51. Ocho idiomas

9 0 0
                                    

-¡DARCY!¡ABRE DE UNA JODIDA VEZ!

-¿Quemierda quieres?-bramé, abriendo la puerta de golpe. Me empujó haciaadentro y cerró de un portazo.

-¡Note desharás de mi!-lo miré confundida.-¡No estas despedida! ¡Note irás! ¡No...-suspiró.-no voy a dejarte.

Neguécon la cabeza.-¿A qué viniste, Preston?-murmuré.

-Enprimera instancia, venía a preguntarte que mierda es lo que pasó enla empresa, pero luego tu...-se acercó a mi lentamente. Me sentíacomo un conejo a punto de ser devorado por un león.

-Yo...-Lucasme acorraló contra la pared junto a la puerta, sosteniendo misbrazos sobre mi cabeza con una de sus manos mientras con la otraacariciaba mi mejilla. Aclaré mi garganta. Podía incluso escucharsu respiración y sentir su aliento. Iba a hablar y me interrumpió.

-Dios,hueles jodidamente bien.-gruñó, enterrando la cara en micuello.-¿Que perfume ocupas? Compraréla puta fabrica de esa cosa para ti.

-¿Q-aclarémi garganta otra vez, con la vista fija en sus preciosos ojos.-que tedijo?

-Queestoy distante.-susurró, con voz ronca.-Que he estado raro, y creeque es por tu culpa.

-¿M-Mículpa?-tartamudeé, moviendo la mano sobre mi cabeza hasta lograrmover mi dedo y apuntarme hacia abajo.

-Sí.-asintiócon la cabeza.-asegura que es por ti.-volvió a susurrar, moviendo sumano a mis labios y pasando un dedo por mi labio inferior.-Cree queestoy sintiendo algo por ti.

-Porsupuesto que no.-murmuré.

-Claroque no.-rectificó, bajando la mano a mi cuello y acariciándolo, paraluego atrapar mi mandíbula con fuerza, inmovilizando mi cabeza,obligándome a mirarlo.-le dije que eso era imposible, que eres unajodida loca.

-Losoy.

-Yque es imposible que yo sienta algo por ti.

-C-Claroque sí.

-¿Esocrees?

-¿C-como?-tartamudeécuando volvió a mis labios y se mordió su labio inferior mientrasacariciaba el mío.

-¿Deverdad-se acercó a mi mejilla y habló junto a ella, dandome unescalofrío al sentir su aliento en mi oído.-crees que yo no podríasentir nada por tí?

-Uhm...

-Maldición,hueles delicioso.-gruñó, tomandome por la cintura y pegandome a él,manteniendo la cara junto a la mía.

-¡Hola!-Phoebeentró alegremente al apartamento, lanzando las llaves a la mesajunto a la puerta. Lucas me soltó rápidamente.-¿Interrumpíalgo?-preguntó, arqueando una ceja.-Cariño, parece queinterrumpimos.-comentó hacia atrás. Mateo entró por la puerta conun par de bolsas de supermercado.

-Mateo...Maldición...-comenzó a farfullar.-Chert, eti veshchi vsegda sluchayutsya so mnoy-


-¿Queesta haciendo?-preguntó Phoebe. Las dos lo mirábamos confundidas,mientras el seguía hablando entre dientes.

-Estamaldiciendo.-respondió Mateo, obvio.

-¿Ah,sí?-continuó Phoebe, aún más confundida.-¿Y en que idioma?

-Ruso.-ambasabrimos los ojos de par en par.

-¿Lucashabla ruso?-murmuré, mirándolo maldecir a un par de metros denosotros.

-Inglés, italiano, francés, ruso, chino y latín.-uf, quebien que jamás lo insulté en latín.

-Esosson...-Phoebe comenzó a contar con los dedos.-¡Seis idiomas!-caminó hacia Lucas y lo giró bruscamente por el hombrohacia ella.-¡Oye, Preston!-la miró confundido.-¿Hablas seis idiomas?

-Enrealidad son ocho.-alzó los hombros y los tres fruncimos elceño.-tienen que contar el español.

-Ahíson siete.

-También vulcano.

-¿Vulcano?-habléyo.-¿De Star Treck?-miré a Mateo, que asintió.

-Telo dije, era un nerd cuando niño.

-Siguessiéndolo.

-¡Cállate,Mateo!-gruñó. Al fin, español de nuevo.

-Yyo que me sentía lista por hablar dos.-balbuceó Phoebe en mi oído.

-Bueno,cariño, ya nos vamos.-se despidió Mateo, besando la mejilla dePhoebe.-Adios, Emily.-me besó en la mejilla y fue a la puerta.

-Adiós.-respondí,agitando mi mano en su dirección.

-¿Nos?-Lucaslo miró confundido.-¿Por qué hablas en plural? Yo no mevoy.-Phoebe y yo alzamos las cejas.

-Sí,nos.-respondió, caminando hacia él y jalándolo por lamuñeca.-Tenemos una actividad familiar sorpresa, y tu vienesconmigo.

-P-Pero



El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora