Capítulo 27

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Hanna acomodó el gel sobre su mejilla.

¡Mierda!

Le dolía, le dolía mucho.

La puta de Marina Muntaner iba a pagar muy caro aquel golpe. Podía haberle soportado todo. Insultos, empujones, peleas, incluso el peor momento de su vida, pero no le permitiría que la golpeara así de fuerte, frente a todos. Parece que no había entendido la advertencia de no tocarla el año pasado, el desquite con Camille no había servido para nada.

Ahora estaba con un moretón terrible en su mejilla, castigada y sin moto.

Trataba de calmar su furia y rabia sentada sobre su cama, ¿por qué mierda no castigaban a Marina también?

Ah si, claro, porque ella es perfecta y popular, pensó.

En cambio ella que siempre causaba problemas, era castigada como por mil siglos más. Todo era tan injusto.

Un golpe la sacó de sus pensamiento no tan buenos sobre Marina. Era Katy, o Kate, o como se llamara, que había pegado un portazo claramente muy fuerte. Observó su rostro que vagamente se le hacía conocido, estaba enfadada y no estaba de tan buen humor.

-¿Dónde están Marie y Débora?, es tarde -la escuchó murmurar con una voz... muy ronca.

-No lo sé -se encogió de hombros mientras se quitaba el molesto gel de su mejilla izquierda- Salieron juntas, no sé a dónde.

-Está bien -suspiró mirándola- ¿Qué te ha pasado en la mejilla?

-¿Te interesa? -Marco asintió lentamente- Tu nueva amiga Marina Muntaner me ha pegado -rió amargamente.

-Te ha quedado horrible -como si no lo supiera, pensé ella- Déjame ayudarte -se acercó a Hanna rápidamente, volvió a tomar el molesto gel y lo puso en su mejilla mientras se miraban mutuamente.

Esos ojos, esas manos y esos labios se le hicieron conocidos, como si los hubiera visto antes, o como si los hubiera mirado, tocado y besado antes.

La conexión de sus ojos detuvo el tiempo por un instante, Hanna observó su rostro detenidamente, había algo extraño en ella, algo que no podía descifrar a simple vista. Sin tomar en cuenta el dolor que le ocasionaba el gel sobre su mejilla, se fijó en sus labios, se quedó estática mirándolos.

Tuvo un impulso de... Besarla. Comenzó a acercarse lentamente, pero se detuvo a medio camino.

¡Que mierda iba a hacer!

Se paró de la cama manteniendo una distancia prudente.

-Gracias -murmuró nerviosa y por primera vez, se escapó de la situación y se escondió en el baño.

Marco miró extrañado hacia la puerta del baño. ¿Qué se suponía que iba a hacer Hanna?

¿Besarlo?, claro que sí, había notado como ella se quedaba mirandole los labios fijamente y había comenzado a acercarse lentamente, hasta que en un momento paró y salió corriendo.

Hanna llevaba varios minutos en el baño encerrada, ni Isco ni Débora se encontraban, por lo que decidió mandarle un mensaje a su novia.

"¿Te paso a buscar mañana?"

Recordó lo que había visto hace un rato en el campus y apretó los dientes de rabia, ojalá Marina le contestara luego.

-Dile a Marco que irás a Valencia a ver a tus abuelos.

Recordó aquella conversación de Marina y Camille.

El celular sonó anunciando que un mensaje nuevo había llegado.

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora