15. ¡No me agrada Kenya!

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Sentí su silla salir disparada hacia atrás y un segundo después lo tenía interpuesto en mi camino de salida.

-Emilia, por favor... ¡No es tan malo!

-¡No me agrada Kenya!

Frunció el ceño.-¿Por qué no?

-Hace que dejes de lado a los mellizos, te ciega, Preston.

Bajó la vista.-No hables de lo que no sabes.-volvió a su silla.

-¡No, sí sé, sí que sé!-lo perseguí de vuelta a su escritorio.-¿Crees que los mellizos no me contaron de cuando Kenya dijo que habían manchado su jodido Chanel adrede y tu le creíste? ¿O crees que tu mamá no me dijo que les consiguió el jodido perro porque los chicos están casi con depresión porque no ven a quien siempre ha sido su PADRE?-alzó la vista enfurecido y apretó la mandíbula.-¿Crees que no escuché cuando te rogaban que fueras a visitarlos más seguido? ¡Una niña de cinco años sabe que para estar con su tío tiene que agradarle a la imbécil de su novia!

-¡No hables así de Kenya! ¡Ya basta! ¡Lárgate de mi oficina!

Exhalé fuertemente, tratando de calmar mi respiración.-Por supuesto.-me miró, enfurecido.-que quede claro que no seré la dama de honor de Kenya.

-Es una orden.

-No puedes ordenarme nada porque renuncio.

-¡No puedes hacer la rabieta de intentar renunciar dos veces en menos de veinticuatro horas!

-¡No son dos veces, porque ahora no es un intento!-me acerqué rápidamente a su escritorio y golpeé fuertemente mis manos apoyándome en él.-renuncio. Así puedes seguir tranquilamente y tu novia seguirá controlándote. Iré a hablar a la escuela para retirar a Phoebe, no tienes que estresar tu macabea cabecita con eso, yo me encargaré. Iré por el jodido iPhone a mi oficina y Bethany te lo pasará junto con mi carta de renuncia.-siento que si apretad más la mandíbula sus dientes se van a reventar.-y por si no te quedó claro.-me acerqué a su cara. Sentí su perfume de inmediato.-renuncio, Lucas Preston.

Lancé el resto de los papeles que tenía en las manos sobre su escritorio y salí de la oficina con la dignidad que había mantenido en alto.

Estoy orgullosa de mi misma.

Aunque... perdí un excelente empleo y papá se molestará.

Estoy orgullosa de mi misma... más o menos.

Phoebe me asesinará.

No siento nada respecto a mi misma.

Me quitarán mi nuevo iPhone.

Me avergüenzo de mi misma.

-Bethany, toma.-le entregué mi carta de renuncia mientras salía de la oficina con mi bolso en una mano y un par de cosas en una bolsa en la otra.

Lo bueno de durar poco tiempo en un empleo es que tienes pocas cosas que llevarte cuando te largues del lugar.

-¿CARTA DE RENUNCIA?-asentí, y, acto seguido, le entregué la caja con el iPhone dentro. Suspiré.

Pasaran años para que vuelva a tener un iPhone 7... probablemente vayan en el 20 cuando yo me pueda comprar uno.

-¡Pero Emily-

-Hablamos en la tarde, ¿sí? Te daré la dirección de mi apartamento y puedes ir a tomar un trago conmigo. No tengo animo ahora.

-Bethany, Bethany.-se oyó la voz de Lucas en su teléfono.-¿sigue Emilia en su oficina?-negué desesperadamente con la cabeza.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora