Capítulo 66

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N/A: Díganme si les aparece el capítulo.
Hoy siento que es un día moderadamente distinto. Creo que es por el simple hecho que estoy obligada a usar un vestido. Subo la cremallera en mi espalda con dificultad y veo cómo la tela azul satinada se amolda a mi figura. Las piedras falsas de mi vestido reflejan la luz que proviene de la lámpara en mi mesa de luz. Le sonrío a la persona en el espejo, casi sin reconocerla detrás de un atuendo poco frecuente y una ligera capa de maquillaje. Mis pestañas están más oscuras y mis labios rojos. El resto está igual. Beck me prohibió cubrir mis pecas.
Miro por la ventana y veo el vidrio empañado. Detesto la idea de un baile en medio del invierno, pero es una estúpida tradición del colegio. Lo peor de todo es que tendré que ir al baile de promoción, que creo que eso lo odio igual de mucho.
Las luces navideñas de las casas, anticipan la festividad que llegará en tan solo dos semanas. Dos semanas. La simple idea me asombra. Aún no puedo creer que el año esté por terminar. Me quedan pocos días para estar con Beck antes de que se vaya una semana a Harrow. Será mi primera vez lejos de él y la idea no me agrada ¿Qué pasa si no lo extraño o si él no me extraña a mi? Es estúpido pensar de esta manera, tan solo somos un par de adolescentes hormonales, pero no puedo evitar pensar todos los escenarios posibles.
Mi teléfono suena, diestrayéndome de mis pensamientos. Beck me dice que salió de su casa y llegará aquí en unos minutos ¿Estoy lista? Eso creo. Honestamente, preferiría quedarme en casa y en piyamas. Afuera el viento ruge y considero no salir, pero la idea de ver a Beck con traje es lo único que me motiva a ir.
Escucho un auto aparcar frente a mi casa y me apresuro a correr hasta la puerta. Error. Había olvidado que llevaba tacos y lo recuerdo cuando caigo en cámara lenta y me estrello contra el suelo. Giro sobre el piso y apoyo mi espalda sobre las baldosas.
"Soy un desastre como dama" digo en voz alta, soplando un mechón de cabello que cayó a mi cara. Escucho alguien golpear la puerta y luego la abren. Elevo mi vista y veo, al revés, a Alessandro entrar a mi habitación.
"Beck está a... ¿Qué diablos estás haciendo?" me pregunta con media sonrisa en sus labios.
"Compruebo la temperatura del suelo" Alessandro gira sus ojos y se apoya contra la puerta.
"Lo que sea, tu novio está aquí" exhalo y me pongo de pie. O eso intento.
Sacudo mi vestido y tambaleo hasta la puerta. Al diablo. Sacudo mis pies y dejo caer los tacones que Amber me prestó y no tardo en colocar sandalias planas en mis pies. Respiro aliviada. Camino hasta las escaleras y lo encuentro a Beck, junto a la puerta. Su mirada se eleva y me mira con sorpresa. Puedo notar un color rojizo en sus mejillas y no tardo en tornarme colorada. Bajo por la escalera, procurando no tambalear. Pero teniendo a Beck vestido de aquella manera a tan solo unos metros, me resulta casi imposible. Observo la forma en que su pantalón negro se ajusta a sus largas y delgadas piernas. Luce sus usuales botas, pero esta vez son del mismo color que su pantalón. La luz de la cocina hace que sus tatuajes se trasluzcan por debajo de su camisa blanca metida dentro de sus jeans. Desearía poder ver el dibujo del barco en su brazo, pero está cubierto por un saco.
"Hola" le digo parándome frente a él. Beck tartamudea. Le sonrío y tomo su corbata en mis manos, creando más cercanía en ambos.
"¿Cómo quieres que solamente te lleve a este estúpido baile si te vistes de esta forma?" su rostro se acerca al mío. Siento la punta de su nariz rozando mi mejilla y su aliento caliente junto a mis labios. Cierro mis ojos instantáneamente "Podríamos echar todo al diablo y pasar la noche en otra parte"
"Lo dices porque quieres ir a tu casa a ver películas" Beck ríe contra mi oreja "No haré tanto esfuerzo de ponerme este vestido para no lucirlo"
"Lo puedes lucir conmigo en mi casa. Y luego te lo arranco" Me ofrece una sonrisa pícara y siento cómo mis mejillas queman. Me toma la mano y me empuja hacia él "Vamos a este estúpido baile"
Caminamos rápidamente hasta su auto. Puedo sentir el frío de la noche y el invierno que se acerca. No tardo en entrar y prender la calefacción. En cuanto enciendo el estéreo apoyo mi espalda en el asiento. Beck conduce por las calles oscuras. Estiro mi brazo para acariciar su cabello. Cada día está más largo.
"¿No planeas cortarte el cabello?" Beck niega con su cabeza rápidamente "Pero te quedaría tan lindo corto"
"Te enamoraste de mi siendo un chico grosero que te hacia llorar. No pretendas que eres quisquillosa" giro mis ojos y él sonríe.
Conducimos hasta llegar al instituto. Hay una gran cantidad de autos estacionados y puedo ver las luces por el pasillo que provienen de la cancha de baloncesto. Tirito hasta la entrada, con el brazo de Beck alrededor de mi cintura ¿Por qué harían un baile en invierno? A medida que camino, la música pop muy comercial y poco conocida para mis oídos, llega a mi. Puedo ver muchas caras conocidas, pero ninguna se voltea para verme. Sin embargo, unos cuantos ojos viajan a Beck, creo que están igual de sorprendidos que yo al verlo en un evento como este. Caminamos hasta una de las mesas del fondo, junto a la salida de emergencia. Mi profesor de Química está aquí, con su habitual expresión de 'odio el mundo, matenme o los mataré a todos'.
"¿Quieres tomar algo?" la voz de Beck suena junto a mi oído por encima de la música. Niego con mi cabeza y él deposita un beso encima de mi pómulo "Ya regreso"
Lo sigo con la mirada y él se voltea por una fracción de segundo, sabiendo que lo observo. Mantengo mis ojos sobre él, sin poder creer que el Beck que miro, es el mismo de seis meses atrás. A veces me cuesta creerlo. Suelo olvidar lo mucho que nos alejábamos del otro, sabiendo que volveríamos por más. Segundos después, Beck regresa con dos vasos con un líquido rojo dentro y camina hasta mí, esquivando gente que baila al ritmo de música que no conozco.
"Es una especie de jugo o algo así" me dice extendiéndolo frente a mi. Lo tomo en mis manos y llevo el plástico hasta mis labios. Un ardor baja por mi garganta cuando tomo.
"Esto tiene alcohol" carraspeo y Beck deja escapar una risa.
"Vi a unos de los del equipo colocandole Vodka" sacudo mi cabeza en disgusto "Jamás te vi tomar"
"Es un poco ilegal si aún no tengo 21" Beck me echa una mirada, haciéndome sentir como una puritana pulcra. Lo miro desafiante y termino el contenido de mi vaso, con un poco de dificultad.
"Tranquila, no quiero sostener tu cabello cuando vomites" extiendo el vaso y él lo toma. Parpadeo un par de veces, aún acostumbrándome al fuerte sabor "A menos que quieras volverte un poco loca, entonces anótame"
Beck toma de un solo sorbo el contenido de su vaso y lo golpea contra la mesa, salpicándome las gotas restantes.
"Me aburro" dice y me río.
"Estamos aquí hace sólo cinco minutos"
"Y hace cinco minutos que me aburro" se queja como un niño y acerca sus labios a mi oreja "Nos vayamos de aquí.
"Acabamos de llegar" mis palabras se contradicen con la forma en mis ojos se cierran en cuanto siento su aliento contra mi piel. Abro los ojos y veo a Ryan entrar junto a MacKenzie Adams "Además Ryan está aquí, me mataría si me voy"
"Nos vayamos antes de que nos vea, tenemos una puerta aquí al lado" Observo cómo Beck me mira expectante, ladeando su cabeza en dirección a la salida. Al mirar la fascinación en sus ojos por la oportunidad de poder irnos juntos lejos de todo, la idea cada vez me resulta más atractiva. Extiendo mi mano frente a él y Beck, como si no pudiera creer que aceptara semejante propuesta, deja escapar una risa cuando toma mi mano en la suya.
Nos ponemos de pie rápidamente, procurando que mi mejor amigo no nos vea porque se que me obligará a quedarme. Este tipo de eventos siempre fueron más importantes para él que para mí. El frío de la noche me golpea en cuanto salgo a la parte de atrás del colegio. Rodeamos el edificio y la música se va alejando. Poco a poco, mis oídos se acostumbran al silencio.
No tardamos mucho en encontrar su auto, al parecer todo el colegio sabe que ese lugar le pertenece a Beck. En cuanto subimos, el motor se pone en marcha y como si fuera instintivo, mis manos viajan al estéreo.
"No me digas que iremos a tu casa" digo y Beck me arroja una mirada fingida de desilusión "No lo se, tal vez esto es un plan para que regreses con tus series"
"Claro que no" se queja, pero no da más explicaciones.
Conducimos a través de la noche hasta el tanque casi se acabó. Mis ojos pesaban y su mano jugando con mi cabello y mi oreja, realmente no ayudaban a que me mantuviera despierta. De vez en cuando lo escuchaba cantar por lo bajo, con su voz grave pero afinada. Abandonamos la ciudad y cuando veo el cartel que lo indica, decido ceder ante mi sueño, sabiendo que me espera un trecho más largo de lo común.
Me despierto confundida, con Beck agitando suavemente mi brazo. Parpadeo unas cuantas veces intentando acostumbrarme a la luz que proviene de afuera.
"¿Dónde estamos?" mi voz suena áspera.
"Un motel. Me quedé sin combustible" su voz suena un tanto desilusionada, como si un plan que había en su mente hubiese fallado.
"Suena genial" intento animarlo. Beck esboza una sonrisa fingida.
Salimos del auto y mi vestido baila con el viento. Caminamos hasta la puerta de entrada. Sus brazos envuelven mi cuerpo frío. Una campana suena en cuanto la puerta de abre. Una chica con ojos cansados eleva su mirada para vernos.
"Bienvenidos a Motel Andalucía" nos recibe sin muchas ganas.
"Queremos una habitación" dice Beck con brusquedad. Desearía corregirlo, pero mi sueño aún batalla con mis ojos. La chica extiende una llave frente a nosotros y la recibo con una sonrisa que no me es devuelta.
Beck me sigue. Siento su mano tomar la mía y por algún motivo, crea anticipación en mi. Miro el número en el llavero y busco la habitación 47. La puerta gris con números rojos me indica que llegamos al cuarto indicado. Enciendo la luz, que no alumbra demasiado, y no me encuentro con nada del otro mundo, pero se ve como una pequeña aventura y eso es suficiente.
Camino pesadamente hasta la cama, en el centro de la habitación. Suelto mis cosas sobre el colchón y relajo mis hombros, aun sientiendo el sueño en mi. Siento las manos de Beck en mis hombros y me toman desprevenida. Cierro mis ojos y sus dedos bajan por mis brazos y viajan por mi espalda.
"Relájate" su voz susurra contra mi oído y siento su mano bajar la cremallera de mi vestido.

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