

"¿Qué haces aquí?" Pregunto lo más calmada posible, tragando saliva y provocando que mi voz se corte. Mi tono tranquilo parece no provocar ningún tipo de enojo en Beck. Sus hombros lucen relajados, al igual que su mirada atenta en la ruta. Debo mantener mi personalidad lo más tranquila posible. No puedo tomar pasos en falso a esta altura. 

"Ahora vivo aquí" Su respuesta es lo que esperaba y era más que obvia. Debo hacer mis preguntas lo más claras posibles porque se que Beck no querrá responder mil preguntas, por más que yo si lo quiera. Inhalo una gran bocanada, llenando mis pulmones hasta su limite. Uno, dos, tres. Exhalo. 

"¿Por qué vives en Mount Vernon? Es un pueblo pequeño, no hay nada aquí" Giro mi cuerpo, subiendo mis piernas al asiento, dejando mis pies colgando. Noto cómo su mirada se baja velozmente para asegurarse de que mis zapatillas no tocaran su asiento. Sus manos se mueven en el volante, ajustando su agarre a la tela. No se si está tenso o si se trata de un simple movimiento. Con Beck nunca se sabe. 

"Mis padres decidieron venir. Por el trabajo" Sus palabras fueron cortas. No me dio mucha información, pero era suficiente. Se mudó con su mamá y papá porque a uno de ellos lo transfirieron. Es raro que transfieran a alguien aquí, pero decido creer en sus palabras. No hay muchas excusas válidas para mudarse aquí, y esa parece ser la más válida. La única tal vez. Piensa, piensa ¿Qué más quiero preguntarle? 

"¿Hasta cuándo te quedarás aquí?" No noto cambio en su comportamiento. Su postura y su mirada siguen iguales. 

"Este será mi único año, espero" Dijo aquella última palabra por lo bajo, como si realmente lo doliera estar aquí. Ni me imagino cómo habrá reaccionado cuando sus padres le dijeron que debían mudarse. Puedo hacer una imagen de platos volando por el techo y la casa incendiándose. Tal vez no tanto. Bueno, no lo se "Volveré a Inglaterra para ir a la universidad"

"¿Qué estudiarás?" No pude evitar preguntar. Estúpida, Zoe, desperdiciaste una pregunta. Sus ojos viajan rápidamente hasta mi. Bajo mi mirada para que no pueda leer mis ojos, pero siento que puede leer mis pensamientos sin mirarme. 

"Cine" Elevo mis cejas en sorpresa ante su respuesta y el hecho de que me haya respondido. Aquella información personal logró relajarme. Sin embargo, ya no se qué preguntarle. Las otras dudas que tengo respecto a él son completamente personales y jamás las sabré. Miro mi teléfono y noto que llevamos viente minutos conduciendo "¿Tu?" ¿Qué? ¿Beck me preguntó algo a mi? No puedo disimular la sorpresa en mi mirada. No me interesa disimularla. Noto que intenta reprimir una sonrisa por mi expresión.