Capítulo 53. ¿Es en realidad el fin?

255 19 13
                                    

Harry.

 

Corrí y corrí por toda la escuela en busca de Jade, pero jamás la encontré, incluso veía como Nash también la buscaba y gritaba su nombre.

Me detuve en frente de la cafetería vacía, comencé a jadear de tanto que había corrido, me recargué en uno de los pilares de la cafetería. Limpié el sudor que tenía en la frente. Miré hacia abajo.

« ¿Cómo pude ser tan estúpido? ¿Por qué no puedo estar conforme con sólo una chica… ¡¿Por qué?! »

Con mis manos, hice mi pelo hacia atrás estresado.

«Soy un estúpido, y ahora la lastime»

Me separé del pilar y caminé hasta una de las sillas del lugar, y la pateé con fuerza, desquitándome.

— ¡MIERDA! —grité con coraje mientras pateaba la silla.

Me senté en el piso tratando de calmarme mientras sollozaba.

~canción en multimedia~

 

 

Jade.

Sin que nadie me viera, salí de aquél callejón oscuro, para dirigirme a la salida de la escuela e irme.

Corrí y corrí con la cara abajo por las calles de Londres, hasta llegar a mi casa. Al fin cuando llegué, cerré la puerta y me dirigí corriendo hacia mi habitación. Me aventé a mi cama, y comencé a gritar mientras lloraba.

«Es que, esto no podía estar pasando. Él me había dicho que me amaba… y ahora esto…» volví a soltar un gran sollozo.

Estaba sola en mi casa, con frío y llorando desconsoladamente.

Mi teléfono no paraba de sonar, Nash me llamaba, pero yo no quería contestarle. Yo ya no quería salir de mi habitación, no quería volver a ser humillada por todos, no quería verlos, sólo estár aquí sola… como siempre.

Sonó el teléfono de la casa, con un mensaje de voz:

—Jade, por favor, contéstame, necesito saber que estás bien—primer mensaje.

—Jade por favor. Te juro que no quería que esto pasara, yo sabía que ese maldito te haría esto…—segundo mensaje.

—Jade, por favor, te lo suplico, ¿dónde estás? Necesito verte—y ese fue el último.

Pasaron horas y al fin me pude tranquilizar. Me senté en mi cama y me quedé viendo la pared, mientras asimilaba todo lo que había pasado. Mi celular volvió a sonar y miré la pantalla, el cual decía: “Harry”

Ya que estaba olvidando todo, mi corazón volvió a crujir al ver siquiera su nombre, aún así si lo tuviera como “desconocido” sabría que era él…

Miré hacia otro lugar, mi teléfono seguía sonando. ¿Qué querrá tanto? ¿No está feliz ahora? Logró lo que quería, se vengó de mí, ¿no? Y todo porque no le di una respuesta…

No le iba contestar diciéndole: ¿Estás feliz ahora? Porque, tal vez sólo se equivocó… ¿y si pasó eso? Pero… es que no lo puedo perdonar aún así, porque él cambio, él simplemente ya no es Marcel.

Poco después, se escuchó el timbre de mi casa repetidas veces.

Fruncí el ceño y me asomé por la ventana creyendo que era Nash, pero lo que vi fue el cabello color café enrulado.

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora