-¡DARCY!¡DARCY, ABRE LA MADLITA PUERTA!-grité, dando fuertes golpes con lapalma de mi mano en la puerta de su apartamento.
-¡Oye!¿Qué te pasa?-me regañó Phoebe, abriéndome la puerta en pijama.
-¿Estátu tía?-bramé, abriéndome paso en el apartamento. La oí cerrar lapuerta.
-N-No,salió a-
-¿CONQUIÉN? ¿CON QUIÉN SALIÓ?
-¡Oye,oye, oye, te calmas, idiota, a mi no me hablas así!-gruñó,cabreada. Suspiré.
-Losiento. Es solo... necesito hablar con ella.
-¿Quees eso tan urgente? ¿Que te pasa?
-Necesitoun prenupcial.
***
-Yallegué.-saludé, dejando las llaves en la mesa, viendo a Phoebeponerse de pie como un resorte y correr a mi lado.-¿Quién esta enla cocina?-pregunté, oyendo ruidos provenir de ahí.
-Shh,shh.-me hizo callar. La miré confundida.-Lucas, Lucas estáahí.-maldita sea.-lleva media hora comiendo masa paragalletas cruda, se comió todo lo que había en el refrigerador.
Abrílos ojos como platos.-¡PRESTON!-bramé.
-¡Shh,Shh, lo vas a espantar!-chilló, antes de salir corriendo a suhabitación. Lucas se giró a mi, con la boca llena y los ojos casidesorbitados.
-Hastaque llegas.-balbuceo, tragándose lo que tenía en la boca.-¿Dóndeestabas?-preguntó, molesto.
-¿Ya ti que te importa?-gruñí.-¿Que te crees? ¿Mi dueño?
Caminóenfurecido a mi y me tomó por la cintura.-Tal vez.-murmuró,haciendo que se me pusiera la piel de gallina.
-Suéltame.-ordené,zafándome de su agarre.-¿Que quieres? Ni siquiera estas ebrio, ¿porqué actúas así?
-¿Comosabes que no estoy ebrio?-inquirió, arqueando una ceja.
Tomélos dedos de su mano derecha, elevándola.-No puedes beber una solagota de alcohol sin que se te marquen las venas de la mano y elcuello.-alzó las cejas.-¿Ves? Están normal.-indiqué, pasando la yema de mi dedo índice por donde se hincha su vena. Todo loopuesto a sensual.
Retirémi mano de golpe al notar que estaba tomando la suya.-Vaya que meconoces.-se jactó, sonriendo de lado.
-¿Quehaces aquí?-reiteré mi pregunta anterior.
-Bueno,ya que estas aquí, puedo hacer esto sin sentirme más raro de lo quedebería.-habló, soltando el tubo con masa para galletas ydirigiéndose a mi habitación.
-Lucas...¿Lucas, que haces?-gruñí, persiguiéndolo hasta mi habitación,donde se lanzó de cara sobre mi cama... ¿olfateando?-¿Que mierdaestas haciendo?
Sepuso de pie.-Huele a hombre.-recriminó, molesto. Me tomé el tabiquede la nariz, cerré los ojos y suspiré.-El durmió aquí, ¿no? ¡Lukedurmió aquí! ¿verdad?
-¡Quemierda te pasa!-bramé, molesta.-¿Esto es una escena de celos?
-¡Soloresponde!
-¡Sí,joder, el durmió aquí!-dio un traspié y me miró dolido. Claro,expresión que duró apenas un segundo antes de volver a su expresióndura.-¿A ti que te importa eso? ¡Duermes con otra mujer todos losdías, otra mujer que resulta ser tu ESPOSA!-grité.
-¡Mevoy a casa de Ariana!-oí a Phoebe informar, antes de escucharlasalir corriendo y dar un portazo.
-¡Dijisteque yo fui un jodido error!-continué, mientras me miraba enfurecido.-¡Deja de jugarconmigo, mierda!
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El Diario de Emily Darcy
Literatura FemininaDistante. Calculador. Comprometido. La fruta ABSOLUTAMENTE prohibida, en mil y un sentidos para ella. Torpe. Astuta. Una Darcy. LA Darcy. Cualidades que la hacen absolutamente enloquecedora para él, en mil y un sentidos. Hija de un prestigioso abog...