-¡Buenas, familia!-saludé, llegando junto a Kenya, a quien había pasado a recoger al aeropuerto.
-¡Hola, querido!-saludó mamá.-¡Feliz-se acercó a mi con los brazos abiertos.
-Mamá.-la interrumpí y le hice una señal con la cabeza a Mateo, que llamó la atención de Kenya dándole su abrazo de año nuevo.-Feliz año.-le di un abrazo y besé su mejilla.
-Querido, es un encanto verlos.-comentó. Tragué saliva.-Pero me tengo que ir, tus hermanos tienen su primer partido del año hoy y no puedo perdérmelo.-habló mientras guardaba cosas a su paso en su bolso.-Nos vemos en la tarde.-besó mi mejilla.-Adiós, Kenya.-se despidió, besándola.-Mateo, ¿nos vamos?-mi hermano asintió.
-¿Y los mellizos? ¿Y papá?
-Todos en el partido. Nos vemos por la tarde.-lanzó un beso y cerró la puerta.
-Bien.-alcé los hombros.-supongo que podemos irnos.-suspiré y salí de la casa.
-Lucas Preston.-llamó mi atención cuando yo cerraba la puerta de la casa.-¿Dónde estuviste en año nuevo?-inquirió, persiguiéndome por el estacionamiento.
Triple mierda.
-¿De qué hablas? Con mis padres.
-¡Deja de mentirme!-gritó, frenándome, tomándome por el hombro.-Llamé a tus padres para desearles año nuevo, Nolan estaba ebrio y me dijo que no estabas ahí.-apreté la mandíbula y cerré los ojos. Maldita sea, Nolan.-Estuviste con la rubia esa, tu secretaria, ¿no?
-¡Sí, Kenya, estuve con Emily!-abrió los ojos como platos. No más mentira.
-Ni siquiera lo niegas...-murmuró.
-¡No, no lo niego!-me apoyé en la parte delantera de mi auto.-¿Que sentido tendría decirte que no es así? ¡Seguirías jodiendo! Así que te lo digo: Sí, Kenya, estuve en casa de Emily.
-¿P-Por qué? ¿Había algo de la edi-comenzó, esperanzada.
-¡No, Kenya! Yo quería estar con ella.
-¿Estar con ella? ¿Ustedes tuvieron sexo? ¿Qué hiciste?
-No, Kenya.-me pasé las manos por la cara, exasperado.-Solo pase año nuevo allí, con ella y su familia.
-¡Ah, osea que conociste a su familia! Y qué, ¿le diste beso de año nuevo también?
-¡No, Kenya, por supuesto que no!-mentí.-Kenya...-suspiré.-yo... me gusta Emily.
Se quedó en silencio un par de segundos, pensante.-¡Lo sabía! ¡Sabía que tenías algo con esa chica! ¡Quiero que se largue de la editorial, ahora, AHORA!-pataleo en el suelo.
-¡No, Kenya, yo soy el jefe, no tu!
-P-pero vamos a casarnos...-murmuró.
-¿Aún así quieres que nos casemos?-inquirí, pasándome las manos por la cara otra vez, exasperado.-Déjame decirte-me acerqué a ella, para que me escuchara bien.-que si los papeles estuvieran invertidos, no tendría que pensar ni un segundo para cancelar el matrimonio.-me alejé de golpe.-Es todo, el matrimonio se cancela.-hablé, sintiéndome aliviado inmediatamente.
-¡NO!-chilló, deteniéndome del brazo y arrastrándome fuera del auto cuando me disponía a subir.-¡No me vas a hacer esto!
-¿Quieres casarte conmigo sabiendo que siento cosas por otra persona?
-¡Es solo un capricho! Se pasará, y es-
-¡No es un capricho! ¡Kenya, no quiero estar contigo!-abrió los ojos a más no poder y se le llenaron de lágrimas.-Quiero-me pasé nuevamente las manos por la cara, exasperado.-¡Quiero alguien que use el cerebro para algo más que crear teorías de las distintas formas en que la estoy engañando! ¡Felicitaciones, esta vez tenías razón!
-Te acostaste con ella entonces, ¿no?
-No, Kenya.
-¿Entonces por qué dices que me estas engañando?
-Porque no te estoy engañando físicamente, te estoy engañando con la mente, que es mucho peor.-me miró confundida. Ah, que estúpido soy, ¿Cómo pude esperar que ella comprendiera una metáfora?-Mi mente esta con ella. Todo lo que hago, lo hago por ella, pensando en ella. ¿Quieres casarte con un hombre que vive por otra mujer?
-¡Te digo que no me vas a hacer esto, maldita sea!
-¿Que acaso no tienes honor? ¿Me vas a obligar a casarme contigo?
-¡Sí! ¡Es tu deber!-se acercó a mí y comenzó a picarme el pecho con su dedo índice.-Te casaras conmigo, maldito Preston, viviremos en una gran casa, tendremos hijos y seremos felices, ¿me oíste? ¡No le voy a dar la vida que me corresponde a mí a esa zorra!
-¡No la llames así! ¡No me voy a casar contigo, mierda!
-¡Tienes que hacerlo, maldita sea!-chilló, comenzando a llorar.
-¡No, no tengo que!
-¡Claro que sí!
-¿Ah, sí? ¿Y por qué?
-Porque estoy embarazada.
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-So baby pull me closer in the back seat of your rover, that I know you can afford- canturreaba, poniéndome los aretes de perla que me regaló papá.
Sonreí. Nada mejor que partir el día de buen animo.
Salí de mi habitación, cómoda, con el vestido azul de manga corta ajustado en la cintura hasta la rodilla que me había regalado mamá, sin zapatos, sintiéndome flotar.
Maldita sea, me molesta que Lucas afecte tanto mi humor.
Miré hacia la cocina. La correa de Willbur no está, quiere decir que Mateo vino a sacar a Willbur con Phoebe. Miré en su habitación y sus zapatillas de correr no están.
Maldita sea, guapos, se ejercitan, están enamorados... esos chicos deberían salir en una revista como la pareja del año.
Comencé a preparar panqueques cuando sonó el timbre. Dejé el panqueque cocinándose y fui a abrir la puerta.
-Lucas.-sonreí. Mi sonrisa desapareció, claro, cuando vi sus ojeras. Olfateé.-¿Estás ebrio?-inquirí, viendo sus ojos rojos.
-No, estoy bien.-gruñó. Alcé las cejas.-escucha, tenemos que hablar.
-Bien... estamos hablando.
-Lo de ayer...-se pasó las manos por la cara.-No debió haber pasado.-¿Cuanto duró mi buen animo? ¿Media hora?-Estaba confundido, tu... tu eres tan linda conmigo, nos hicimos tan cercanos, mi cabeza... comenzó a dar vueltas, no pensé lo que hacia. Fue todo un gran error.-arrugué la nariz.-¿Podríamos hacer como si nada de esto hubiera pasado?
Sonreí.-Sí, seguro, no te preocupes...Yo, uhm...-bajé la vista, cruzándome de brazos.-Sí, esta bien.-continué, manteniendo mi sonrisa.-sí, esto esta bien, nosotros... mezclamos las cosas. Hagamos como si... nada de esto hubiera pasado y todo bien, ¿sí?
-¿Estás bien?-tu sonrisa es más falsa que poodle rosa.
-No.-admití, derrotada, manteniendo mi sonrisa. Alcé la vista al techo.-pero lo estaré, no te preocupes.-apretó la mandíbula. Oh, tengo lágrimas en los ojos, interesante. Alcé la vista y me quité las lágrimas antes de que pudieran caer. Sentí olor a quemado. Carajo, el panqueque.-Uhm, se esta quemando mi desayuno...-puse la mano en el borde de la puerta.-Nos vemos mañana en el trabajo, ¿sí? Bien, adiós.
-Ad-fue todo lo que escuché antes de cerrar la puerta y apoyar la espalda en contra de ella.
Esto esta bien.
Estoy bien.
Bueno, tal vez no estoy bien, pero lo estaré.
-¡Ya voy, ya voy!-me quejé cuando el sonido de la alarma de incendios me sacó de mis pensamientos.-Un seg-
Demasiado tarde. Los rociadores automáticos se activaron, otra vez.
Maldición.
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El Diario de Emily Darcy
Chick-LitDistante. Calculador. Comprometido. La fruta ABSOLUTAMENTE prohibida, en mil y un sentidos para ella. Torpe. Astuta. Una Darcy. LA Darcy. Cualidades que la hacen absolutamente enloquecedora para él, en mil y un sentidos. Hija de un prestigioso abog...