Como si no importara

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-Ana, no esperaba verte por acá. 

-Te dije que estaría en Los Ángeles durante un mes. 

-Sí, yo...yo me refiero a verte aquí, en está plaza. 

-Oh Edward cosas del destino supongo. ¿Y quién es ella? ¿No nos presentaras? 

-Oh claro.- dice tomándome del hombro.-Ana, ella es Audrey una amiga mía, Audrey Anna. 

Yo solo estiro mi mano sin nada que decir, fijándome en cada aspecto de la mujer, no en el sentido para juzgar, si no hay algo que se me hace familiar en ella. 

-Audrey, que nombre tan peculiar. Me parece haberlo escuchado en alguna parte. 

-Puedo decirle que no es muy común. 

-Ya lo recordaré.-dice retándole importancia.- Y bien Edward.- dice llevando a Eddie más lejos de mi mientras lo toma de la espalda y le dice algo en voz baja. 

Regreso a donde estaba sentada y saco mi celular fingiendo hacer algo, pero por alguna razón hago el intento por escuchar que es lo que dice está misteriosa mujer. 

-Entonces nuestra cita sigue en pie. 

Es lo único que escucho antes de sentir la mirada de Eddie en mi y ver de reojo como asiente con la cabeza. 

-Pues Audrey, que gusto conocerte. 

-Igualmente ¿Ana? 

Ella me dedica una sonrisa aprobatoria y después me da por completo la espalda para dirigirse a Eddie y depositar un beso sobre su mejilla y un cariñoso abrazo antes de marcharse no sin antes poner sus enorme gafas de sol. 

-Lamento tanto eso.- es lo primero que dice Eddie antes de mirarme con una cara de culpabilidad. 

-No fue tu culpa.- digo confundida. ¿Por qué lo lamentarías?.-  Acomodo  mis cosas en mis bolsillos.- Vamos salgamos de aquí.- Tomamos las bolsas y buscamos la salida del estacionamiento. Tenemos una charla normal, pero  mi cabeza no deja de rondar algo que me dice que conozco a esa mujer de algún lado. 

-Es británica ¿no?, tu amiga. 

-Ana, sí. 

-Su acento apenas y es notable. 

-Sí.- dice cortante. 

-¿Qué tienes? ¿No te agrada? 

-No, no es eso. 

Espero a que me conteste  o diga algo más pero parece no tener la intención de hacerlo, por lo que dejo de insistir y continuo caminando en silencio. 

-Me adelantaré al auto.- digo quitando las llaves de la mano de Eddie sin pedirlas. 

Durante el camino tengo esa sensación de estar a punto de reconocer a Ana pero algo bloquea mis pensamientos. 

-Maldición.- digo estresada por no poder recordar. Subo las cosas al auto y después abro la guantera buscando un poco de papel para limpiar mis manos sudorosas por cargar con el peso. Encuentro una cajetilla de cigarros y un encendedor arriba de esta. La abro y esta a la mitad, saco uno, lo pongo entre mis labios e inhalo para encenderlo. 

-Ana, no podrías ser ella. 

-Listo, vayámonos.-escucho a lo lejos la voz de Eddie.

-¿Estás fumando? 

-Claramente, ¿oye cuál es el apellido de Ana?  

-¿Qué importa? 

-Solo quiero saberlo. 

En tu mirada encontré mi camino (Benedict Cumberbatch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora