10. Los Preston no saben elegir novia

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-Buen día, Bethany.-saludé el Lunes.-¿Tienes pastillas?

-¿Pastillas para qué?

Me bajé las gafas de sol y di un sorbo a mi café.-Resaca.

-Enviaré a alguien a comprarte algunas. No te preocupes.

Asentí con la cabeza y entré a mi oficina.

¡Ah, jodido sol!

-Emily.-la voz de Bethany en el intercomunicador.-el jefe quiere verte en su oficina.

Y yo que me había sentado tan cómoda en mi escritorio.

Me puse de pie y me mareé de inmediato.

Maldita sea, Lucas, más vale que sea importante.

-Emilia.-bramó cuando entré.-necesito un favor.

-Ay, Dios, ¿otro más?-maldición, llevaba ya cinco semanas sin pedirme nada.

-Eres mi secretaria.

-¿Y? Está fuera de mis horas de trabajo.

-También esta fuera del contrato pagar la educación de Phoebe.

-Tu propusiste eso.

-Y tú lo aceptaste. Así que... estamos fuera de contrato.

-¡Maldita sea, Lucas!-me tomé la cabeza. No tolero ni mi propia voz.-¿que quiere que haga, señor Preston?-pregunté, retomando la compostura.

-Ya habías vuelto a lo de Lucas.-hizo un puchero casi imperceptible para volver a su expresión fría.-Quiero que cuides a los mellizos otra vez. Mamá tiene que salir en la noche, Quentin y Nolan tienen una fiesta, Mateo y Liam un partido de futbol y yo...-sacó su teléfono y comenzó a teclear.-ayer tuve una pelea con Kenya por lo de Phoebe, así que la llevaré a cenar y tal vez en la noche-

-Tengan sexo, no quiero detalles.

-Vayamos a la casa de la playa.-puso los ojos en blanco.

-Sexo.-reiteré, rodando los ojos.

-¿Y tu padre?-pregunté al aire.

-Digamos que no confío en papá.-respondió, dejando el teléfono en el escritorio.

-¿Por qué?

-Estando en ahí lo notarás...-rio.-¿Puedes? Solo serán dos horas o un poco menos, mamá va a algo rápido.

-Supongo que sí.-maldición. Todo por la maldita Phoebe.-¿Señor Preston?

-¿Darcy?-replicó, comenzando a ojear unos papeles en su mesa.

-Como... ¿Cómo terminó lo de tu madre?

-Le dije que quería dejar ese anillo para Nolan.-alzó los hombros.-sigue molesta, pero no le quise dar el discurso que te di a ti anoche.-sonreí un poco.-Emilia.

-¿Jefe?

-Gracias por escucharme anoche. Y por hacerme pensar.

Me senté en una silla frente a su escritorio.-Supongo que no obedeciste mucho a mi consejo si te vas a ir a la playa con ella. Jefe... Lucas, mírame.-levantó nerviosamente la vista de los papeles.-No tienes que arruinar tu vida para darle un poco de felicidad a la de los demás. Mírame a mí. Papá quería que estudiara medicina ¿Y qué soy? Editora. ¡Y lo aceptó! Lucas, no debes pasar el resto de tu vida si no lo sientes con Kenya.

Apoyó con fuerza las manos en el escritorio y cerró los ojos. Los abrió y me miró.-Entonces, ¿vas ésta noche?

Suspiré.-Sí, señor Preston, voy en la noche.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora