Capítulo 51

2.2K 148 12
                                        

Nunca fui una amante de los juegos de mesa, pero no puedo negar que es divertido ver cómo Beck y Poppy compiten hasta la muerte con una simple partida de Scrabble. Debería ir a buscar mi teléfono al auto, pero al viente aúlla afuera y me retraigo. Ya hablé con mamá y Ryan ya sabe dónde estoy. Tranquila, todo estará bien. El viento se irá y todo volverá a la normalidad. Además, la idea de pasar otra noche con Beck, me emociona. 

"Tu turno" Me dice Beck enfadado porque su mamá le robó el lugar donde pondría una ficha. Llevo mi vista hasta el tablero y coloco mis letras, formando pastilla. Beck cuenta mis puntos y bufa al notar que lo sobrepasé. 

Ayudo a Poppy a guardar el juego en su casa. Beck, luego de haber perdido, se echó el sillón en el hall de entrada, enfadado y reclamando que había sido una partida injusta. No pasa mucho tiempo luego de que la mesa quedara libre de fichas, cuando Beck extiende su brazo ante mí, mostrándome la pantalla de su teléfono. Leo el mensaje de Ryan, indicándome con letras mayúsculas que tome mi teléfono del auto y responda las llamadas de papá. Mi respiración se detiene cuando leo las últimas palabras: "Está yendo a buscarte. Tu mamá no pudo detenerlo". Levanto mi vista y lo miro a Beck, en sus ojos hay un poco de confusión y nervios, perfectamente disimulados, pero puedo percibirlos. En cuestión de segundos, escuchamos fuertes golpes en la puerta. Sin pensarlo, hago tres pasos hacia atrás, de alguna forma intentando escapar de aquella situación. Poppy se acerca para abrir la puerta, mirándonos con ojos confundidos. En cuanto abre gira la llave, el viento empuja a la puerta. 

"¿Papá?" Grito por encima del viento. Él camina hasta mí, siendo empujado por el viento que nos golpea. Poppy logra cerrar la puerta, y tan sólo somos Papá y yo.

"¿Qué diablos haces aquí con este chico?" Espeta como si Beck y su mamá no estuviera allí.

"Disculpa, pero no puedes entrar a mi casa y luego insultar a mi hijo" Poppy lo toma del hombro, obligándolo a voltearse. Puedo ver el mismo carácter de su hijo construirse dentro de ella. Beck le hace señas, indicándole que no diga más nada. Por algún motivo, siento que también intenta decirle que es verdad, que no debería estar aquí con él. 

"Esto es sobre mi hija, quien debería estar en nuestra casa" Papá espeta. Veo las venas en su cuello crecer, como si estuviese guardando gritos e insultos. Lo tomo del brazo, intentado calmarlo, pero parece no funcionar "Tu hijo no es seguro para mi hija ni en un clima como este ni en ninguno. Vamos a casa, Zoe" 

"La única persona que no está siendo segura, Señor Milano" Poppy responde con severidad "Es usted. Está dispuesto a conducir en medio de esta tormenta sólo para mostrarle a su hija adolescente que usted es quien da las ordenes. No conoce a mi hijo, ni me conoce a mí. Le diría que se retire, pero verá, yo si soy un padre seguro y prudente, y con este clima no recomendaría salir. Si usted se quiere ir, hágalo, pero no permitiré que Zoe salga de esta casa con aquel viento" 

No parpadeo ni respiro. Mis ojos están anclados a aquella situación frente a mis ojos. Papá está mudo, por primera vez en su vida. Sé que quiere discutirle y negar el hecho que está en lo cierto, pero en cuanto alguien habla sobre alguno de sus hijos, todas sus defensas parecen bajar a su estado más primitivo. Sus ojos viajan a los míos, y luego, las miradas restantes se posan sobre mí. 

"Zoe" Papá implora con un suspiro. Necesita que me ponga de su lado. Siempre lo estaré, pero no en esta situación. Niego con mi cabeza, elevando mis cejas. Siento un nudo en mi estómago. Su mirada me parte el alma. 

"Estoy aquí por el cumpleaños de la mamá de Beck" Intento explicarle, pero su mirada se cae y se pierde. No puede tolerar mi rechazo "No deberías haber salido en medio de la tormenta, Papá. Estaré bien aquí, Poppy está a cargo nuestro. Además, cualquier urgencia que tengamos, el padrastro de Beck es policía" 

"Entonces me iré si está bien sin mí" Se lo que intenta hacer. Intenta persuadirme con sus palabras, intentando colocarse en el papel de víctima para que pueda sentir lástima por el. No saldré en medio de la tormenta. Necesita, por primera vez en su vida, que el hecho de que sea mi padre, no es sinónimo de controlar mi vida y manejar mis decisiones. 

"Puedes quedarte, no es seguro afuera" Miro a Poppy quien asiente, aprobando mi idea. Pero papá no tarda en negar con su cabeza. 

"Debo volver y asegurarme que la familia esté bien. Estarás bien, Piccola" Sus dedos viajan a mis mejillas, rozando la pequeña cicatriz que me dejó el vidrio. Le sonrío, intentando quitar todas las inseguridad construidas en su mente, y su gran miedo a que crezca "Cuídate" 

"Llámame en cuanto llegues a casa" Ahora si tendré que buscar mi teléfono. 

Beck toma coraje y camina hasta la puerta para despedir a papá. Poppy se para junto a mí y cruza su brazo por encima de mi hombro. La puerta se cierra y pretendo no haber escuchado "Aún no confío en ti, Brit" de parte de papá hacia Beck. 

"Jay no creerá la cara de miedo que traes cuando le cuente" Poppy dice entre risas. La expresión de Beck se transforma, e intenta ocultarla con aquella imagen de chico duro que siempre lleva consigo "Quién hubiera dicho que te asustarías ante la primer amenaza del papá de una chica. Te dije que aquellos tatuajes serían peligrosos para ti"

La noche llegó rápido. Beck buscó mi teléfono en su auto. El televisor estuvo encendido hasta que decidimos ir a dormir. La alerta no cambió. Una y otra vez repetían lo mismo, asegurando que no era conveniente salir de donde estábamos. Poppy no dejó de telefonear a Lewis y eso parecía hacer enfadar a Beck. 

"Ya preparé tu habitación, Zoe. Es la primer puerta a la derecha en el segundo piso "Me dice Poppy mientras levanta los platos con restos de comida "Dejé un par de mantas y una almohada en el sillón para ti, Beck"

"¿Por qué?" Beck pregunta confundido. Una sonrisa pequeña se dibuja en el rostro de su madre, como si estuviese creando un plan maquiavélico. 

"Las niñas con las niñas, y los niños con los niños" Noto que intenta no estallar en risas ante la expresión de enojo de su hijo. No lo culpo, yo también había creado ilusiones con dormir nuevamente en la misma cama que Beck "Además, creí que sólo eran amigos ¿Por qué tan ansioso por dormir en la misma habitación?" 

Mis mejillas se tornan coloradas, pero esta vez Beck no se burla de mí, porque en cuanto giro mi cabeza para verlo, su rostro está completamente rojo. Me levanto de mi asiento, intentando escapar de aquella situación, y Beck hace lo mismo. 

"Oh, Beck, olvidé mencionarte algo" Poppy retrocede sus pasos. Lo escucho bufar detrás de mí, esperando escuchar otra broma de parte de su mamá "Ya llegaron las cajas con las cosas de tu papá. Las puse en tu habitación. Creí que querrías verlas" 

Me volteo y observo la expresión de Beck. No parpadea y pareciera que no respirara. Está completamente atónito. Uno, dos, tres. Respira profundo y por algún motivo lo imito. Sus piernas se mueven rápido, rodeándome y corriendo hasta las escalones. Sube los escalones de dos en dos. Me cuesta seguirle el ritmo. Por algún motivo, estoy tan impaciente como él. Conocer a Poppy fue como conocer otra parte de Beck. Tal vez, conocer a su papá, sea igual. Camino detrás de él. Los pasillo me traen viejos recuerdos. Giramos a la derecha y me encuentro con una habitación perfectamente ordenada. Hay cajas de cartón en el suelo y Beck no pierde ni un segundo en arrojarse al suelo y mirar su contenido. Me paro detrás de él, observándolo quitar cosa tras cosas, aferrándose a cada una de ellas antes de posicionarla delicadamente sobre el suelo alfombrado. Una de las cosas que quita, llama mi atención. Uno de sus diarios de tapa negra. No tarda en dejarlo a un lado, como si fuera lo menos importante de aquellas dos cajas grandes. Me intriga, quiero leer su contenido. Está completamente destrozado, debe de ser el más viejo de todos ¿Cuánto tiempo lleva escribiendo estos diarios? Se que no debería, pero cuando Beck vuelve a guardar todo y me dice que buscará su computadora para poner una película, tomo su cuaderno negro y lo escondo dentro de la almohada. Tal vez,no dormir en la misma cama que Beck esta noche, sea algo bueno después de todo ¿Qué diablos estoy haciendo?


REBELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora