REBEL

Capítulo 38

Mientras me baño e intento no anticipar mis pensamientos a esta noche, recuerdo la noche en que me quedé en el departamento de Jay junto con Beck. Es allí cuando caigo en cuenta de que esta noche será como aquella. Sintiendo sus brazos alrededor de mi cuerpo hasta caer en sueño profundo; despertarme y oler su fragancia a mi costado. Una sensación extraña invade mi estómago y no puedo evitar sonreír. Tomo la rasuradora a último momento, cuando noto que mis piernas comienzan a parecer las de Alessandro. Cierro la canilla, mientras empujo a una pequeña esquina de mi mente, aquel pensamiento que dice que dormiré con él y luego me arrepentiré. Se que no quiero, ni ahora ni con él, pero es obvia la forma en la que mi cuerpo responde antes que mi lógica. Me aferro a la idea de que últimamente, Beck no ha logrado 'domarme' como en un principio, sino más bien pude encontrar su lado vulnerable. Confío en que no comenzará algo que terminará en caos. Tres meses atrás jamás hubiese depositado mi confianza en manos de vez tan ciegamente. 

Mis pies mojadas empapan la alfombra del pasillo que conduce a mi habitación, pero no tengo demasiado tiempo y Beck es extremadamente puntual-a excepción de aquella primera clase de Historia Mundial. Demasiada coincidencia. La puerta del cuarto de Marco se abre y sus pasos se detienen abruptamente al verme mojada y envuelta en una toalla. Me mira fijo, como si esperara un explicación. Aunque para ser honesta, dudo que Marco quiera saber dónde estaré esta noche. 

"Estás mojando la alfombra" Me reta sin mucho ánimo en su voz. Miro al suelo y veo las gotas resbalándose por mi pierna. 

"Luego lo seco" Digo apurada y camino a mi habitación "Estoy apurada" 

"¿A dónde irás?" Me detengo frente a mi puerta. Su pregunta me tomó desprevenida. Volteo mi cuello y lo veo, mirándome impaciente por una respuesta "Olvídalo, no me interesa tanto" 

Considero detenerlo para darle una explicación, pero a ambos nos interesa igual de mucho que el otro sepa. Entro a mi habitación y cierro la puerta detrás de mí con un gran estruendo. Ya no hay luz que entre por la ventana, entonces enciendo la luz. Abro un cajón y tomó la primer ropa interior que veo. Me detengo y considero buscar un sostén y bragas relativamente lindas, pero me niego, y en cambio tomo las más viejas, para así obligarme a no cometer ninguna locura.

Luego de veinte minutos, ya estoy lista, sentada el borde de la cama, impaciente. Faltan veintitrés minutos para las nueve y mi corazón lucha por perforar mi pecho y escaparse. Mi teléfono suena y me sobresalto. 

Ryan: 

Qué harás esta noche???

Zoe: 

Beck está por venir. No aguanto los nervios. AYUDA!!! 

Ryan: 

Al final iras?! Que complicados son!!! Qué le has dicho a tus papás?

Zoe: 

No pensé en nada. Recién Marco me preguntó y no supe qué decirle. No puedo decirles la verdad. 

Ryan: 

Déjamelo a mí. 

Zoe: 

Qué harás?!! 

Espero a su respuesta, pero nada. En veinte minutos vendrá Beck y no sé qué decirle a mis padres. Me matarán si les digo la verdad. Quince minutos ¿Qué diablos les digo? Si digo que me iré a lo de Ryan, dirán que venga a casa y no podré sacarle esa idea a papá y Dante de la cabeza. El timbre suena ¿QUÉ? Aún tenía quince minutos para pensar. Tomo mi mochila y corro hasta las escaleras. Desde arriba puedo ver a Dante caminando hasta la puerta.