En tu mirada encontré mi camino (Benedict Cumberbatch)

Flash

-Eso fue divertido.-dice Benedict con una sonrisa incomparable en su rostro.- No puedes negarlo. 

-Bien, sí estuvo divertido.- digo sonriendo un poco por fin. 

-Anímate un poco.-Menciona rodeándome con su brazo y apretando un poco contra él.-Sigo sin creer que ese perro te hizo reír más que todo el espectáculo. 

Al recordarlo, suelto una carcajada y rodeo como por instinto a Benedict con mis brazos.-Fue demasiado épico. 

Estamos por llegar a la salida del estadio y aún por los pasillos y unas personas se nos acercan, o mejor dicho se le acercan a Benedict interrumpiendo la platica entre los dos. Me alejo para dejar que se tomen las fotos que quieran con él. Y no sé que hacer, solo saco el celular y me entretengo como puedo. Veo que más gente comienza a llegar y pierdo de vista a Ben. 

-¿Y están saliendo? 

-¿Disculpe? 

Levanto la mirada y un hombre se me ha acercado incómodamente.

-Tu y Benedict Cumberbatch. 

Suena tan raro que alguien diga su nombre completo y no sea yo. 

-Ni siquiera la conozco. 

-Solo me enviaron a tomar fotos, obviamente no me conoces y yo solo te hice una pregunta. 

Ignoro por completo a la mujer regresando la vista a mi celular y de reojo veo una luz de flash que me hace rabiar. Esta mujer acaba de tomarme una foto con el flash más grande que pudo encontrar con luz de sobra y escasos centímetros de mí. 

-¿Qué le sucede? 

-Te dije que vine por fotos. 

-Eso no te da el derecho a tomarme fotos así. Además de que el flash era innecesario que demonios. 

-Yo solo hago lo que me piden. 

-Oh si claro, regreso la vista a mi celular.- Vete a la mierda.- susurro. 

-He lidiado con adolescentes famosos que se comportan más maduros que tú. 

¿Qué con esta mujer? No la conozco y ya la odio. 

Resoplo antes de moverme al otro lado del amplio pasillo del estadio. Permanezco ahí e inevitablemente miro a la mujer que ahora me toma fotos ajustando su estúpida cámara haciendo un zoom o algo parecido. Me tranquilizo y la ignoro nuevamente, no sin dejar de ver todo lo que hace por fastidiarme. Está al teléfono, pero su mirada no deja de pasearse sobre mí, con risa burlona veo que tiene que ver con algo mío o de Benedict, lo presiento. Veo a más gente acumularse alrededor de Benedict y unos cuantos camarógrafos comienzan a integrarse. Así que así se consiguen todas las fotos de los famosos, nunca me puse a pensar en eso. Varios flashes se posan en la multitud que lo rodea, cuando veo que la odiada mujer comienza a cercarse a unos cuantos y señalarme descaradamente para que me fotografíen por igual. 

No me afecta en nada seguirle el juego a esa mujer, pero no hay nada que pueda hacer. Por aburrimiento grabo un vídeo y lo subo a Instagram. Recién recibe mi mensaje, por fin sale Benedict de la multitud y se me acerca. 

-Listo, vamos. 

Caminamos a la entrada y a unos cuantos pasos, busco en mis bolsillos y he olvidado el celular. 

-Puta. Benedict, espera, olvidé algo. 

No me fijo ni siquiera si me escucho o no y regreso a paso veloz a la banca en donde estaba, por suerte lo encuentro. Volteo buscando al frente a Benedict y de nuevo lo he perdido. 

-Vaya noche. 

Tardo otros diez minutos intentando hallarlo alrededor de los largos y que parecen infinitos pasillos resbalosos del lugar. Siento como tiran de mi mano y por instinto me suelto de no muy linda manera. 

-Audrey soy yo. 

Esa inconfundible voz me tranquiliza pero no por mucho. 

-Ya me quiero ir.- digo aferrándome a su agarre. 

Nos vamos de la mano buscando la entrada que perdimos entre todo el lío de gente. Saliendo justo al dar vuelta una serie de personas fotografiando profesionalmente lanzan sus luces contra nosotros. No entiendo nada. 

-Ya ves lo que ocasionas.- digo burlona. 

El rasca su frente y sigue caminando con una sonrisa apretando aún mas mi mano. Por suerte no dejó la motocicleta muy lejos. Subimos y nos siguen de cerca las personas. Benedict se encarga de encenderla y con cuidado esquiva a los camarógrafos que se ponen enfrente. 

A la mañana siguiente, me despierto y lo primero que hago es buscar mi celular. Anoche me quedé dormida con él escuchando música y ahora lo he perdido entre las sabanas. 

Afortunadamente aún tiene algo de bateria, me veo tentada a buscar las fotos que probablemente salieron a la luz ayer, pero es cuando el recordatorio del vuelo de hoy aparece. Me hace olvidarme de todo y concentrarme en la hora. Es tardísimo, me queda una hora para empacar y otra para llegar al aeropuerto. 

En el camino en taxi, me dedico a pasear por Instagram, no hay nada que no haya visto antes, fotos aburridas de amigos, fotos presumidas de famosos, vídeos estúpidos que deberían dar risa. Reviso mis notificaciones y mis seguidores han aumentado. Mi tentación se ve realizada cuando busco con una etiqueta el nombre de Benedict y me encuentro con fotos nuestras ayer, con una cantidad ridícula de comentarios y corazones. Hay fotos de nosotros durante el partido, con el beso robado, saliendo del partido y más abajo hay unas mías donde me encuentro sola concentrada en mi celular. Reviso los créditos y encuentro el perfil de la mujer que me molestó ayer, me dedico a investigar un poco sus fotos y me encuentro que tiene unas cuantas con la ex de Benedict ya sea estando de vacaciones o en fiestas. 

Esto es pura coincidencia ¿cierto?