48. Excursión a la empresa

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-Buenas,jefa.-saludó Levine, entrando en mi oficina con dos cafés de Starbucks en la mano.-Te traje un latte de vainilla.-rodé los ojos.

-Buenosdías.-saludé, guardando la reseña para Lucas en la que estabatrabajando.-¿Que haces aquí?

-Bueno,asumí que ya que la editorial compró un libro mío, en cierta formatrabajo aquí, así que ¿podía pasar a verte?-inquirió frunciendoel ceño, esperando una negativa.

-Nosé como Lucas aún no me despide, hago lo que se me place.-neguécon la cabeza. Levine alzó las cejas en señal de "¿de verdad tepreguntas por qué aún no te despide?"-como sea, tu nunca vienessolo a verme, algo quieres.

-Laverdad es que sí.-asumió, inclinandose hacia adelante sobre miescritorio, arrastrando la silla para acercarla a él.-En al mañanarecordé que no te pregunté...

***

EmilyDarcy, Emily Darcy, ¿Qué me estas haciendo?

¿Aotro empleado lo dejaría recibir a la chiflada de su mejor amigacada que se le ocurre? ¡Por supuesto que no!

Peropor supuesto, a ti te dejo, porque sé que estaré pagado con elsimple hecho de escuchar tu risa ante las imbecilidades que dice ladesequilibrada de Levine.

-¡Hermano!

-¡Malditasea, Liam!-me quejé, después de dar un considerable salto deespanto ante el saludo repentino de mi hermano, que se veía bastantedivertido por mi reacción.-¿Que haces aquí? ¿No deberías estaren la escuela?

-Puesno, papá me dejó venir, ya sabes, a ver si lograba convencerme detrabajar en este lugar.-alzó los hombros.

-Hombre,ya debería asumir que quieres ser prostituto.-respondí, dándole unapalmada en el hombro.

-¡Imbécil!-regañó,quitando de golpe mi mano de su hombro.-Gastronomía, tarado,gastronomía.

Reí.-Losiento, lo siento, no te enfades.-negué con la cabeza y volví laatención a la puerta de Emily.

-Queríasaber si quieres ir a desayunar... Lucas...

-Sí,sí, ajá...-contesté escuetamente cuando oí la voz traviesa deLevine; iba a preguntarle algo interesante.

-¿Asíque espiando a Emily?-me dí vuelta de golpe hacia él.

-¡Noseas imbécil, por supuesto que no!

Bufóy se pasó las manos por el cabello.-Bien, como digas. Te espero enal cafetería, ¿bien?

-Sí,ajá.-respondí, barriendo el aire con la mano en señal de que sefuera, logrando que me obedeciera, maldiciendo entre dientes.

-...enla mañana recordé que no te pregunté algo.

-¿Quecosa?

-Quieroque seas completamente honesta conmigo.-habló seria. Vaya.

-Levine,ya estas asustándome, vamos, escúpelo.

Levinesuspiró y habló.-¿Pasó algo con el guardian de Jelly Stone?

Bufé,conteniendo la risa. Guardián de Jelly Stone. Pobre y desgraciadoLuke, lo molestan por su profesión. Un segundo, ¿le acaba depreguntar si pasó algo con Luke?

Emilyrió.-¿Te refieres a Luke?-asumo que asintió, porque Emilycontinuó.-Nada pasó, Lev.

Juroque puedo imaginarlas a ambas rodando los ojos.-Sí,claro. Emily, son dos adultos que sienten algo el uno por elotro-¿Sienten algo?¿A Emily le gusta el Hada del Campo?-solteros,solos en un apartamento por las noches. Además, no lo niegues, visus cosas en tu habitación, sé que durmieron juntos.

-¿Qué?-bramé,yéndome de golpe contra la puerta y abriéndola. Maldita sea, lasdesventajas de que Levine la haya dejado entreabierta. Ambas memiraban con el ceño fruncido y los ojos bien abiertos.-¿Q-Quedices, Bethany?-hablé, suplicándole con la mirada.

Seapuntó a si misma y asentí levemente.-Sí, uhm, que la señoritaDarcy se encontraba con visitas, señor.

-Oh,bueno, ya lo noté, gracias, Bethany.-suspiré.-Lamento interrumpir.

-¿Sí,señor Preston?-reprimí un gruñido. Otra vez con lo de señor.

-Uhm,yo, quería saber...-Piensa, Lucas, piensa.-Si haz hablado conJohn LeCarre.

Salvado.

-¿JohnLeCarre? ¿Por qué habría de hablar con él?

-Bah,¿mi asistente no te lo dijo?-negó con las cejas alzadas. Porsupuesto que ya notó que estoy mintiendo.-Queríamos negociarcon él la pre-venta del que sea su siguiente libro, ya sabes, elhombre es cotizado.-alzaron las cejas.-¡Por sus libros, quierodecir!

Ambasrodaron los ojos.-No, jefe, no lo he hecho.-respondió, divertida.-Lediré a Bethany que consiga algún contacto y hablaré con él,señor, tendremos el siguiente LeCarre; ¿algo más?

-Bueno,de hecho, sí, uhm...-si le preguntas que hace Levine aquí,tendrá que irse y jamás sabrá si pasó algo con elguardabosques.-Bah, lo olvidé.-ambas alzaron las cejas.-sigan enlo suyo, con permiso.-me disculpé.

Malditasea, Preston, eres un idiota.

¡Malditasea, Preston, estas dejando a una chica ponerte nervioso!

¡Maldición!

-¿Todobien, boss?-dí un salto hacia atrás y puse una mano en mipecho.

-¡Malditasea, Quentin! Qué, ¿hoy es el día de la excursión familiar a laempresa?-gruñí.

-Algoasí.-volví a dar un salto.

-¡MIERDA,NOLAN! ¡TIENEN QUE DEJAR DE HACER ESO!-me quejé, poniendo ambasmanos sobre donde se supone debe estar mi alterado corazón (o lo quequeda de él).-¿Que hacen acá?-farfullé, pasándome las manos porla cara.-¿Y Mateo?

-TuMini Me-miré mal a Nolan.- prefirió quedarse en laescuela con su novia.-los tres rodamos los ojos.-y estamos acáporque papá nos dejó venir.

-¿Aqué?-fruncí el ceño, intrigado.

-Esque...-Quentin se rascó la nuca antes de seguir hablando.- hay algoque papá quiere hablar contigo, es la razón por la que estamos acá,de hecho, pero solo el puede decirtelo.

Losmiré mal.-¡Jodido enano, no le dices a la gente que le tienes quedecir algo en cinco horas! ¡Me dejarás con la duda!-me quejé,dándole un golpe en la nuca, haciendo que sus gafascayeran.-Perdón.-me disculpé, conteniendo la risa.

-Abusivo.-sequejó, tanteando en el suelo hasta que dió con sus gafas.

-Bueno,mocoso, su visita acabo.-me miraron confundidos.-nos vamos a casaAHORA. Quiero saber que es lo que me quiere decir papá.

Nolanme miró burlesco.-¿Dónde esta esa madurez de la cual siemprealardeas?

-En el suelo, junto al tornillo que se te cayó a los seis años.-me miró mal.-Vamos por Liam.




El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora