13. Emily Darcy, secretaria y psicóloga

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-Queenie, sabes que debo irme a casa, tengo que-Ethan me miró con pena, y papá con decepción. Suspiro.-Sí, preciosa, estaré acá por la mañana.-sonrió y corre de vuelta hacia mí. La tomé en brazos y me dio un beso en la mejilla.

-Te quiero, Lucas, ven a vernos más seguido, ¿sí? Intentaremos llevarnos bien con Kenya, lo prometo.-se me estrujó el corazón. Apreté los ojos para no llorar.

-Yo te adoro, preciosa. Anda, ve con el abuelo.-la bajé. Cuando subió la escalera, entré en la cocina, donde Emily se encontraba de espaldas, mirando el horno. Me senté en una silla de la isla y me tomé la cabeza con las manos.

Emily abrió el horno y sacó una bandeja.

-Ten.-me entregó un plato. En ella habían dos enormes porciones de pizza, una de jamón serrano con tomate y la otra de pepperoni. Suspiré, aspirando el delicioso aroma.-¿que pasó?-preguntó, sentándose frente a mí.

-¿Cuando?-me puse de pie y fui al refrigerador a buscar algo de beber. Saqué una botella de Pepsi zero y volví a la mesa.-¿Quieres?-asintió.

-Con Kenya. Si estás aquí es porque el plan de la playa se fue al diablo, lo que significa que algo salió mal.

Di una mascada a la pizza.-Está buena.-alzó las cejas, con expresión fastidiada. Me mantuve en silencio, comiendo la pizza.-En verdad, está muy buena, ¿de verdad la hiciste tú?-rodó los ojos.

-¿Vas a seguir esquivando la pregunta?

-Lo mismo digo.

-Sí, la hice yo, de verdad.-me miró con expresión de ¨te toca¨.

-Pues está deliciosa.

-¡Preston!-no me di cuenta en qué momento me acabé la pizza, pero me encontraba ahí, contemplando un plato vacío. Suspiré.

-¿Me das más?

-No si no respondes la pregunta.-bufé.

-Bien.-suspiré y caminé al horno a tomar más pizza, con mi plato en la mano.-Me pidió que fuéramos a vivir a Inglaterra, con su familia.-abrió los ojos como platos.

-¿Y que pasó?

-Le dije que no, que toda mi familia estaba aquí.-cerré el horno, con dos nuevos trozos de pizza y volví a la isla, donde Emily me esperaba, expectante.-y me dijo que era un egoísta, que no pensaba en ella, y que tenía que dejar de pensar solo en mi antigua familia y debía pensar en la nueva, que seríamos los dos.-me miraba con las cejas tan arriba como es posible y con los ojos como platos.-y que parte de esa nueva familia era la suya, y que por el bien de esa nueva familia, debíamos irnos a Inglaterra, con sus padres. Aparentemente-bebí un trago de jugo.-toda la familia se muda allá, a vivir con sus abuelos.

-¿Y tú que le dijiste?

-Mantuve mi ¨no¨ inicial. Ni muerto me voy. La empresa, mis padres, mis hermanos, todo está acá. Y los gemelos...

-Tranquilo, tu padre ya me contó.-ahora fui yo quien alzó las cejas.

Ese maldito boca floja, no puede mantener un secreto aunque su vida dependa de ello.

-Bueno, con mayor razón, ¿comprendes mi decisión, no? O, ¿acaso estuvo mal? ¿Debería decir que sí?

Miró hacia la mesa, pensante.-No lo sé. Ella también está siendo bastante intransigente, de hecho, pero la verdad-

-Luego surgió el tema de Phoebe.-solté. Sabía que si no lo decía rápido, me acobardaría.

-¿Phoebe?-se mordió el labio, acomplejada.-¿Que pasó? ¿Te regaño por lo de su escuela?

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora