25. ¡Renuncio! ¿Otra vez?

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-¿Y en serio dices que no sentiste nada con el beso?-inquirió Phoebe en pijama saltando de un lado a otro tras de mí mientras yo ordenaba lo que había quedado de la noche anterior.

-Sí, Phoebe es en-mi teléfono vibró.-Un segundo.-alcé mi índice en señal de que guardara silencio. Lucas.

Ven al centro comercial con Phoebe, le tengo una sorpresa.

-Ve a vestirte.-murmuré, llevándome a la boca una papa que saque de uno de los platos sobre la mesa.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Lucas te tiene un regalo.

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-Hola, ya estamos en el centro comercial.-hablé apenas escuché la contestación del Lucas del otro lado de la línea cuando nos bajábamos del taxi.-¿A dónde tenemos que ir?

-Vaya, son rápidas.-murmuró.-vengan al patio de comidas, al escenario, hay un concierto que creo que a Phoebe le gustará.-y cortó.

-Bueno Phoebe, parece que el zombi de Kurt Cobain esta esperándote en el patio de comidas.-murmuré, abrazándome a mi abrigo.

Caminamos hasta el patio de comidas y la primera reacción de las dos fue la de mi estómago, que sonó al sentir todo ese aroma a comida.

Creo que un poco de Mc'Donalds servirá para calmar mi estómago.

-Busquemos a Lucas rápido para que yo pueda ir a comer.-bramé, caminando ruidosamente con mis nuevos tacones negros de terciopelo, uno de los tantos regalos que me dio la abuela ayer. Miré entre la gente hacia el escenario. Casi me trago la lengua cuando vi quienes eran los que cantaban sobre el escenario, pero me contuve e hice como si nada.

-Bah, solo son un grupo de chicos cantando villancicos.-murmuré, bajando la vista a la reacción de Phoebe.-Creo que Lucas nos estaba tomando el pelo.

-¡CALUM!-chilló, empujando a toda la gente a su paso y subiéndose de un salto (Dios sabe como lo hizo) al escenario y lanzándose sobre el moreno, que se fue de espaldas al suelo.

Mateo (¿Por qué cada vez que veo a Lucas está con Mateo?) alzó las cejas y puso la mayor expresión de desagrado que he visto en mi vida. Si no lo conociera diría que es el Grinch.

-¿Que está pasando?-pregunté acercándome a los hermanos Preston. Fue extraño ver a Lucas vestido como persona corriente, con una polera lisa azul, una sudadera burdeo abierta y pantalones negros junto con unas Vans negras, sorbeteando un vaso de Starbucks.-¿Que hacen los maleantes acá?

-¿Maleantes?

-Esos chicos me robaron mi bolso algo así como seis veces. Afortunadamente seguía en la universidad y lo mas valioso dentro de ese bolso eran mis apuntes de Historia Romana y mis gafas.

-Bueno, hace un tiempo vi a Phoebe bastante triste porque no los tenía, y fue bastante simple para el hombre que envié a Brooklyn encontrarlos con un cartel que decía ¨busco a la chica de pelo extraño que canta para comprar maquillaje¨.

-Simple.-acoté, rodando los ojos.

-¿Por qué está tan feliz de ver a ese chico?-gruñó Mateo, mirando a Calum como si fuese a matarlo.

-Calum es su amigo de Estados Unidos.-rodé los ojos.

-¿Estados Unidos? ¿Que tiene de especial Estados Unidos?-alcé los hombres.-Yo soy un decimo Japonés, Japón es más genial que Estados Unidos, ¿no?

-Me atrevería a decir que están al mismo nivel, considerando que Estados Unidos era colonia Inglesa y la parte más industrializada de-me miró con aburrimiento y Lucas me miraba con las cejas alzadas.-No te interesa, claro.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora