Capítulo 23. El chico de los ojos azules.

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Ya ha pasado una semana desde que se fue Marcel. Lo extraño tanto. Le he contado lo sucedido a Perrie, sólo a ella, no quiero que los demás se enteren, o así se haría un gran chisme. 

La mayoría del tiempo me la he pasado sola, ¿qué haciendo?, pues: leyendo, escuchando música, dibujando y comiendo... ahora si estoy más sola que un triste perro.

Mis amigas me dejan sola siempre por como me ven; siempre con la mirada ída, mirándo a un punto fijo y pensando. Perrie les ha dicho que es sólo porque extraño a Marcel, no les dice jamás lo que pasó, y está bien, porque eso es lo que quiero.

¿Saben?, Marcel jamás me dijo un "Nos vemos luego", y ahora no sé si vuelva, no hay forma de hablar con él. Cerró su faceboock, su twitter, y cambio su número de celular. Tal vez él quiere olvidar todo lo que pasó aquí, lo que... hubo entre nosotros, los momentos que pasamos juntos, y claro, todos esos momentos que lo molestaron. 

¿Qué hubiera pasado si no hubiera conocido a Marcel?

Creo que... seguir siendo la Jade que era, la "tierna loca come galletas" y tal vez, Sam si hubiese sido mi novio, alomejor no hubiera tenido ese valor que tengo ahora, y por eso hubiera andado con él. Pero Marcel me enseñó a ser fuerte, él ha soportado lo que yo no soportaría, yo creo que si me pasara todo lo que a él ya me habría dado un tiro.  

Jugué de nuevo con mi comida perdida en mis pensamientos.

Hablando de Sam, él ni siquiera me ha vuelto a hablar desde ese día. Tal vez se rindió, o sólo tal vez le doy asco; por ahora que ya no soy la "más conocida de la escuela", y no es mentira, yo era un poco conocida porque era una loca y adorable. Pero ahora sólo soy una forever alone, que juega con su comida y se sienta todos los días sola.

Suspiré.

¿Qué hará Marcel en estos momentos?, tal vez explorándo E.U, tal vez con nuevos amigos, o, sólo tal vez con su nueva novia...

<<Jade, tienes que seguir con tu vida, no seas la típica chica dolida abandonada. Tienes que conocer más chicos, olvida a Marcel, alomejor él ya no vuelve, y tú aquí esperándo.>> Me susurraba mi consiencia.

Tomé una gran bocanada de aire y después la resoplé hacia el mechón que caía a mis ojos. Me acomodé el mechón con la mano, ya que no funcionó el resoplar.

Tomé un sorbo a mi jugo y después lo volví a poner en su lugar.

Perdida en mis pensamientos, no me percaté de que un chico muy guapo estaba sentado delante de mi. 

Lo miré sorprendida y el me sonrió. Tenía unos grandes ojos color azul, pelo oscuro y piel blanca, tenía lunares y unas cejas gruesas.

Me tensé y fruncí el ceño mirándolo.

-Hola- dijo el chico sonriendo.

-Ho-hola- tartamudeé.

-Emm, ¿cómo estás?- preguntó atento.

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora