Marcel... ¿Eres tú?

Capítulo 17. Estúpido Sam.

Me desperté temprano para irme a la escuela. Quería llegar a hablar con Perrie, ella me daría consejos, yo... estaba muy confundida. No sabía si Sam era bueno para mi o no. Ayer que llegamos a la casa yo y mi hermano no hablamos en todo el camino, él estaba hecho una furia, y yo estaba con la mente llena de dudas mirando el camino. Jamás hablamos hasta llegar a casa. El abrió la puerta y yo entré, dispuesta a irme a mi habitación, encerrarme, tirarte a mi cama y llorar, tal vez. Pero justo cuando iba a subir las escaleras mi hermano me detuvo. Me dijo "Jade", yo voltee. Cerró la puerta azotándola y me miró directamente, yo bajé la mirada. El dijo "Mirame, mirame Jade" lo miré. No dije nada, sólo tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no me atreví a decirle nada. Volvió a comenzar "Jade, ¿ese tipo te hizo algo?" preguntó. Yo contesté obviamente que no, pero no me creyó, como pensé que seguiría insistiendo me fui corriendo a mi cuarto como pude. Mi hermano no se quedó atrás, él me siguió pero yo cerré la puerta y él no pudo entrar. "Jade, ¡Abreme Jade!" gritó mientras golpeaba. "Jade, te juro que si ese maldito te hizo algo lo mato. Jade, jade abreme por favor" así siguió todo el día sin ni un respiro de mi parte, siguió insistiendo hasta que se cansó y se marcho. Por eso hoy me levanto temprano antes de que Jack me vea así.

Me miré al espejo y si, efectivamente tenía los ojos hinchados. Ayer me sentía tan mal que no dormí, sólo pensé y lloré, oh y comi galletas. Esa soy yo. La típica chica que come galletas y llora con todo el rimel abajo.

Me peiné de una coleta alta y un listón envuelto en ella. Limpié los restos de rimel que quedaban en mis ojos. No me puse nada de maquillaje, ni me enchiné la pestañas, ya estaban. De ropa me puse un short hasta la cintura de mezclilla azul clara, un top blanco con un infinito que no se veía que era top, ya que el short tapaba mi estómago. Me coloqué mis lentes hipster y salí de mi cuarto con la mochila acomodada en mis hombros. Tomé mis llaves del mueble donde etaban, bajé las escaleras cuidadosamente sin despertar a Jack y a mamá. Salí igualmente, con un paquete de galletas chips en la mano. Me encamine a la escuela, no iba a esperar el autobús obviamente, el autobús llega a las 6:30 y eran las 6. La escuela no estaba tan lejos, así que seguí caminando.

-Jade- La voz hizo que saltara. Era Sam, que venía en su carro de lujo.

Lo miré, me voltee y seguí mi camino.

-No, espera Jade. Sube- Adelantó el carro a donde yo estaba, pero yo seguí.- Jade, ¿Qué no ya habíamos arreglado esto?- Preguntó.

-No- Dije cortante.

-Anda, sube. Te llevo a la escuela. Además alguien te puede asaltar, no te sabes cuidar sola- Salió de su carro se paró en frente de mi y me abrió la puerta "caballerosamente"... como la primera vez...

Lo miré con una sonria, la más falsa y lo pisé con todas mis fuerzas.

-Creo que si me sé defender, así estoy bien, gracias- dije victoriosa yéndome de nuevo.

Me agarró del brazo y después me cargó.

-¡No Sam!, ¡BAJAME AHORA!- Le grité.

Sam rió y me subió al carro. Intenté zafarme pero me encerró.

-Sabes que puedo gritar- Le dije.

-Si, mejor no lo hagas-

-¡AUXILIO! ¡ME VIOLAN! ¡ESTE HOMBRE ME MANIPULA, SAQUENME DE AQUÍ!- Grté con todo lo que pude, Sam me tapaba la boca, lo mordía, se lamentaba. Después no supo que hacer un me besaba. Lo abofeteé con todas mis fuerzas cada vez que me besaba, pero no dejaba de hacerlo. Esto si se estaba volviendo literal, lo de que me violan.

-¡Eres un asqueroso! ¡Sueltame!- Dije con lágrimas en mis ojos.- ¡Idiota!, ni pienses que seré tu novia, amante, tu puta, ni tu esposa, o lo que le hayas contado a tus amigos- Dije hecha una furia saliendo del auto.