Capítulo 52

2.3K 170 19
                                    

Creo que la culpa de haberle quitado el diario a Beck detrás de sus espaldas, me mantuvo despierta durante la película. No me agrada buscar saber sobre él de esta manera, pero algo dentro de mí me dice que hay cosas que me oculta y jamás me dirá. La voz de Ryan suena en mi cabeza, diciéndome que debo dejar de preocuparme tanto y soltarme más. La pantalla se pone en negro y los títulos comienzan a aparecer. La película terminó y el gran bostezo de Beck resulta ser contagioso. 

"Iré a lavarme los dientes, vuelvo en un segundo" Me dice saliendo de mi cama. Su cuerpo se estremece en cuanto las mantas se deslizan de sus piel. 

Lo observo caminar y salir por la puerta. No espero más, me apresuro a quitar el diario de su escondite. Tengo que regresarlo a la caja ¿Dónde diablos puso esa caja? No tengo suficiente tiempo. Si Beck me ve con su cuaderno en mis manos, todo irá colina abajo. Giro en círculos en la habitación. El agua deja de correr en el baño junto a la habitación y mi corazón comienza a latir aún más fuerte. Me volteo y arrojo el diario el suelo, escondiéndolo debajo de la cama. Será como mentirle en la cara, pero creo que eso no es tan malo como el caos que se formaría se me encuentra con uno de sus diarios en mi mano. Me arrojo a la cama nuevamente y sigo sus pasos con mi mirada. Me observa y sonríe de lado, sin comprender porqué lo miro tanto. 

"¿Quieres que vayamos a dormir?" Me pregunta mientras bostezo. Asiento con mi cabeza y me recuesto sobre la cama. Beck levanta las mantas y no tarda en acomodarse junto a mí. Su calor llega rápido a mí "No creíste que dormiría abajo estando tú aquí arriba ¿Verdad?" 

"Lo supuse" 

"¿Quieres que duerma aquí?" ¿Por qué me hace esto? Él sabe qué quiero, sólo está buscando que lo alague para ponerme nerviosa. Lo odio, con cariño, pero lo odio. Asiento con mi cabeza, pero parece nos ser suficiente para Beck, quien pretende no haberme escuchado "Si no quieres iré abajo" 

"Si quiero" Digo con voz pequeña, deteniéndolo de irse de la cama. Una sonrisa triunfante se forma en su rostro mientras mis mejillas se tornan carmín. Sus dedos se incrustan en la arruga de mi playera que moldea mi estómago, haciéndome reír a carcajadas. 

"Me moriré de calor si duermo con jean" Se queja, intentando ocultar el simple hecho de que quiere dormir en bóxer para ponerme nerviosa. Se pone de pie, llevando parte de la manta con él y arrojándola al suelo. Se agacha para acomodarla y frunzo mis ojos, sabiendo que encontrará el diario debajo de la cama "Oh, olvidé de guardar esto"

"¿Qué?" Por el tono de su voz, Beck no sospechó de mí, aunque realmente luce confundido. La realidad, es que a él por lo común las cosas no se le pasan por alto. Pero por lo común, yo no transgredo las normas establecidas. 

"Mi cuaderno" Lo observo y el me devuelve la mirada. No se qué hay en sus hijos, por algún motivo siento que sospecha de mí, pero no estoy completamente segura "¿Quieres leerlo?" 

"¿Qué?" Pregunto nuevamente, aún más sorprendida. No esperaba eso ¿Realmente quiere Beck que lea uno de sus diarios? 

"Deja de preguntar eso y tómalo" Exige con un tono molesto "Anda, antes de que me arrepienta" 

Lo tomo de su mano con dedos temerosos. La sensación me es familiar pero cien veces más emocionante y me resquebraja los nervios. No me atrevo a abrir la tapa, desgastada y abatida por el tiempo. Las esquinas casi que no existen. Algunas hojas se salen del margen. El lomo ya no es negro, puedo ver el cartón marrón aparecer desde lo profundo. Siento un gran peso pero no en mis manos. 

"No es mucho lo que hay dentro, pero tal vez es más sencillo que leas. No me agrada mucho hablar" Me dice con total sinceridad. 

Sus palabras me alientan a abrir el cuaderno. Mis ojos se encuentran con una caligrafía irregular, de letras grandes, todas ocupando el largo de cada renglón. Veo la fecha en la esquina superior y hago cuentas en mi mente. Beck tenía seis o siete años. 

"Hola, soy BECK RYDER, tengo siete años y dos meses. La maestra Giselle me dijo que debía escribir porque le gusto mi poema. Tal vez tenga razón. En clase me aburro, porque no todos escriben tan rápido como yo. Hoy Luke Gilbert se burló de mí porque terminé primero las sumas y restas en matemática, toda la clase se rió. En el recreo me encerré en el baño. Ningún compañero notó que no estaba, sólo Jay, pero él es más grande que yo. Jay tiene nueve, y sus amigos se enojan cuando me junto con él en los recreos. La maestra Giselle me regaló este bolígrafo, dice que me ayudará con mi problema con el habla. Ella dice que no es un problema, dice que es una etapa. Pero mis compañeros dicen que soy un raro porque no quiero hablar. Mami dice que me tome el tiempo que necesite para volver a hablar. A veces hablo con Colin y papá cuando no puedo dormir. Ellos si me escuchan. La abuela dice que están en el cielo, que allí todo es lindo. Tal vez si sirva este cuaderno. Debo hacer tarea. Adiós" 

"Hoy Luke y Jaden encontraron mi cuaderno y lo leyeron frente a toda la clase. Me escondí en el baño hasta que Jay me encontrara. Cuando regresé, habían llenado mi mochila de nieve. Toda mi tarea se mojó. No me agrada ir a clases, todos me tratan mal porque no hablo. Además soy más alto que todos y no me va bien en los deportes. Odio a mis compañeros, no les hice nada. Mamá dice que si se burlan de mí sin motivo alguno, es porque tienen problemas que no saben resolver. No entiendo lo que dice, sólo sé que mañana no quiero entrar a clases"

"Estoy en el parque. No quise entrar al colegio. Mamá se enfadará conmigo por no haber ido a clases, pero ella no sabe lo mucho que todos me odian. Creo que pescaré un resfrío"

"Mamá trabajó todo el día. El abuelo me buscó al colegio. Estaba enojado porque ayer no fui a clases, me dijo que no lo vuelva a hacer. Hace un rato la abuela me contó una historia antes de dormir. Me leyó el libro que me leía papá, Peter Pan. Me gusta porque él puede volar. Me gustaría ser como los niños perdidos porque no van al colegio y nadie los molesta. Extrañaría a mamá, pero ella trabaja demasiado, tal vez no note que no esté. Ojalá que esta noche me vengan a buscar y volemos a Nunca Jamás. Tal vez pueda cambiarme el nombre y pelear con piratas. Algún día me casaré con una sirena"

"Jay me dijo que se mudará de Harrow. Mamá dice que su casa quedará lejos, en un lugar llamado Yorkshire. El tío Norman trabajará allí. Estoy enfadado. Todos me dejan. Papá, Colin y ahora Jay. Ojalá Peter Pan me viniera a buscar ahora, así nadie más me puede abandonar"

"Extraño a mi papá. Extraño a Colin. Extraño a Jay. Extraño a mamá. Odio el cáncer. Odio los hospitales. Odio a Yorkshire. Odio el trabajo de mamá"

"Una niña se acercó a hablarme, pero no me atreví a hablar. Nos escribimos notas todo el recreo. Escribe tan rápido como yo. Se llama Angela y tiene pecas. Me agradan sus pecas. Me agrada Angela" 

"Angela y yo dibujamos paisajes. No me gusta dibujar, pero ella dice que es divertido. Le pregunté si quería venir a jugar a casa de mis abuelos, pero su mamá dijo que no" 

"AMO A ANGELA DICKENSON. ANGELA Y BECK. ANGELA Y BECK RYDER. BECK & ANGELA POR SIEMPRE JUNTOS" 

"Eddie dejó una tarjeta en el banco de Angela diciéndole si quería ser su novia. Ella dijo que sí. Me enojé y rompí su muñeca. Ahora no quiere ser más mi amiga y me enviaron a detención. Odio la escuela, odio a Angela Dickenson y odio a Eddie Saints" 

"Desearía que papá y Colin me llevaran con ellos a Nunca Jamás" 

Intento seguir leyendo, pero mis ojos están repletos en lágrimas. Mi vista es borrosa. Siento mi mentón temblar, al igual que mis manos ¿Cómo es posible que un niño de siete años sienta tanto odio y soledad? Ahora comprendo quiénes son los que lo han abandonado. Nadie realmente lo ha dejado por elección, pero se ha acostumbrado a estar sólo, a vivir con lo que tiene a su alrededor, con personas pasajeras. No hubo un día en el que Beck no escribiera en este diario. No puedo dejar de pensar en aquel baúl en su casa, lleno de diarios. Tantas palabras, tantos días plasmados en tinta y papel. Tantos pensamientos de su mente con posibilidades infinitas ¿Alguna vez logró sentirse lleno? ¿Habrá pasado algún día sin escribir en sus diarios? 

"No sientas lástima de mí, sólo intento que conozcas porqué no soy como debería ser" Toma aire y se detiene por un segundo "Como tu mereces que yo sea" 

"Tu diario no me hace sentir lástima por ti" Respiro con dificultad "Me hace valorarte como a nada más" 

"Eres lo único bueno que hay en mi, Zoe" Susurra con voz quebrada, retumbando dentro mío más que el viento rugiendo afuera. 

Siento su mano agarrar la mía debajo de las mantas, y entre lágrimas, me comienzo a dormir. Segura, incluso en la tormenta. 

REBELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora