Ella no se había sentido así desde hace mucho tiempo,el la complementaba de una manera que nunca se imaginó posible. Los sentimientos estaban ahí,eran claros.
El cree que esta chica es única, no había logrado ser tan feliz hasta que ella le dio mot...
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(Antes de la conversación)
-Recuerdame que estamos haciendo.
-Estamos tomando venganza de algunos chicos. -dice Leonora con la cabeza fuera de la limusina. Pasamos a unas casas y el chofer privado de una de las niñas ricas que nos acompaña va al volante.
-Hora de irnos Señoritas.- dice antes de acelerar el vehículo.
-Esto es demasiado, parecemos niñas pequeñas.
-Disculpe anciana, pero nosotras tenemos todas 21. Anímate un poco, es más, dime un lugar y a ese lugar iremos.
-No se me ocurre nada.
-Si como no... Hace rato mencionaste a esta mujer Anna.
-Anna Hunter. ¿Ella qué?
-Tampoco me agrada. Puso a mi mejor amiga en mi contra, la mujer es toda una víbora. Yo digo que la visitemos.
-Oh por favor no.
-Vamos, vive a unos 10 minutos de aquí.
Las veo por un tiempo y después me tiro por completo en el asiento trasero del auto.- Como quieran.
Llegamos hasta las afueras de un fraccionamiento. y doblamos en una calle, estacionamos unas casas antes de donde me dijeron es.
-Audrey, tu turno.
-¡Yo no iré!
-Solo tienes que tocar el timbre para que salga y regresas, aquí nos encargaremos de todo. Eres la única que se puede mantener de pie todo este camino. Te ha dado borrachera y depresión, pero al menos tienes control de tus piernas.- dice balbuceando una que otra palabra y riendo entre error y error.
Cuando me doy cuenta ya estoy caminando hacia una puerta con dolor en las plantas de mis pies,una superficie rocosa me lleva hasta la entrada frontal de la puerta. Toco la puerta con el puño, pero depués me doy cuenta de que hay un timbre justo al lado.
-Oh.
Escucho unos pasos viniendo hacia la entrada y unos susurraros detrás míos que quizás son las chicas diciéndome que vuelva, pero las ignoro. Espero a que abran la puerta.
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