Capítulo 31. Una disculpa y una golpíza.

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Después de que terminara la fiesta, Nash decidió llevar a casa. Todo el trayecto la pasamos serios, ambos sin soltar siquiera algún suspiro de incomodidad. Yo mirándo por la ventana, y él el camino. ni siquiera había música sonando para tranquilizar un poco las cosas. Aún no entendía lo que pasó con ese beso, tal vez Nash tenía razón, a lo mejor si fue un inpulso de adrenalina que se dió en el momento perfecto. Es que todo era perfecto como en una película, el sonido, los movimientos, las luces y todo... fue hermoso. Después no entendí porque corté el beso en ese instante, y no antes. No entendí porque cuando nos separamos la primera vez no nos dimos cuenta, o almenos yo. Es que todo pasó tan de golpe.

Cuando llegamos a casa Nash me abrió la puerta, le sonreí torcidamente. Él no me miró siquiera, sólo miraba a sus movimientos. Yo me levanté ysalí del auto cerrándo la puerta. Saqué de mi monedero mis llaves y mi teléfono. Miré la hora: Las 9:30 de la noche. No estuvimos mucho tiempo ahí. Hoy era día sábado, bueno por lo menos nos daban un día más de descanzo para ir de nevo a la escuela. Tomé mis llaves decidida a abrir la puerta, agaradecer a Nash por la noche, cerrar la puerta sin esperar respuesta de Nash y eso es todo... después sólo ir a dormir, o a tratar de dormir, ya que no creo poder después de todo lo que pasó.

-Jade- dijo Nash haciéndo que diera un respingón y arruinándo todo lo que iba a hacer.

Volteé a verlo.

-Dime.

-¿Estás enojada conmigo?- preguntó un poco desanimado.

-No, ¿por qué?- pregunté.

-Por el beso.

-Oh... eso, no hay problema. Pronto se pasará- dije sin preocupasiones.

Nash frunció el ceño.

-¿Crees que después de eso yo lo olvide? ¿crees que después de esto... tú esperas a que sea el mismo "mejor amigo" divertido que soy?- hizo una pausa.- Yo creo que no es tan fácil, Jade.

Abrí la boca para hablar, pero no me salía nada.

-Sabes... tienes razón. Sólo, ya déjalo así- dijo y bajó la banqueta.- Otra cosa- me miró.- Gracias por ir al baile conmigo- dijo para después girarse.

-¡Nash, espera!- le grité.

Volteó a verme.

Lo abrazé.

-No quiero que pase ésto- dije sin dejar de abrazarlo.

-Ni yo- dijo él.

Lo miré.

-En serio te quiero, pero... siento que estamos confundiendo nustros sentimientos, ¿no crees?- le pregunté.

-Tal vez tú, Jade. Pero yo no- dijo y se separó de mi, no pude detenerlo. Él se fue en su auto.

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora