Capítulo 21. Todo cuadra ahora.

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Marcel.

Dije sin pensar. ¿Qué pasó? ¿qué fue eso? ¡¿QUÉ HICE?!

Los dos nos quedamos mirándonos, uno al otro. Los dos sumergidos en nuestras miradas mientras nos enrojesiamos. Los dos en estado de shock, los dos sin soltar palabra o suspiro. Los dos con la boca abierta y los ojos como platos. Los minutos y las horas volando, todo alrededor se pone borroso, sólo dejándome ver la hermosa cara y silueta de Jade.

Entonces, reaccioné.

Miré al suelo y después a Jade que seguía igual. Miré a todos lados sin saber que hacer, la otra chica Lindsey ya no estaba. Miré hacia atrás, y no lo dudé. 

Salí corriendo con todo lo que pude. 

<<Perdedor.>> <<Cobarde.>> decía mi mente una y otra vez, pensando en arrepentirme y decir que todo estaba bien, pero no lo estaba. La regué y muy feo. Ahora no espero que Jade me hable. 

Quería volver con ella, besarla y pedir que fuera mi novia. Pero no lo haría, no tengo el valor suficiente. Y además no quería tener el corazón roto una vez más.

Corrí y corrí por los patios sin mirar atrás ni a los lados, sólo pensando en llegar a mi destino. No quería recordar más, no quería saber ya nada. Sólo ir a mi casa, romper cosas, desquitarme y después... sólo no sé, dormir supongo. Dormir, el único lugar donde se cumplen tus sueños.

Llegué al portón de la entrada, pensaba en irme ahora mismo, sin continuar las clases y... tal vez jamás volver. Sin despedirme de mis amigos: Perrie, Jesy, Leigh, Niall, Zayn... Jade. Sólo quería olvidar, la escuela, las personas, los momentos, los lugares... los recuerdos.

Miré, una mujer conocida esperando afuera.

-¿Mamá?- murmuré para mi mismo.

Me sonrió un poco desanimada, no como siempre. Me indicó que fuera hacia ella.

Me dirigí a la puerta, la abrí y salí con ella.

Me abrazó. Colocó su mentón en mi hombro preparada para susurrarme algo...

Jade.

Mi memoria se ponía en blanco, pero a la vez venían las dudas, una y otra vez. Al igual que los momentos. ¿Cómo no me pude dar cuenta antes? ¿cómo pude ser tan ciega? todo éste tiempo...

Todo a mi alrededor se silenció, un sonido perturbador resonó en mis oídos dejándome sorda, sólo mirándo un punto perdido en algún lugar; donde ahora no estaba Marcel. Se fue, y no le pude decir nada. Ni si quiera un "Oh lo siento, no me di cuenta antes", pero eso no le diría jamás. Es ahora donde me pongo a dudar. 

¿A mi me gusta Marcel? ¿y si no?: lo dañaré profundamente, pero ¿y si si? 

No sabía que hacer, las piernas me temblaban. Era como si mi cuerpo estuviera ordenando derrumbarse. Ésto parecía como un final triste, donde las personas siempre pierden. El día empezaba a acabarse poco a poco. El cielo comenzándo a escureserse, y yo... sólo estaba ahí, parada como una idiota en shock sin ahcer nada. Sólo llenándome la cabeza de dudas.

Marcel... ¿Eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora