REBEL

Capítulo 29

Corro a toda velocidad por las escaleras, casi tropezando con la alfombra y cayendo. Todos los ojos viajan a mi. Me paro sobre el último escalón observando a mis espectadores confusos. Miro a Amber, quien me mira con ojos brillantes y con ganas de reír. 

"Es para mi" Digo agitada y nerviosa. 

"Lo sabemos, lo gritaste en cuanto sonó el timbre. Podemos abrirle a Ryan" Dice Dante caminando hasta la puerta. Sus manos se posan sobre el picaporte y lo único que logro hacer, es encogerme de hombros. Y veo cómo el muro se derrumba ante mi y los ladrillos caen a mis pies "Este no es Ryan" 

Esas palabras lo único que logran es que el resto de mi familia caminara poco sigilosamente hasta la puerta y vieran a la visita. Las cabezas de Amber, Alessandro y de mamá, se asoman por encima del hombro de Dante, mientras que mi papá simplemente se paró delante de mi hermano. Por supuesto, Marco permaneció quieto, bebiendo su café en medio de un circo. Puedo ver la expresión de confusión de Beck del otro lado de la puerta. En cuanto los ojos de mi cuñada se posan sobre los tatuajes de aquel muchacho que le conté, su cabeza giro como una lechuza y murmuró un "es muy atractivo", aunque nadie la escuchó. 

"¿Quién se supone que eres tu?" Preguntó mi papá. Nunca creí que llegaría un día así. Jamás sucede cuando chica tras chica desfila por la entrada de mi casa buscando a Alessandro. 

"¿Zoe en fiestas y con chicos con tatuajes en casa? Sabía que no saldrías tan nerd como los otros" Alessandro gritó con emoción en el silencio incómodo. Elevó su mano en el aire para que la chocara, pero mi papá no tardo en clavar sus nudillos en sus costillas. 

"Viene a hacer un trabajo conmigo, dementes" Hago un paso hacia adelante, rompiendo la barrera que mi familia creó para Beck. Amber luce emocionada, aunque noto que intenta mantener su idea de que él no es bueno para alguien como yo. Alessandro luce sorprendido, pero noto las ideas de fiestas juntos que está armando en su mente. Mamá parece estar confundida ante la idea de Beck y yo juntos. Los otros dos...digamos que parecen a punto de explotar de los celos "Tenemos un trabajo que presentar el lunes, estaremos en mi habitación" 

"Deja la puerta abierta" Grita mi papá en cuanto subimos las escaleras. Giro mis ojos y pretendo no haberlo escuchado. 

Mis pasos son apresurados, sin embargo las botas de Beck se mueven pesadamente detrás de mi. Caminamos por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Cierro la puerta, omitiendo por completo la orden estúpida de papá. Me siento una presa dentro de una jaula, fuera están los leones hambrientos. Sin embargo, en cuanto me volteo y sólo veo a Beck, los leones están dentro. 

"Comencemos con esto, así terminamos y puedo irme" 

"Créeme que tengo tantas ganas de hacer esto contigo como tu conmigo" Elevo mi brazo dramáticamente, como si intentara crear una distancia ya previamente marcada "Además, tu me elegiste como compañera, no te quejes" 

Sus ojos, fijos en mi, me gritan que soy una histérica. Sus labios permanecen quieto, no emiten sonido alguno. Mete su mano dentro de su mochila y quita el libro de historia, que luego arroja sobre mi cama. 

"Decías la verdad respecto a tu loca obsesión por los libros" Me dice mirando mi enorme biblioteca ocupando toda la pared. 

"No los he leído todos" No creí que recordara algo de nuestras pocas conversaciones, realmente, no creí que realmente le interesara como para recordar algo de mi vida. Decido no responder tajante, porque es como tirar una soga de la que nunca sale nada "Muchos son de mis papás, o libros viejos que nadie ha leído. Pero me agrada ver mi biblioteca llena" 

El camina hasta ellos y los recorre con sus dedos, avanzando desde los blancos, amarillos, naranjas, rojos. Se detiene sobre uno rose y lo quita. Toma otro y los vuelve a colocar, intercambiando sus lugares. No había notado que uno era de un rosa más oscuro. Leo el título del libro, pero no lo reconozco. Los bordes del lomo se ben desgastado, al igual que las letras. Debe de ser un viejo libro de la abuela.