17. La familia nunca te abandona

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-Hola.

-¿Que quieres?

-Tranquila, no vengo a insistirte.-alzó las cejas.-vine a hablar con Phoebe.

-No creo que quieras verla ahora.

-¿Qué? ¿Por qué no?

-Cuando llegó estaba echando humo por las orejas, no ha vuelto a salir de su habitación más que para ir al refrigerador a buscar una Red Bull.

-Quiero verla de todos modos. Tengo un regalo para ella, ¿me dejas pasar?

-Entra.-se hizo a un lado. Mateo entró cabizbajo.-lo siento mocoso, dudo que a ti sobre todas las personas del mundo quiera verte.

-No, el no entrará.-asintió. Se le subieron las bolas a la garganta.-¿puedes quedarte con él? Y que no llore, por favor.

-¿Por qué habría yo de hacerlo llorar? ¡Me agrada!

-No, no tu.-me dirigí a la puerta de Phoebe.-trata de no dejar que llore.-abrió los ojos como platos.

-...if it all goes wrong

    darling just hold on.

-Permiso.

-Ya estás adentro.-murmuró.-Calum el es Lucas, Lucas, el es Calum.-me señaló al chico en la pantalla de su computadora, que previamente cantaba junto a ella.

-Hola, viejo.

-Ay por favor, tengo veintisiete años, no creo que sea suficiente para que me llamen viejo.-rodé los ojos.

-Hablamos más tarde.-el chico le guiñó un ojo y Phoebe cerró la laptop.-¿Que pasa, Preston?

La costumbre de ésta familia de decirme Preston.

¿Y si me pongo Lucas de apellido y Preston de nombre?

-Vine a visitarte.

-Eso ya lo noté.

-Vaya, éstas de buen humor...

-¿Y de que humor quieres que esté?-giró la silla del escritorio hacia la cama, donde me encuentro sentado.-Tendré que dejar la escuela.

-Llevas apenas más de un mes ahí, no veo por qué te afecta tanto.

-No tengo amigos.

-¿Qué? ¡Pero si te acabo de ver hablando con ese chico!

-Bueno, sí, tengo amigos. Tres. Calum es uno de ellos. Viven en Manhattan.

-Manhattan... ¿Estados Unidos?

-¿Conoces otro Manhattan?-abrí la boca.-si existe otro Manhattan no quiero saberlo.-la cerré.-son mis únicos amigos. La abuela nos llevó de vacaciones a Estados Unidos el año pasado, por tres meses, a la casa de su amigo Jack.-comenzó a buscar en los archivos de su computadora.- Ahí los conocí, en una clase de canto. Son ellos.- dio reproduci a un video. Salía ella grabando con un palo extensible mientras todos cantaban ¨Don't wanna know¨.-ahí comenzó a gustarme cantar. Ella es Anna.-apuntó a la única chica, de cabello rubio corto con partes negras y puntas rosa y ojos un poco rajados.-me llevaba al centro de Brooklyn a cantar, y con lo que ganábamos íbamos a comprar maquillaje. Era una estupidez, pero me divertía. El es Calum.-señaló al moreno que estaba hablando con ella hace un segundo.-y el es Tanner.-señaló a otro moreno con pequeños rizos.-llegamos allá en noviembre, y para navidad cantamos villancicos y le dimos el dinero al abuelo para una fundación. Estaba tan orgulloso que los invitó a ellos y a sus familias a cenar con nosotros. El tío Jack casi muere de un infarto al ver tanta gente en su casa.-sonreí.-ellos son los únicos amigos que tengo, en el mundo. Donde vivía antes, no tenía amigas, por eso el abuelo me envió aquí a estudiar, para que conociera gente nueva. Estuve en todas las escuelas de nuestra ciudad allá, y en todas pasó lo mismo, nadie me aguantaba. Y aquí... las chicas son más parecidas a mí, y les agrado. Pero ahora, tengo que dejarla, y quizás cuanto tiempo esté sin escuela hasta que una me deje entrar.

El Diario de Emily DarcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora