6. La porrista de la nariz roja (Parte 2/2)

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-Señor Preston.

-Directora Pellyng.-Lucas estrechó su mano.

-¿Su esposa?-me miró.-¿es usted la madre de Phoebe?-bufé.

¿Acaso me veo con la edad de ser madre?

-No, señorita. No soy la madre de esta chica.-tomé aire y miré a Phoebe. Estaba impecable, sin ni un solo rasguño, y, a su lado, una chica rubia, con el uniforme con una enorme mancha azul en él y la nariz vendada.

-Phoebe...-comenzó Lucas. Ella ni siquiera alzó la vista.

-Señorita Darcy.-ambas miramos.-explíquele a su tutor lo ocurrido.

-¡Yo no hice nada, ni siquiera la toqué!

-¡Es mentira! ¡Caí por su culpa! ¿No ven acaso que tengo la nariz rota?-chilló la rubia de nariz vendada.

Tocaron la puerta. Un chico de cabello castaño entró apresurado a la oficina.-¡Lucas!-el chico sonrió aliviado a mi jefe.

-Mateo.-el chico caminó hasta él y Lucas le dio una palmada en el hombro.

-Phoebe no hizo nada.-afirmó, de pie junto a Lucas.

-¿Qué?-parecía que los ojos de la porrista se iban a salir de sus orbitas.-¡Mateo!

-¿Puedo abogar?-habló el chico. La maestra asintió.-Mira, hermano.- ¡Cierto, el menor de los Preston! -estamos ensayando un musical. Phoebe tiene más talento que Ceyda-la porrista se enrojeció al punto de que creo que casi se desmaya.-y la maestra puso a Phoebe en un papel más importante que el suyo, opacándola... solo un poco.-trató de arreglar el desastre que acababa de armar.-Ceyda enfureció, se fue a lanzar sobre la espalda de Phoebe, ella se hizo a un lado y... bueno, Ceyda se fue de cara a la pared, luego cayó al suelo y se le derramó la bebida encima.-alzó los hombros.- Phoebe no hizo nada.

-¡Mateo!-volvió a recriminar la chica, con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Es eso cierto?-Phoebe asintió y la chica se quedó con la mirada en el suelo.-Señorita Vilmaz, ¿iba usted a atacar a la señorita Darcy?

-Pues... ¡No! Es verdad, yo estaba molesta, ¡pero jamás la habría golpeado! ¡Ella me hizo una zancadilla! ¡Mateo, di la verdad!

-Bueno, pues, yo no la vi.-el chico se rascó la nuca.

-¡Mateo!-volvió a lloriquear la chica.

-...no es cierto.-habló Phoebe, en un hilo de voz.-yo sí le hice una zancadilla.

Lucas, Mateo y yo abrimos los ojos como platos, y los ojos de la chica se iluminaron casi con agradecimiento por un segundo.

Solo por un segundo.

-¿Lo ve?-le chilló a la directora.-¡Ella sí hizo la zancadilla!-Miré a Phoebe, impresionada por su sinceridad. De una forma un otra esto va a llegar a oídos de mi padre -no por mi precisamente)-, me sorprende su valentía.-a mi padre no le gustará para nada mi nariz rota. Esto tendrá-se cruzó de brazos.-consecuencias legales.

Lucas había vuelto a su posición habitual, mirando desinteresadamente su teléfono.-Oh, por supuesto, espero la demanda en mi oficina. Si el caso es ese, te recuerdo que el abuelo de la chica es Mark Darcy, uno de los mejores abogados de la corte suprema.-la chica frunció el ceño.-En cuanto a ti, Ceyda, ten claro que se detendrá en el momento que presione ¨enviar¨ en éste mensaje-giró la pantalla hacia ella, mostrando un mensaje recién escrito.-la impresión mundial del libro de tu hermana, y te aseguro que me encargaré de que ninguna otra imprenta sea capaz de imprimir el libro de Deniz. En cuanto a la escuela-se dirigió a la directora.-en caso de que quieran expulsar a mi pupila, conseguiré otra escuela para ella, mis dos hermanos y mis sobrinos.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora