Capítulo 2

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-Entonces, ¿estás segura de que quieres vídeo juegos? -le preguntó extrañado-

-Sí -dijo Marina- eso sería mas conveniente, no me gustan las cosas extravagantes -hizo una mueca rara- por lo que los vídeo juegos no me vendrían mal como regalo de cumpleaños -rió

-Bien si tu lo dices -dijo mirándola raro

¿Podía tener una novia más perfecta?

Extrañamente, amaba los vídeo juegos igual que a los chicos, pero ¿no era que las chicas le gustaba la ropa, maquillaje y accesorios?

Bueno eso pensaba regalarle para su cumpleaños, pero se encontró con esto.

Su novia era muy especial.

Hace media hora, estaba despierto, sólo que no se quería levantar de la cama.

Era tarde, pero eso no importaba en vacaciones.

Como siempre estaba pensando en Marina, quería verla ahora, aunque sólo la había visto unos días atrás, pero es que esa chica lo traía loco, quería estar con ella y no separarse nunca.

-Marco, despierta -su madre entró a la habitación- ¡Marco! -exclamó al ver que no le hacía caso.

-¿Qué quieres mamá? -la miró

-Que te levantes -miró alrededor de toda su habitación- Y que ordenes un poco aquí hombre, tienes 18 años no 15, esto parece un basural -levantó una ropa sucia del suelo y salió por la puerta en silencio.

Solo eso le bastaba, que su madre lo regañara, cuando ya no era un niño. A regañadientes se levantó y se bañó mientras pensaba en su vida. Ahora que era mayor de edad debía encontrar un trabajo, la escuela la había terminado el año pasado y quería tomarse un año para trabajar y juntar dinero para su universidad. Casualmente si esto le resultaba, entraría a la universidad al mismo tiempo que Marina.

Debía aprovechar estos días de estar junto a ella, pronto se le acabarían las vacaciones a su novia y entraría a su ultimo año en ese internado, o instituto o lo que sea que fuera, y no se verían mas que los fines de semana.

-¿Entonces trabajaras? -le preguntó Maria, en el desayuno.

-Sí mujer -rió- Así te ayudo un poco -su madre sonrió orgullosa ante esas palabras.

-No es necesario cariño, gasta tu dinero en ti, solo diviértete.

Se dedicó a hacer ejercicio después del desayuno, esperando que Marina le devolviera los tantos llamados que le había hecho.

¿Donde estaría? ¿Estaba tratando de ignorarlo?

Ojalá no fuera así, él no había hecho nada ¿o si...?

-Adivina a que vengo -la voz graciosa de Isco llegó hasta sus oídos.

-¿A molestarme? -se sacó la polera y tomó un poco de agua

-No, ha invitarte a una fiesta en la playa, después de almuerzo, estará buenísima -simuló las curvas de una mujer con sus manos- Vamos

-No lo creo -entró a su casa seguido de Isco- Estoy llamando a Marina, para ver si salimos -Isco bufó molesto, ¿cuando Marco había cambiado tanto? ah sí, desde que conoció a Marina -se dijo así mismo- Marco solía ser ese tipo de chico que no le interesaba mucho estar con alguien, bueno estar con alguien más de una semana, las chicas en la escuela, lo adoraban, que Marco Asensio les dijera un 'bonita', o un '¿salimos hoy?', bastaba para que las chicas saltaran de emoción, pero todo cambio en cuanto conoció a Marina Muntaner.

-Marco, tienes que disfrutar hombre, ¿tú crees que tu novia no sale a fiestas? claro que sí, y es por eso que tú también tienes que salir -lo animó

- A Marina no le gustan las fiestas Isco -dicho esto, se dirigió hacia su habitación para cambiarse la ropa sudada.

Isco se sentó en la sala, obligado a faltar a la fiesta, no podía ir solo y no quería ir solo, tendría que aguantarse. Más tarde luego del almuerzo, Marco pareció saltar de emoción al leer el mensaje de su novia.

"Estoy en la puerta, ábreme. Marina"

Ignorando a Isco que se encontraba acostado en el sofá de la sala cambiando los canales de la televisión, se dispuso a abrir la puerta, su hermosa castaña estaba parada frente a él.

-Mi amor -la abrazó con fuerza- Te extrañé.

-Yo igual bobo -rió Marina y lo besó-

-¿Por qué no me contestabas el celular? -preguntó-

-Estaba ocupada. -le respondió desinteresada- Lo siento mucho. -acarició su mejilla- Y también siento no poder pasar estos días contigo.

-¿A qué te refieres? -se extrañó, ¿qué era eso de no poder pasar los días con él?

-Es que con las chicas organizamos un ultimo viaje antes de entrar al instituto, será muy divertido, ¿no te enojas? -lo miró con esos ojos color pardo y no pudo resistirse

-Claro que no cariño -la tomó de la cintura y la apegó a él- ¿No hay alguna despedida para mí? -susurró en su oído

-Lo siento amor pero no -se separó de él- Sólo venía a avisarte -lo besó cortamente- Te quiero, adiós -Y simplemente se fue, dejando a Marco confundido.

Cerró la puerta aún mas confundido, había esperado impaciente que Marina lo llamara, o lo visitara para que ella ¿viniera y le dijera que no se iban a ver? ¿Esto era una broma? ¿Por que Marina estaba tan rara?

-¿Sigues queriendo estar en tu casa mientras en la playa hay tremenda fiesta? -le preguntó Isco

-Yo.. eh.. -se rasco la nunca mientras recordaba lo que le había dicho Marina - Vamos -dijo al fin

Estaba atardeciendo cuando llegaron a la fiesta, había mucha gente esparcida en todas partes. En el mar, en la arena. Había un dj que estaba poniendo música buenísima y un bar playero que estaba vendiendo bebidas y alcohol.

Caminó entre la gente, hasta llegar al bar, tomaría un cerveza helada solamente, ¿que estaba haciendo en esa fiesta? no conocía a nadie.

-Estúpido Isco -dijo en voz baja al ver que su amigo se estaba divirtiendo con una chica, dejándolo solo. Tomó un gran sorbo de su cerveza y miró a todas partes desinteresadamente, ahí fue cuando la reconoció. ¿Qué hacía Marina en esa fiesta? ¿Y qué hacía abrazada con ese chico?

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora