REBEL

Capítulo 43

Dentro no hay tanta gente como en la fiesta de semanas atrás. Hasta ahora, es mi fiesta favorita de las dos a las que he ido. Caminamos hacia la cocina al final de la casa. Es el único lugar donde hay luz, por más tenue que sea, y eso parece ser lo que proporciona brillo al resto del sombrío lugar. Seguimos los pasos de Jay, quien parece tambalear de ebriedad incluso al comienzo del evento. Hay una nube de humo y el olor me hace toser. Jay toma asiento y corre la única silla restante para que alguno de nosotros se siente. Por algún motivo, decido esconderme detrás de la espalda de Beck y Ryan se oculta detrás de la mía. 

"Por fin" Dice el muchacho con un cigarrillo entre sus dientes. Lo reconozco de la fiesta, es el hermano de Riley. Justo en frente de él, junto a Jay, está ella, de cabello corto y azul. Hay un aro en su nariz que me recuerda a una vaca. Toma el cigarrillo de sus labios y lo aplasta en un cenicero en el medio de la mesa. 

"¿Juegas?" Riley lo mira a Beck, mostrando sus cartas de poker, pero el simplemente niega con su cabeza "Oh ¿Qué tenemos aquí? Niño Brit a traído a una chica ¿De dónde sacaste a esta?" 

Mis palmas comienzan a sudar en cuanto noto que está hablando de mi de aquella forma. Se ríe, intentando apaciguar el enojo más que notorio en Beck. Jay toca su brazo con la punta de sus dedos, intentando captar su atención, pero los ojos de Riley no se apartan de los míos. 

"¿Cómo te llamas?" Me pregunta, aún con una sonrisa en su rostro. Es evidente que ella no es de agrado de Beck, al igual que Ethan, quien no parece tener mucha participación. En un comienzo, Beck, con sus tatuajes e imagen amenazadora, me ofrecieron una primera mala impresión. No tengo que deja que eso suceda nuevamente con Riley. Él no la quiere por el simple hecho de que no quiere a nadie, el mundo en general es su enemigo. Carraspeo y Beck toma mi mano detrás de su espalda. No se si para darme seguridad o para detenerme de hablar. 

"Zo...Zoe" Comienzo a hablar con voz pequeña. Ella asiente y mueve con su pie debajo de la mesa, la única silla sobrante. Niego con mi cabeza, pero ella insiste con una sonrisa. 

Si no fuese por lo tenso que está Beck, diría que esa una chica amable intentando incluirme al grupo. No se si guiarme por el instinto de él o el mío. Mis dos acompañantes se paran detrás mío, como un par de guardaespaldas en un casino en Las Vegas. El lugar apesta y no veo la hora de irme a otro lugar con Ryan y tal vez Beck. 

"Yo soy Riley" Me dice acercando su cabeza a mí, subiendo su voz por encima de la música "La chica del cumpleaños. Él es Jay, seguro lo conoces. Y esté de ahí es Ethan, el idiota de mi hermano" 

"Nos conocemos" Sus palabras me sorprenden. Por algún motivo, no creí que me recordaría. Me sonríe y agita su mano. Le ofrezco una débil sonrisa, intentando cubrir el hecho de que me siento muy incómoda en aquella situación. 

"Feliz cumpleaños" Mi voz es pequeña. 

Quiero salir de aquí, rápido. Me siento sofocada. Las paredes parecen cerrase, comprimiendo cada parte de mí. Limpio mis palmas sudadas contra mi jean, pero parece no funcionar. En un principio, me fue difícil aproximarme a hablar con Beck, pero fue distinto. El entorno y las personas parecen no ayudar a la ansiedad que crece en mí. Siento picazón en mi cuello. Es la misma sensación que tenía cuando era chica y me obligaban a hablar en los actos escolares. Mi pecho se cierra y hasta respirar parece difícil. Siento una mano sobre mi hombro, subiendo y bajando suavemente, calmando mis nervios. Miro hacia mi izquierda y los ojos azules de Ryan chispean con la luz tenue. Me sonríe, alivianando las cargas que comienzo a poner encima de mi espalda. Respiro con profundidad, relajándome de a poco. Es sólo una conversación con gente distinta a ti, piensa que son Dante y Alessandro un domingo por la tarde en el restaurante de papá.