La calma eres tú

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-¿Qué haces aquí? 

-Para que contestar eso. 

-Yo... estaba visitando. 

-Ni te molestes. Era bastante obvio. No suelo ser suficiente. 

-Podemos conversar. 

-Me tengo que ir y tu no puedes dejarla esperando.

Antes de irme veo desde atrás a Anna con solo una bata de dormir y no se que más hacer. Camino de nuevo hasta el auto y entro azotando la puerta. 

-Ya está. Hay que irnos. 

-Audrey, todo estará bien. De haber sabido...

-Yo lo sabía, por eso accedía venir. No dejen que les arruine la noche. Pueden dejarme cerca de mi departamento, está cerca de aquí. 

-Claro lo que sea.- dice la chica intentando actuar seria dentro de su borrachera.- Pasaremos a dejarla aquí esta su dirección. 

Es todo lo que recuerdo antes de amanecer en mi sillón aún con el vestido de la noche anterior, el cabello como nido de ave y el maquillaje corrido. De forma casi automática comienzo mi rutina matutina. Mientras termino de ducharme reflexiono todo lo que sucedió la noche anterior, dejo a un lado el bochornoso momento con Eddie y me concentro en lo realmente importante y la estupidez que cometí con Benedict. 

A pesar de que ya tenía tiempo sin verlo, el que apareciera nuevamente despertó ilusiones y sentimientos en mí que estaba dispuesta a olvidar. Haber bailado con él hizo el momento perfecto de la noche, ese silencio momentáneo fue...cómodo. Sé que tarde o temprano tendré que afrontar los hechos y la situación, aunque, me gustaría saber realmente a lo que me enfrento o poder tener algo en claro, pero cuando se trata de Benedict, nada lo es. 



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Paseamos hasta llegar a una acogedora pizzería adaptada al estilo italiano. Ofrecen una amplia variedad de vinos y pizzas con ingredientes gourmet bastantes desconocidos para mí, pero con los cuales Ben parece estar familiarizado. 

-Eso será todo. 

El amable mesero se va, dejándonos solos. 

-¿Cómo te fue ayer? 

-Bien, no me quede mucho tiempo después de que te fuiste. Me despedí de algunos antiguos colegas y amigos.- Él hace una mueca de confusión, sin dejar de tener la mirada baja.- ¿Qué te pasó? 

-¿A qué te refieres? 

-Estabas con varias chicas tomando como adolescente. 

-Oh, eso. No fue nada... Quiero decir....No, no no quise decir eso, solo que no tengo idea de por que lo hice. 

En tu mirada encontré mi camino (Benedict Cumberbatch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora