En tu mirada encontré mi camino (Benedict Cumberbatch)

Imaginemos que eres tú

Pasé todo el fin de semana en mi casa con una botella de alcohol y una habitación apestada a humo de cigarrillo. La melancolía no dejaba de estar en mi interior y el alcohol en lugar de hacerme olvidar las cosas solo empeoraba el sentimiento, solo se mezclaban mis pensamientos, la culpa del accidente de mis padres, con la soledad que sentí y el recuerdo de Benedict besando a otra mujer. Ridículo, me sentía como una completa ridícula al estar pasándola realmente mal por esto.

Nunca fumé más que para encajar en un grupo en la preparatoria, pero nunca lo volví a hacer., hasta estos momentos. No lo hago por que me guste, sino por la ansiedad que sentía, no supe con que otra cosa calmarla. Realmente no me sentía mejor. 

La tarde del Domingo ya me había tomado unas cuantas copas y fue cuando mi sentido de la razón desapareció por completo, estuve a nada de marcarle a Benedict, pero en lugar de eso hice algo peor, le marqué a Sophie, pero eso no es lo peor, lo peor es quien me detuvo de decirle todos los insultos posibles a esta mujer. Si tan solo me hubiera concentrado en la llamada y no en abrir la puerta... 

Domingo

(Benedict) 

Sophie y yo habíamos salido desde que el fin de semana comenzó prácticamente todo el día y e sentí muy cómodo a su lado, pero mi mente estaba completamente en otro lado, en alguien más. El Domingo por la tarde fuimos a un restaurante italiano. Justo bajando del auto vi como el celular de Sophie comenzó a sonar con un nombre que me ocasionó curiosidad. 

¨Amiga de Benedict¨

- Linda, tu celular.-dije extendiéndole el móvil. 

-Bueno. 

No pude escuchar más de la llamada que duro escasos 30 segundas y después con una cara de confusión Sophie terminó la llamada. 

-¿Quién era? 

-Oh en realidad no sé bien, no logré entender nada de lo que dijo, parecía haber marcado por equivocación. 

-Sí.- reí un poco.- Pero por que la tenías guardada como Amiga de Benedict.- digo haciendo comillas ante estas ultimas palabras.

Ella toma mi mano y nos encaminamos a la entrada del restaurante.- En realidad el día que la agregué no recordé su nombre, solo supe que era tu amiga o tu compañera de trabajo. Sigo sin recordar su nombre ¿Cuál era?.- dice forzando sus ojos como si intentara recordar el nombre.- Era una chica como de mi estatura, cabello castaño.

-Vamos Sophie, hay muchas chicas así por el estudio que me conocen.

Estaba casi seguro de a quien se refería, pero no quería tener la razón sobre esto. 

-Su nombre era diferente,no lo había escuchado antes. Amber, Addie... 

-¿Audrey? 

-Por su puesto, ese era, Audrey. 

Sin darme cuenta mi sonrisa desaparece y mi semblante se torna triste. 

-Hey ¿estás bien?

-Claro que sí, solo que... estoy bien. ¿Entramos? 

La velada pasa como cualquier otra, varias pláticas sobre cosas no muy importantes, comida, más platica, vino, bastante por mi parte, la cuenta y regresamos al auto. 

-¿Seguro que te sientes bien? Te vi algo distraído durante la cena. 

-¿Ah si? En realidad sentía que varias personas no me quitaban la mirada de encima. 

-No mientas, solo había una pareja de ancianos cerca. 

-Más espeluznante aún.

Ambos reímos un poco y soy yo quien toma la palabra.