Marcel... ¿Eres tú?

Capítulo 57. Confundida.

Al separarse nuestros labios... Sentía un gran ardor en mi corazón, me sentí culpable, sentía que estaba contradiciendo a mi cerebro y obedeciendo a mi corazón, pero no sabía cuál de los dos era el correcto, estaba totalmente confundida.

-¿Jade?-Él me miró un poco desconcertado respecto a mi actitud, yo sólo lo veía fijamente, sin saber lo que estaba ocurriendo era real.

Finalmente volví en conciencia.

-Perdón, yo... Me desvié un poco- dije sin ninguna expresión.

-¿Estás bien?- dijo tomando mi mano
-S-sí, me tengo que ir- esquivé su mano y di un paso al frente.

-Jade, espera, no hemos terminado.

-Perdón, no me siento muy bien, necesito pensar- dije y caminé rápidamente en dirección a mi casa.

-¡Jade espera!

Ignoré sus gritos, ni siquiera me siguió.

(...)

Al llegar a casa, subí rápidamente las escaleras cuidando no tropezarme, mi mirada se nublaba, se llenaba de lágrimas. ¿Por qué? ¿Qué es éste sentimiento tan grande que siento? Mi estómago me duele, no sé si estoy haciendo lo correcto, sólo necesito hablar con alguien...

Corrí a tirarme en mi cama y abrazar una almohada mientras pensaba todo lo bueno y malo que he hecho hasta ahora, pensando en él... Harry, ¿Marcel? Y en lo cuanto ha cambiado, pero su corazón sigue siendo el mismo

Necesitaba hablar con alguien para aclarar mis pensamientos y ordenarlos, tomé mi teléfono y estaba muerto, lo puse a cargar, y cuando prendió...

Mis ojos se abrieron de par en par y mi corazón comenzó a latir muy rápido, mi estómago dolió más, y se me hizo un enorme nudo en la garganta.

-Nash...- dije entre cortada.

En la pantalla de mi teléfono tenía 5 llamadas perdidas de él, y mensajes diciéndome lo mucho que me quería...

Rompí en llanto. Quería gritar, quería golpearme, quería desaparecer de aquí, no podía creer lo estúpida que había sido, ¿cómo llegué a esto? Le fui infiel a mi novio, a mi más preciado amigo.

¿Cómo decírselo? ¿Cómo justificar este horrible acto?

Tomé mi teléfono y marqué el número de Perrie.

-¿Jade?

Sollocé al teléfono.- P-Perrie...

(...)

-¿Qué te pasó Poppey?- dijo Perrie abrazándome mientras entraba a mi casa.

Solté en llanto.

Nos sentamos en el sofá y comencé a tranquilizarme para estar lista y hablar...

-Soy una estúpida- dije entre lágrimas.

-¿De qué hablas? Claro que no lo eres.

-Engañé a Nash...

-¿Qué? ¿Con quién?

Solté en llanto nuevamente al recordar su nombre, y abracé a Perrie.