50. ¡Lo vas a espantar!

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-¡DARCY!¡DARCY, ABRE LA MADLITA PUERTA!-grité, dando fuertes golpes con lapalma de mi mano en la puerta de su apartamento.

-¡Oye!¿Qué te pasa?-me regañó Phoebe, abriéndome la puerta en pijama.

-¿Estátu tía?-bramé, abriéndome paso en el apartamento. La oí cerrar lapuerta.

-N-No,salió a-

-¿CONQUIÉN? ¿CON QUIÉN SALIÓ?

-¡Oye,oye, oye, te calmas, idiota, a mi no me hablas así!-gruñó,cabreada. Suspiré.

-Losiento. Es solo... necesito hablar con ella.

-¿Quees eso tan urgente? ¿Que te pasa?

-Necesitoun prenupcial.

***

-Yallegué.-saludé, dejando las llaves en la mesa, viendo a Phoebeponerse de pie como un resorte y correr a mi lado.-¿Quién esta enla cocina?-pregunté, oyendo ruidos provenir de ahí.

-Shh,shh.-me hizo callar. La miré confundida.-Lucas, Lucas estáahí.-maldita sea.-lleva media hora comiendo masa paragalletas cruda, se comió todo lo que había en el refrigerador.

Abrílos ojos como platos.-¡PRESTON!-bramé.

-¡Shh,Shh, lo vas a espantar!-chilló, antes de salir corriendo a suhabitación. Lucas se giró a mi, con la boca llena y los ojos casidesorbitados.

-Hastaque llegas.-balbuceo, tragándose lo que tenía en la boca.-¿Dóndeestabas?-preguntó, molesto.

-¿Ya ti que te importa?-gruñí.-¿Que te crees? ¿Mi dueño?

Caminóenfurecido a mi y me tomó por la cintura.-Tal vez.-murmuró,haciendo que se me pusiera la piel de gallina.

-Suéltame.-ordené,zafándome de su agarre.-¿Que quieres? Ni siquiera estas ebrio, ¿porqué actúas así?

-¿Comosabes que no estoy ebrio?-inquirió, arqueando una ceja.

Tomélos dedos de su mano derecha, elevándola.-No puedes beber una solagota de alcohol sin que se te marquen las venas de la mano y elcuello.-alzó las cejas.-¿Ves? Están normal.-indiqué, pasando la yema de mi dedo índice por donde se hincha su vena. Todo loopuesto a sensual.

Retirémi mano de golpe al notar que estaba tomando la suya.-Vaya que meconoces.-se jactó, sonriendo de lado.

-¿Quehaces aquí?-reiteré mi pregunta anterior.

-Bueno,ya que estas aquí, puedo hacer esto sin sentirme más raro de lo quedebería.-habló, soltando el tubo con masa para galletas ydirigiéndose a mi habitación.

-Lucas...¿Lucas, que haces?-gruñí, persiguiéndolo hasta mi habitación,donde se lanzó de cara sobre mi cama... ¿olfateando?-¿Que mierdaestas haciendo?

Sepuso de pie.-Huele a hombre.-recriminó, molesto. Me tomé el tabiquede la nariz, cerré los ojos y suspiré.-El durmió aquí, ¿no? ¡Lukedurmió aquí! ¿verdad?

-¡Quemierda te pasa!-bramé, molesta.-¿Esto es una escena de celos?

-¡Soloresponde!

-¡Sí,joder, el durmió aquí!-dio un traspié y me miró dolido. Claro,expresión que duró apenas un segundo antes de volver a su expresióndura.-¿A ti que te importa eso? ¡Duermes con otra mujer todos losdías, otra mujer que resulta ser tu ESPOSA!-grité.

-¡Mevoy a casa de Ariana!-oí a Phoebe informar, antes de escucharlasalir corriendo y dar un portazo.

-¡Dijisteque yo fui un jodido error!-continué, mientras me miraba enfurecido.-¡Deja de jugarconmigo, mierda!

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora