Capítulo 58. La decisión final.

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Llegué a mi casa y me fui directamente a mi habitación. Mi madre escuchó que llegué y salió de su habitación.

-¿Jade eres tú?

-Sí mamá ya llegué-. Dije tratando de sonar lo más normal posible.

-¿Estás bien cariño? ¿Por qué tardaste tanto?- abrió la puerta de mi cuarto.- ¡Jade! ¡¿Qué te sucedió?!- dijo horrorizada mirando mi cara.

Me miré al espejo y tenía todo el maquillaje corrido, rayos, y de esa manera le traté de hace una sonrisa fingida a mi madre... Si, debió de haberla asustado.

-Nada... Sólo que peleé con Nash.

-¿Con Nash? Pero si él jamás te haría enojar... A caso, ¿Me estás ocultando algo Jade?- dijo sentándose en mi cama junto a mí.

-...

-¿Qué fue lo que pasó realmente?- preguntó mi madre insistente.

Suspiré y decidí contarle todo, y terminé incluso contándole cómo me sentía y la decisión que había tomado, mi madre dijo que estaba orgullosa, porque supe como tomar las cosas, y que si estaba usando a Nash para darle celos a Harry o sólo por lástima salir con él, no era lo correcto, y que si en verdad me gustaba Harry, luchara por él. Claramente, mi madre siempre tenía la razón.

Después de un largo día, intenté dormir, pero no hacía más que dar vueltas en la cama, como si mi cama no fuera la misma, no me acomodaba de ninguna manera, sólo me quedaba pensar y pensar en lo mismo una y otra vez. ¿Por qué me torturas así?

Apreció esa tierna cara que al reír se formaban hoyuelos en sus mejillas, cabello rizado, ojos color esmeralda. Comencé a recordar los momentos increíbles que vivimos cuando él era Marcel, y me preguntaba, ¿Todo volverá a ser de esa manera nuevamente? Y respecto a Nash, ¿Será cierto que nada cambiaría entre nosotros?...

Sólo me quedaba esperar hasta mañana, y ver lo que me estaba guardado mi destino.

(..)

Los rayos del sol entraban inmensamente por mi ventana, y me hicieron despertar de golpe, con los ojos entre abiertos me di cuenta de que ayer había olvidado cerrar las cortinas, y también había olvidado poner el despertador en mi teléfono.

-Mierda-. Dije mirando la hora. Faltaban 20 minutos para las 8:00. Claramente no iba a alcanzar a llegar, el autobús ya se había ido, mi madre no estaba para despertarme, y mi estúpido hermano seguía dormido porque él entraba a las 9.

Así que decidí levantarme para arreglarme y llegar hasta las 8:30 por lo menos, antes que nada, no me gustaría llegar al salón de clases mientras Nash y Harry están sentados en frente de mí, probablemente mirándome extrañamente, sería muy
incómodo, así que espero encontrarme a alguno de los dos para aclarar todo...

Finalmente, me encontré con dos personas, Harry hablando con Jessica, pero parecía que estaban discutiendo.

- Ahí está-. Dijo furiosa mientras me señalaba.

Yo sólo me quedé ahí parada mirándolos desconcertada. Decidí dar media vuelta e irme.

-¡Jade!-. Me detuvo Harry mientras gritaba mi nombre.

Oí como caminaba hacia a mi y vi claramente como Jessica se iba en otra dirección hecha una furia.

Finalmente Harry llego a mi lado, e inesperadamente me abrazó.

Mis mejillas se tornaron color rojo y se pusieron tibias, yo sólo me quedé ahí parada recibiendo su abrazo.

-Me da gusto verte-. Dijo separándose de mí.- ¿Por qué no entraste a clase?

-Quería hablar contigo...- dije tímidamente.

-Yo también-. Dijo sonriendo.

-Yo primero-. Me decidí por primero contarle lo de Nash.- Nash ya sabe lo que pasó ayer...

-Oh, ¿y?

-¿Y?- imité su pregunta.- ¿No recuerdas que él es mi novio? O al menos lo era...

-Oh... Lo lamento- dijo sin ninguna importancia.- ¿Entonces terminaron?- sonrió.

-Sí...

-Perfecto-. Dijo y después me besó inesperadamente.

Mis ojos se abrieron de par en par y me separé de él.

-¿Qué haces?-. Dije frunciendo el ceño.

-Pues tu ya terminaste de decir lo que quería decir ¿no?, yo lo acabo de hacer.

-Eso no fue decir nada-. Dije confusa.

-¿A caso mis besos no te dicen nada?-. Dijo tristemente.

-No entiendo lo que me quieres decir, ni siquiera me haz explicado de qué estabas hablando con Jessica hace un momento, y por qué me señaló-. Me cruce de brazos.

-Tienes razón, lo lamento-. Se disculpó.- Bueno, le estaba aclarando que ya no quiero absolutamente nada con ella, y que jamás quise tener nada con ella, porque en realidad... Sólo te quiero a ti.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente.

-Sabes... Aún no he terminado de decirte lo que iba a decir-. Suspiré.-Tú también me gu...

-¡Jade!-. Me interrumpió la voz de Nash.

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora