31. ¡LO GRABÉ TODO!

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Lucas me ayudó a meter las bolsas que había traído el pobre Steve solo (no entiendo como un chico tan flacucho fue capaz de cargar eso por su cuenta) y me subí a mi adorado mini blanco.

-¿Hola?-se escuchó por los parlantes del auto.

-¿Levine? ¿Estás con los chicos?

-Sí, estamos tomando un poco de vino, ¿Qué pasa?-y decían que la alcohólica soy yo.

-¿Pueden venir a mi casa? No tengo vino, así que deben traer.

-En cinco minutos llegamos.-oí a Marcus lanzarse sobre el teléfono.

Suspiré y finalicé la llamada. Miré mis manos, firmes en el volante, con mis uñas medianamente largas y bien cuidadas, mi piel hidratada y mis dedos delgados. Me miré un par de segundos en el espejo retrovisor en la luz roja. Ojos azules, cabello rubio, mis facciones... pero aún así, ¡No me comparo con una modelo!

Es imposible que Lucas sienta algo por mí.

Miré bien por el retrovisor y el Bugatti negro de Lucas venía atrás mío. Suspiré.

Los chicos tienen que dejar de meterme cosas en la cabeza.

Estacioné el auto, apagué el motor y recargué la cabeza en el manubrio. Un par de segundos después elevé la mirada y ahí estaba Lucas parado, tecleando en su teléfono.

-¡Mierda!-alzó la mirada, confundido.-¡Me asustaste!-recriminé, bajando del auto.

-No te iba a dejar subir todas esas bolsas sola.-alzó los hombros. Luego de que Steve se fue recordé unas treinta cosas que tenía que comprar, así que la cantidad de bolsas que debió bordear las cinco, se vio aumentada a veinte.

-Seguro, gracias.-sonreí, tomando tres bolsas mientras que Lucas con toda la facilidad del mundo tomó las demás.

Cuando llegamos a mi apartamento, los tres chiflados estaban parados de brazos cruzados frente a la puerta. Los ojos de Jade y Marcus se ensancharon al ver a Lucas caminar a mi lado. Por reflejo lo empujé por el pecho, haciendo que chocara con la pared. Diablos, tenía la ilusión de que hubiera una habitación secreta por la cual pudiera desaparecer o algo así.

-¿Que diablos te pasa, Darcy?-increpó molesto.

-Lo-Lo siento, me-miré a los chicos y tragué saliva.-me tropecé.

Lucas rodó los ojos.-Clumsy...-murmuró.

-¡Idiota!-le golpeé el hombro, acción suficiente para que Jade y Marcus atacasen. Marcus empujó a mis dos amigas y se adelantó a nosotros.

-Marcus Black.-se presentó, estirando su mano hacia Lucas y golpeándome un pecho.

-Lucas Preston.-Lucas levantó la mano tranquilamente, como si no pesara nada, siendo que llevaba al menos diez bolsas en ella.-¿Es tu novio?-preguntó, divertido.

Marcus dio una sonora carcajada, ganándose un golpe en el estómago de mi parte que lo dejó sin aire.

-No es mi tipo.-murmuró cuando recobró el aire.-Pero tu si que lo eres.-alzó las cejas repetidamente, sonriente. Lucas sonrió de lado y alzó la mano.

-Lo siento, estoy comprometido.-bromea, indicando el anillo en su dedo anular.

-No se te nota.-murmuró Levine.

-No por mucho.-agregó Marcus, siendo empujado por Jade, mientras el pobre Lucas miraba sin entender absolutamente nada. Tampoco yo entiendo nada, pero ha de ser por las pastillas que tomé.

-Jade Miller.-mi amiga extendió su mano y Lucas la estrechó.

-Lucas Preston.-Jade sonrió y se retiró junto a Levine.-Bueno, Clumsy, ya que estás con tus amigos-dejó las bolsas en el suelo.-supongo que podrán ayudarte con las bolsas.-hizo una leve reverencia con la cabeza.-me retiro. Buenas noches.

Lo vi. Lo noté en su mandíbula apretada. Está molesto.

Se dio media vuelta y caminó a la escalera de incendios.

-Entren las bolsas.-instruí, quitándome los tacones y lanzándoles mi bolso.-las llaves están por ahí, el llavero es un peluche, no será difícil encontrarlo.-lancé los tacones hacia ellos y corrí por la escalera.-¡Lucas!-chillé, sin verlo.-¡Maldición! Había olvidado que no me puedo agitar con esta jodida contusión.-continué subiendo tan rápido como mis torpes piernas de jirafa me lo permitieron, hasta que alcancé a ver la espalda de Lucas desapareciendo por una puerta en el último nivel del edificio.-¡Lucas!-volví a llamar, deteniendo la puerta y corriendo tras él. Alcancé a tomar su hombro justo cuando estaba abriendo la puerta.-¿Que te pasa?

-¿CREES QUE NO LO NOTÉ?-di un traspié.-¿Crees que no noté que tus amigos creen que tenemos algo?

-¡Espera! ¿Por qué te al-

-¡Por cosas como estas es que mi matrimonio se está yendo al infierno!-golpeó con el puño la puerta de su apartamento.-Por ti es que mi matrimonio se está yendo al infierno, ¡Todos piensan-

-¿QUE ES LO QUE TODOS PIENSAN, EH?-increpé, sorprendiéndolo.-¿QUE ESTOY ENAMORADA DE TI? ¿QUE ESTÁS ENAMORADO DE MÍ?

-¡NO LO SÉ!-volvió a golpear la puerta.-No sé que es lo que todos piensan.-se giró hacia mí, con los ojos casi desorbitados.-El problema-farfulló, comenzando a abrir la puerta del apartamento.-es que lo que todos piensan esta comenzando a afectar-abrió la puerta y entró en el apartamento.-en lo que yo pienso.

Y dio un portazo.

Me giré hacia la puerta de la escalera, y ahí estaban, Marcus, Jade y Levine, con Marcus al medio alzando su iPhone, victorioso.

-Lo grabé todo.-murmuró, consternado, como si el mismo no se lo pudiera creer.

Volvimos al apartamento. Mateo estaba como esclavo junto con Phoebe entrando las bolsas una a una, con cara de cansancio.-Maldito mocoso, tienes dieciséis años, ¿Dónde está tu vitalidad?

-Me despertaste con un pantuflazo, no jodas.-farfulló, entrando la última bolsa en una mano y con mis tacones y mi bolso en la otra.

Jade cerró de un portazo, mientras Marcus y yo estábamos sentados consternados en un sofá, Levine encendía su cigarrillo y Phoebe preparaba algo de comer junto a Mateo.

Marcus le dio reproducir al video. Al escuchar la voz de Lucas, Phoebe y Mateo se acercaron a nosotros.

-Carajo...-murmuró Mateo, sin quitar los ojos de la pantalla, de pie tras el sofá en que Marcus y yo nos encontrábamos.

-¡Son unos idiotas!-recriminé, poniéndome de pie y lanzándole a Marcus en la cara el cojín que tenía abrazado.-¡Hace tres días para mí Lucas era solo un amigo, no sentía nada por él!-chillé, tomándome la cabeza y sentándome en otro sillón.

-¿Y ahora sí?-trago saliva y clavo la mirada en el suelo. Oigo un suspiro de parte de Jade.

-Criatura de hermosas facciones talladas por los ángeles, ven aquí.-Marcus palmó el sitio vacío a su lado y todos lo miramos confundidos.-el chico Preston, le hablo al chico Preston.-todos asentimos con la cabeza y Mateo se sentó junto a él.-¿Crees que tu hermano sienta algo por Emily?

-Uhm...-comenzó.-Uhm...

-Tan lindo y tan bobo.-murmuré.

-¡Es mi novio del que estás hablando!-regañó Phoebe, lanzandome una almohada en la cabeza.

-¡Contusión!-lloriqueé en su dirección, sobando mi cabeza.

-Responde, niño bonito, sí o no.

-Uhm...

-¡Mateo!-regañó Levine.

-Sí.


El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora