Capítulo 24. Mi querida hermana.

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Narra Marcel.

Mi madre y yo llegamos al aeropuerto ya en Estados Unidos, donde mi hermana Gemma nos esperaba con un gran cartel que decía:

¡Mi linda familia!

Luego luego que la vi me sonrió y yo a ella. Durante el viaje estaba muy deprimido, le conté todo a mi madre. Pero cuando vi a gemma, todo se me quitó.

Mi madre y yo llegamos en frente de ella y se abrazaron ellas dos primero, diciendo algo como: "Te extrañé demasiado mamá" "Y yo ati cielo"

Después de eso se separaron, nos miramos mi hermana y yo. Al instante sonreimos y nos abrazamos, un abrazo muy largo.

-Hermanito, no sabes la falta que me has hecho.

-Y tu a mi... ¿pitufina?- dije mirándole el pelo.

-¿Como se me ve?- preguntó.

-Te queda muy bien- le dije sonriendo.

-¿Y tus grandes lentes, nerd?- preguntó bromeando. No me molestaba que ella me dijer asi, pero a que lo diga otra perona es diferente.

-Bueno...

-Hijos, es hora de ir al hotel- dijo mi madre interrumpiendome, gracias a dios.

-No, se pueden quedar en mi casa- dijo Gemma con una gran sonrisa.

-Pero, ¿qué no te estabas quedando en casa de estudiante?- pregunté.

-Si, pero ahora tengo mi propio departamento- dijo emocionada.

Al llegar al departamento, Gemma nos indicó nuestras habitaciones. Me fui a la mía y comenzé a desempacar. 

Tube que cerrar mis redes sociales, no quería que me llegaran mensajes de Londres, no quería volver a recordar nada. Y bueno... en cuanto a Jade, yo sólo le dije lo que tenía que saber: que me iba a E.U, y que era necerario. No quise afirmar nada porque no estoy seguro si volveré. No quiero que me espere o se ilusione, la mo de verdad, y lo que menos quiero es hacerla sufrir.

<<Ya lo has hecho.>>, decía mi conciencia.

Bueno, ¿qué no es: "si la amas, dejala ir"?, pues eso fue lo que hice. La tendré que olvidar... 

Lo más probable es que me quede aquí.

Tocaron a mi abitación, miré hacia la puerta que se abria poco a poco azomando una cabeza.

-¿Quieres comer algo?, ya está la cena- indicó Gemma amablemente.

-Si gracias, ahora bajo- le dije.

-Si, y oye, tendrás que explicarme que le pasó a tus lentes.

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora