46. El Vals de los novios

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-Lucas.-me giré hacia donde me llamaban.

-¿Me disculpan?-me excusé con el grupo de personas con las que estaba hablando.-Dime.-me giré a Luke, que caminaba a mí cual toro.

¿Quiere golpearme?

Se detuvo a mi lado y puso una mano en mi hombro.-Hombre, fue difícil encontrarte en este lugar, la cosa es realmente colosal.-rodé los ojos y sacudí la cabeza.-¿Alguien me puede dar un vaso con café?

-Café... ¿para que necesitas café?-pregunté, frunciendo el ceño.

-Emily ya perdió la lucidez, esta completamente ebria.-suspiró.-¿Puedes decirme de donde sacar café?

Sacudí la cabeza.-Café... en la mesa de los postres había una cafetera.-asentí, rascándome la barbilla.-ve por el y yo traeré a Emily, ¿bien?-alzó los hombros y asintió.-¿Dónde esta?

-La dejé junto a un árbol, al lado de la entrada de la sala de los sacerdotes en la iglesia.

Asentí y salí de la carpa, indicándole con el dedo a Luke donde estaba la cafetera.

Comencé a pasear por el jardín y busqué por todos los arboles en el area que Luke me había indicado, pero nada.

-¿Y Emily?-doy un respingo cuando oí la voz de Luke, que venía con un vaso blanco humeante en la mano. Alcé los hombros.

-¡Lucas! ¡Luke!-oí la voz ebria de Emily.-¡Lucases!-ríe de su propio chiste. La vi cuando finalmente llegó al área iluminada.

Abrí los ojos como platos mientras Luke caminaba apresurado a su lado, ya que se tambaleaba tanto que probablemente se iba a caer.-¿Por qué tienes una cabra?-balbuceé, mirando a la negra criatura bebé con hocico blanco a su lado, la que tomaba por una correa roja.

-Esto...

Alcé las cejas y entorné los ojos.-Le compraste a un ucraniano, ¿verdad?

-Uhm...

-Emilia...-me masajeé la sien.-Dame, dame al animal.-ordené, extendiendo la mano en su dirección, recibiendo la correa de cuero.-Vere que hago con ella.-jadeé, recibiendo un ¨Beeh¨ en respuesta.

-¿Por qué compraste una cabra?-escuché a Luke murmurar cuando me iba.

-Agh...-miré a la cabra, que caminaba alegre a mi lado.-tu pareces ser la más feliz, ¿no?

-Beeh.

Suspiro.-Una cabra esta más feliz que yo en mi propio matrimonio.-me quejé.-que día, ¿no?

-Beeh.

-Gabriel.-llamé a mi propio Andy, que se giró de un salto hacia mi.-Consigue un corral o algo para dejar esta cabra.-ordené. Miró extrañado la cabra y asintió.-Ve que le den la mejor comida posible.

Meh, al fin y al cabo, exeptuando a mi familia, Emily y sus amigos (excepto Luke), la cabra es la unica que me agrada aquí.

Volví a la sala donde todo el mundo se encontraba bailando, y me encontré con Phoebe mirando boquiabierta hacia la pista, al igual que Nolan, Quentin y Mateo, mientras que mi esposa miraba con rabia en la misma dirección.

-¿En qué momento mi tía se convirtió en Shakira?-murmuró Phoebe. Fruncí el ceño y seguí la dirección de su mirada.

Emily, en el centro de la pista junto a Luke, moviendo las caderas como si no tuviera ni una sola costilla.-Maldita sea.-gruñí, corriendo la mirada hacia Kenya, que por más que no fuese Shakira, Dios, el embarazo la hace brillar.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora