Capítulo 9. Confundido.

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Narra Jade.

Subí a mi habitación y llegé a tumbarme en mi cama.

Hoy andaba muy bipolar... no estaba feliz, ni triste, pero tampoco enojada. Sólo sentía algo raro. No sé, pero cuando veo a Marcel todo se me quita de ensima y me pone feliz.

Sonreí de la nada al recordar la sonrisa de Marcel, se le hacían unos hermosos hoyuelos que yo siempre trataba de apretarlos.

Miré al techo y enseguida cerré los ojos.

La imágen de Marcel se presentó en mi mente justo cuando cerré los ojos.

¿Qué rayos me sucede?

Me senté en el borde de la cama y suspiré. Genial ahora no entiendo nada. Lo raro es que esto mismo me pasó con Nathan, mi ex novio. Y el único que he tenido.

Jamás di mi primer beso, tal vez yo le daba asco. Siempre que se presentaba el momento, la ocación perfecta, él sólo desviaba sus labios antes de que yo pudiera tocarlos...

Pero todo acabó bien. Terminamos normal, sin peleas ni nada de eso. Decidimos dejarlo así, pero nunca nos volvimos a ver ni como amigos.

¿Qué le estará diciendo mi madre al pobre de Marcel?

Mejor iré a hechar un vistazo.

Me levanté y me dirijí a las escaleras. Bajé pero me quede escondida entre la pared para espiarlos.

Vi como Marcel ponia los ojos como platos al oír algo que le dijo mi madre. Pero no escuché.

-Ah, señora. Yo no puedo asegurar nada...- Dijo Marcel nervioso.

¿De que hablarán?

-Por favor Marcel. Jade ya tiene mucho que no tiene novio y tú eres el chico perfecto- Dijo mi madre.

¿¡Qué le pasa!? Es como si me dijera desesperda.

-Ah... yo..- Dijo Marcel levantandoce apenado.

-No, por favor. Sé su novio, te lo imploro- Dijo mi madre tomandolo de la mano.

No pude evitar golpearme en la frente con mi mano indignada.

Dios, que pena.

Marcel agarró su mochila y caminó hacia atrás.

-Yo... es mejor que me valla- Dijo rojo como un tomate.

Salió corriendo mientras mi madre girtaba "No Marcel, sé el padre de sus hijos"

-¡MADRE!, ¿Qué rayos te pasa? ¿no ves que lo asustaste?- Dije saliendo de mi escondite enojada.- Dios que pena. ¿Y ahora como le veré la cara a Marcel?, dios mamá- Dije indignada.

Narra Marcel.

Salí corriendo de la casa de Jade lo más rápido que pude. Dios mío, ¿Cómo me pudo preguntar eso? No me lo esperaba, bueno si pero ¡no!

Y ahora de seguro estoy rojo.

¿Qué siento por Jade?

Corrí hasta mi casa sin detenerme ni un momento. El sol me quemaba, tenía los pies que me quemaban. Pero ahora no me importaba, sólo quería llegar a casa y pensar todo. Esto es mucho para mi.

Llegué a casa y abrí la puerta. Gracias a Dios no había nadie para que me molestara.

Subí a mi habitación y tiré la mochila para después aventarme a mi cama. Miré al techo y metí mis dedos entre mi cabello, estaba demasiado estresado.

A ver Marcel, ¿Te gusta Jade? No... sé. No sé si me gusta o no, la quiero mucho, pero... es por agradecimiento de lo buena amiga que ha sido conmigo. Dios, no estoy muy seguro. ¿Por qué su madre me habrá dicho eso? ¿Yo le gustaré a Jade?

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora