Mi alarma sonó y fue el sonido más espantoso y desgarrador que pudiera haber escuchado en la madrugada. No es sano despertarse a las cuatro de la mañana, y no fue sabio haberse quedado hasta la una de la madrugada mandándome mensajes con Ryan.
Consideré ignorar el hecho de que mi alarma había sonado ya dos veces, y me enfoqué en la comodidad de mi cama y la oscuridad de mi habitación. ¿Qué hay de malo con quedarme dormida? Pensé para mí misma. Pero en ese momento un destello vertical de luz entró por la puerta de mi habitación. Mi madre entró con una taza de café y prendió la pequeña lámpara sobre mi mesa de luz. Odio el café, pero es lo único que podrá despertarme.
"Apresúrate, Zoe, tenemos que estar allí antes del mediodía y el viaje es largo".
Tomé la taza caliente en mis manos y me incorporé sobre mi cama. Tan solo pensar en todo lo que podría dormir en el viaje, alegraba mi mañana. Luego de terminar mi café con mucho desagrado, abrí las puertas de mi monótono closet. Azul, negro y blanco predominaban entre mi ropa. Gran parte de ella estaba ya dentro de mi valija, y maldije en mi mente por olvidar separar un conjunto para usar ahora. Tomé unos pantalones de mezclilla y una camiseta roja. No es un color de mi preferencia, pero no estoy de humor como para vestirme mejor que esto. Luego de colocarme lentamente mis zapatillas, salí de mi habitación. Pasé frente al cuarto de mis hermanos, y los envidie porque ambos seguían durmiendo.
"Buon giorno, bella" Mi papá me saludó con una sonrisa. Aún vestía sus pantalones a cuadros de piyama, y su camiseta blanca. Su cabello color café estaba completamente revuelto, y sus ojos oscuros se camuflaban por encima de sus ojeras que denotaban lo temprano que se había despertado.
"Buen día, papá" Le respondí mientras caminaba hasta él. Posó un beso sobre mi frente e intentó acomodar mi cabello igual de revuelto que el suyo. Le robé su tostada a medio comer, y me dirigí hasta el gabinete de comida. Tomé la primera caja de cereales que encontré, y comencé a comer directamente del empaque.
"Sabes que a tu madre no le gustará verte comiendo así" Me advirtió mi padre. Giré mis ojos, aunque sabiendo que estaba en lo cierto, y tomé en mis manos el plato hondo que me estaba entregando. Allí eche una generosa cantidad de mis cereales de colores, y luego lo mezcle con un poco de leche.
Ya tengo todo listo. Como en todos los viajes que hago, mi valija cargaba lo justo y necesario. Se perfectamente qué cantidad de ropa usaría en el campamento, ya que he visitado aquel lugar desde que soy pequeña. Todos los veranos ese campamento me espera. Ansío poder llegar y zambullirme en el lago en cuanto tenga la oportunidad, pero sé que ahora que soy un poco mayor, me darán más tareas para hacer.
"¿Ya estás lista, Lisa?" mi padre le preguntó a mi mamá en cuanto bajó las escaleras. Ella asintió y él se levantó del taburete junto a la isla de la cocina "De acuerdo, vamos. Las valijas ya están en el auto"
Me aseguré de que tenía mi teléfono en mi bolsillo junto con mis auriculares, y salí tras mis padres. El cielo está completamente oscuro, y las calles se encuentran vacías. Es una madrugada tranquila en la pequeña ciudad de Mount Vernon.
Recosté mi espalda en el asiento de nuestro amplio auto, e inmediatamente dejé que la música entrara en mis oídos. Una mezcla de voces, melodías, instrumentos, épocas y emociones llenaron mis oídos. Opté por no leer durante el viaje, porque sólo me marearía, entonces me propuse a ver los árboles pasar hasta quedarme dormida. Luego de tres horas y media, y de haberme despertado unas cuantas veces porque una canción se reproducía con más potencia, entramos llegamos a destino. "Campamento Saint Lawrence" decía un gran letrero de madera con letras verdes en la entrada.

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REBEL
Teen Fiction#12 en Novela Juvenil (16/06/18) #78 en Novela Juvenil (26/10/17) #131 en Novela Juvenil (19/10/17) #261 en Novela Juvenil (3/10/17) #305 en Novela Juvenil (09/09/17) #431 en Novela Juvenil (04/09/17) #692 en Novela Juvenil (03/09/17) #888 en Novel...