43. Ropa de bebé

15 1 0
                                    

Escribo tranquilamente en mi computadora, con Steve roncando pacífico en el sofá junto a la puerta.

-¡Steve!-el chico casi se cae del sofá.

-Emily.-murmuró, poniéndose de pie con los ojos entrecerrados, somnoliento.

-¿A qué fecha estamos?

Sacó su teléfono.-Lunes 11 de Enero.-respondió, tallándose un ojo.

-Maldición. Necesito un favor.-asintió, caminando a mi escritorio, desde el cual yo le tendía un papel.-Este es el número de Luke Johnson, envíale un texto o llámalo, lo que quieras. Dile que necesito que venga por mí para ir a comprar la ropa del matrimonio de Lucas.-asintió mientras guardaba el contacto en su teléfono. ¿Tienes ya tu traje para el matrimonio de tu primo?-asintió.-Entonces tengo una misión para ti.-asintió otra vez.-quiero que veas cuanto tutorial exista en YouTube sobre maquillaje formal, elijas el mejor y vayas a comprarme el maquillaje que necesito.-asintió.-Ten la tarjeta y las llaves de mi auto, te quiero aquí en dos horas.-finalicé, lanzándole las llaves y volviendo a mi trabajo.-Vete.

---

Señor Johnson:-escuché en el momento en que puse un pie fuera de mi oficina. Agaché la cabeza y reí, cerrando la puerta de la oficina.-Soy el asistente de la señorita Darcy, Steve Möller¨-negué con la cabeza caminando hacia él, que leía de lo más divertido lo que decía en su teléfono.-pide con urgencia usted venga por ella cuando termine su trabajo, diciendo necesitar comprar la ropa para el matrimonio del señor Preston¨... Señor Preston.-rio.-El horario de trabajo finaliza a las 19:00

Negué con la cabeza.-Steve es encantador.

-No lo dudo.-rio.-¨Estimado Steve, al mi nombre ser Luke Johnson, acepto absolutamente la petición de tu jefa. Estaré allí a las 19:00 en punto

-Eres un idiota.

-¡Le respondí con la misma formalidad on la que el me habló!-rodé los ojos.-¿Por qué vamos hoy a comprar la ropa?

-Porque hoy lo recordé.-abrí mi bolso y hurgué hasta que di con el maquillaje que me había traído Steve.-Y ya tengo el maquillaje con lo que tengo que combinar la ropa.

-¿No se supone que es alre-

-¡No tengo idea! Solo... vamos, ¿quieres?-rodó los ojos y asintió.

---

-¿Ya no estas molesta con Phoebe?-preguntó apenas me bajé de mi auto.

-No, quiero decir, nunca lo estuve, de hecho, era más con Lu- Lucas...-murmuré, viendo a Lucas pasear con los brazos llenos de bolsas de tiendas de bebé, mientras Kenya caminaba emocionada a su lado.

-Uh... lo... ¿lamento?-suspiré.-¿Quieres volver a casa? Podemos cocinar algo, ya sabes, ¿omelettes?-sentí mis ojos con lagrimas.-V-vamos, los haremos como los solía hacer tu papá, por favor, no llores...

-No estoy llorando.-murmuré.

-Bueno, creo que eso no es lo que él piensa.-murmuró de vuelta, apuntando a la cara descolocada de Lucas, que nos miraba mientras Kenya revoloteaba por las vitrinas.-tenemos dos opciones.-murmuró, manteniéndose quieto como si Lucas lo fuese a asesinar.-te beso como si fuéramos a tener sexo aquí mismo, o nos damos la media vuelta y nos vamos, tu eliges.

Bajé la vista y negué con la cabeza, riendo.-Eres un caso perdido, Luke.-sonrió.-vámonos, esto no vale la pena.-sonreí y asentí con la cabeza en dirección a Lucas, que quedó aún más desconcertado.

---

-¿Ya sabes si será niño o niña?-murmuré, mirando un entero celeste de recién nacido.

-No.-negó, sonriendo a un gorro amarillo.-eso se sabe por los cuatro meses, cariño.-murmuró, pellizcando con suavidad mi mejilla.-así que por el momento tenemos que conformarnos con ropa amarilla.-rio leve, tomando un chaleco blanco de lana.

-Muy bien.-sonreí, balanceando las bolsas de las seis tiendas previas.-Vamos a pagarlo.

-Esta bien.-sonrió.-iré a la tienda de al lado.-asentí, caminando a la registradora.

La vendedora alzó la vista sobre el mesón.-¿Primer hijo?-arqueó una ceja y asentí.-Se nota que estás ilusionado, ¿huh?

-Bastante.

-Bueno-me entregó el comprobante de venta.-supongo que todo es bueno cuando es con la persona correcta.-me dio un escalofrío.-Que tenga un buen día.

-Gracias.-murmuré. Suspiré y miré dentro de la bolsa, donde estaban el chaleco y el gorro amarillo.

Voy a tener un hijo. Supongo que esto vale la pena.

-¡Cariño!-subí la vista a Kenya, que miraba emocionada un ínfimo vestido rosa.-¿Que te gustaría que fuera?

La abracé.-No importa.-alcé los hombros.-¿Que te gustaría a ti que fuese?

-Juro que me gustaría que fuese una niña solo para comprar ese adorable vestido.-sonreí y asentí.

-¿Por qué no lo compras?

-Porque no sabemos lo que es.-hizo un puchero.

-Pero con ese vestido tendremos la ilusión. Tener ropa para-puse una mano en el vientre de Kenya.-ella o él, lo hace real.-sonrió.-elige cual de los que están en el escaparate quieres y lo compraremos, ¿bien?-asintió emocionada.

Suspiré y miré en las bolsas de nuevo. Desearía no haberlo hecho.

De no haber desviado mi vista a las bolsas, no la habría alzado y visto a Emily mirándome, con Luke abrazándola. Oh, asombroso.

¿Debería ir?

Maldición, tiene los ojos llenos de lágrimas, por supuesto que tengo que ir.

No, no puedo ir, estoy comprando cosas para mi hijo junto a mi futura esposa, no puedo ir con Emily, no puedo hacer esto. Esta es mi vida, esto es lo que elegí, y ahora tengo que pensar en lo mejor para mí... y mi familia.

Sacudí la cabeza y la miré, sonriéndome junto a Luke.

Oh, maldita sea, no esta bien que sienta todo esto cuando la veo.

---

-Buenos días.-gruñí cuando una almohada impactó contra mi cara.-Hoy es el día más desgraciado de tu vida.

-Querrás decir el más feliz.-murmuré, quitándome la almohada de la cara e incorporándome en la cama.

-Claro, convéncete a ti mismo de eso.-rodé los ojos.-vamos, el desayuno está listo, tenemos que salir en una hora.

Arqueé una ceja.-¿Desayuno? ¿Hiciste el desayuno?

Alzó los hombros.-Emily dijo-sentí un nudo en la garganta.-que si ella podía hacer panqueques, cualquiera puede, así que-caminé arrastrando los pies a la cocina americana, donde salía vapor de una sartén.-aquí tienes, panqueques.

-Vaya, estoy impactado.-sonreí, sentándome en la barra y dejando a Mateo servirme un plato con panqueques y jarabe.-¿Hiciste café?

-Haré hasta que se acabe todo el café del mundo, necesitas fuerzas para ser capaz de decir acepto en ese altar sin equivocarte de nombre.-rodé los ojos y comencé a comer.-Tengo que decirte algo.-fruncí el ceño.-en una hora tenemos que estar en el estacionamiento, Emily pidió irse tras nosotros porque no sabe llegar.-reprimí un gruñido.-¿Te molesta?

Negué.-Por supuesto que no.-suspiré.-nunca me va a molestar ver a Emily.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora