-¿Sabes algo?-subí la mirada.-Ya no quiero que nos vengan a sacar.-apoyó su mentón en mi cabeza.-estoy cómodo.
-Yo me estoy congelando, Preston.
-¿Es en serio? Nos acabamos de contar la mayoría de nuestros secretos, te tengo abrazada hace más de media hora, ¿y me seguirás diciendo Preston?
-Y te lo diré durante todo el tiempo que me quede de vida.
-¿Quiere decir que nos seguiremos viendo por todo el tiempo que te queda de vida?-rodé los ojos.
-Aunque lo intente, sé que jamás me dejarás huir de tu lado, eres como un secuestrador.
Sentí su pecho vibrar.-¿De qué hablas, Darcy?-preguntó, riendo.
-¡He intentado renunciar... ¿cuanto, dos veces?
-Tres.
-¡Y no me dejas!-rodó los ojos y suspiró.
- Cuando era niño quería ser astrofísico.
Suspiré.-Soy abogada.-abrió los ojos como platos.-mi padre ha sido mi héroe toda mi vida, quería ser como él. Y, literatura era una carrera un poco más corta, no fue difícil sacar las dos.-alcé los hombros.
-Por eso sabes tanto de historia...-murmuró.-Soy claustrofóbico.-me giré hacia él.-me he estado concentrando en tu respiración para no entrar en pánico.
-¿En mi respiración?
-Cuando era niño me quedé atrapado en un elevador con mi perro, Timón. Mientras trataban de sacarme, papá me gritaba desde el nivel de arriba que me concentrara en Timón para no tener miedo. Regularicé mi respiración con la suya hasta que me dormí. De no ser por eso, probablemente me habría dado un ataque de pánico.
-Así que no eres un robot, incluso tuviste corazón para tener un perrito.
-No soy un desalmado, maldita chica.-rio y sentí algo duro en su pecho.
-¡Los teléfonos!-hurgué en mi bolsillo hasta que di con mi bonito iPhone dorado.-¿Como no se me ocu- Batería muerta.-resoplé, desesperanzada.-¿como está el tuyo?
-Tres por ciento de bater... Ay no, ya sé por qué está tan molesta Kenya.-balbuceó, mirando la pantalla de su celular.
-¿Qué? ¿Qué pasó?-inquirí, girándome hacia él.
-Velo tu misma.-me giró la pantalla de su teléfono y vi claramente una foto nuestra en el supermercado, con Lucas hablando emocionado a más no poder mientras yo elegía un jamón, y el encabezado decía ¨¿Acaso el empresario Lucas Preston esta siendo infiel?¨ y abajo decía ¨¿Inconforme con la guapísima modelo Kenya Wayne?¨
-Ay, virgen santísima.-me tapé la boca, mientras Lucas comenzaba a leer curioso lo que decía el famoso blog.-¡Lucas, la batería!-dio un respingo, exaltado, casi botando el teléfono.-Va a apagarse, por favor, envíale un texto a Mateo.-rogué, viendo que la batería había disminuido a dos por ciento.
-Claro, claro, ya voy.-asintió, buscando hasta que dio con WhatsApp y buscó a Mateo. Ven al jodido refrigerador de verduras. Escribió rápidamente.-¡Maldición, no hay señal!-gruñó, poniéndose de pie, dejándome a mi sucia suerte en lo que a temperatura respecta y tratando de tomar señal.-¡Ya está, se man... se apagó.
-¡Maldita sea!-di un pisotón en el suelo.
-Esperemos que se haya enviado.-murmuró, dejándose caer a mi lado.-Porque estoy comenzando a congelarme.-se abrazó a sí mismo.
-Los sacos.-murmuré, indicando hacia adelante.
-¿Que cosa?
-Los sacos, los sacos de las papas.-me puse de pie y caminé hacia ellos.
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El Diario de Emily Darcy
ChickLitDistante. Calculador. Comprometido. La fruta ABSOLUTAMENTE prohibida, en mil y un sentidos para ella. Torpe. Astuta. Una Darcy. LA Darcy. Cualidades que la hacen absolutamente enloquecedora para él, en mil y un sentidos. Hija de un prestigioso abog...