Hanna reaccionó y lo tomó por el cuello, aferrando sus labios completamente con los de él. Olvidó el dolor y lo besó lentamente.
Sus labios eran suaves, carnosos, no quería separarse a pesar del ardor bajo su labio.
La besó, la besó, y la besó... Cada vez más rápido, y mordió su labios salvajemente, pero se arrepintió inmediatamente al ver como ella se separaba tocándose la herida.
¡Idiota!, se dijo a si mismo.
-Lo siento muchísimo -le dijo avergonzado- De verdad yo no quise -lo interrumpió.
-No importa -le sonrió- No duele -mintió.
-Seguiré curándote -agarró otro algodón y repitió el procedimiento anterior, pero ahora en las heridas de la mejilla, en el rasguño de los brazos y arriba de su ceja.
Una vez todo desinfectado le echó la crema, tratando de no desconcentrarse y volver a recaer en aquel hechizo.
-Muchas gracias, Marco -lo abrazó nuevamente.
-Ya nada de gracias, ahora recuéstate un momento y descansa -le sonrió y se paró de la cama, debía alejarse de ella.
-¡Espera! -lo detuvo- Quédate aquí -le sonrió hermosamente- Descansa conmigo por favor -miró sus ojos grises suplicantes y no tuvo más remedio que aceptar.
Se acostó a su lado lentamente y Hanna hizo lo mismo, pero arriba de su pecho.
-Abrázame -la sintió susurrar- No seas tonto.
Llevó su mano hacia su estrecha cintura y la abrazó fuertemente, hundiéndose en un largo silencio.
Paso largo tiempo, no supo cuanto, pero algo intuía al ver como se oscurecía a través de la ventana.
Apoyó sus labios en la cabeza de Hanna y besó su sien aspirando el olor de su cabello.
-Perdí mi clase de fútbol hoy -rió levemente- Me tendrás que enseñar a jugar.
-Pero si ya lo estás haciendo -le contestó mientras seguían abrazados y acurrucados- Gracias nuevamente.
-De nada nuevamente -los dos rieron- Pero ahora quisiera preguntarte.. ¿Por qué estabas peleando con Marina? -al oír mencionar el nombre de la castaña, Hanna se sentó sobre la cama y lo miró fijamente.
-Diablos -susurró- Marco, si quieres ir a verla, anda. Yo no te detengo, en serio, anda.
-No, no y no -la abrazó por la cintura y la hizo recostarse nuevamente junto a él- Yo me quedó aquí contigo, sólo era una pregunta ¿podrías responderla?
-Ella y yo siempre peleamos -suspiró- No es nada de otro mundo.
-Siempre pelean, pero no a golpes y menos como lo hicieron ahora -dijo él.
-Ella me provoca, lo siento Marco, muy novia tuya puede ser pero, la odio, la detesto, la muy puta -calló al notar que quizás se estaba desubicando- La muy tonta -agregó- Siempre me molesta y bueno -hizo una pausa- Siempre han habido problemas entre ella y yo, esta pelea no es nada del otro mundo.
-¿Por qué la odias? -preguntó esta vez.
-Por temas personales, por problemas entre ella y yo -gruñó- Problemas que no conoces.
-¿Debería conocerlos? -le preguntó, y ella no respondió en varios segundos, ¿debía conocer el secreto de Marina?
-No -respondió- No por ahora.
-Bueno, algún día sabré, así como también sabré lo que me esconde -comenzó a acariciar su brazo tratando de calmar lo fuertes latidos que el corazón hacía por la cercanía con la chica.
-¿Hace cuanto son novios? -cambió de tema ella, y Marco no lo notó.
-Más o menos un año -Hanna bufó al escuchar esto- ¿Por qué? -preguntó.
-¿Estás enamorado? -ignoró aquella pregunta y lo miró fijamente.
-Yo... -titubeó- Yo creo -con su otra mano rascó su cuello, nervioso ante la pregunta.
-Uno está enamorado o no lo está, simplemente -siguió mirándolo- ¿Estás enamorado u obsesionado?
-¿Cuál es la diferencia? -se encongió de hombros.
-Tienen mucha diferencia, la obsesión es dañina, el enamoramiento es verdadero -respondió- Dicen que las personas se enamoran de verdad una sola vez en la vida -sonrió, aunque Marco no la viera.
-Yo creo que estaba enamorado -dijo.
-¿Estabas? -se extrañó ella ante la palabra- ¿No lo estás ahora?
Entonces una voz que no tomó en cuenta le dijo:
Te estás enamorando.
-No -dijo él- Han pasado muchas cosas entre Marina y yo, he descubierto ciertas cosas que no me han agradado nada -suspiró- La relación no da para más, por eso te digo que creí estar enamorado, pero simplemente ya no sé que es enamorarse.
Otro silencio inundó la habitación y Marco deseó que ni Isco ni Deb entraran en la habitación.
Le gustaba estar abrazado a ella, le gustaba mantenerla en sus brazos, protegiéndola de cualquier mal, acariciándola y consolándola.
-¿Por qué llorabas? -preguntó él de repente.
-Porque sí -la sintió tensarse- Porque a veces hay días que la gente explota, y la mejor manera de hacerlo es llorando.
-¿Estás triste? -preguntó esta vez.
-Estoy melancólica -ahora el que se tensó fue él al sentir las leves caricias de Hanna sobre su abdomen- A veces el pasado hace un viaje corto hacia el presente, y sientes que el pasado ya no es tan pasado, sino que siempre ha sido parte del presente, del ahora, ¿entiendes?
-Creo entenderlo, pero deberías construir una puerta o una barrera para que el pasado no se escape al presente, así no te pones melancólica, y así no lloras -cerró sus ojos ante las relajantes caricias- Te ves fea llorando -mintió.
-¡Hey! -le pegó en su abdomen y Marco abrió los ojos- No te pases.
-Ya ya, sin golpes -rió- No te ves fea, estoy mintiendo -la tomó por las manos para impedirle que volviera a pegarle- Porque en realidad te ves horrible -rió nuevamente y Hanna se abalanzó sobre él, pegándole levemente.
Jugaron unos momentos, haciéndose cosquillas, pegándose, divirtiéndose. Marco quería hacerla reír, quería todo menos verla llorar nuevamente.
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Enamórate || Marco Asensio ~ Adaptación
Fiksi Penggemar¿Crees estar enamorado? ¿Estas seguro Marco? La obsesión de este chico por su novia, lo hace cometer locuras muy grandes. Inseguro de sí mismo, cree que su novia no le corresponde en sentimientos, por lo que comienza a pensar que ésta lo engaña. Lle...