Capítulo 4

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Marco movió su cabeza en la almohada, se acomodó mejor y volvió a leer el mensaje que le había enviado Marina hace unos minutos.

Después de que Isco lo dejó en su casa, no se resistió a enviarle un mensaje, se dijo a si mismo de no enviarle nada, ni llamarla para esperar que ella se comunicara con él, pero no duró mucho y le envió un suave '¿Cómo va el viaje? espero que bien. Te amo... Marco', decidió no preguntarle nada sobre lo que había visto en la playa, si algo malo estaba sucediendo en su relación él lo descrubriría de cualquier forma... pero no le preguntaría directamente, eso era obvio.

'Algo agotador, llevamos toda la tarde en la carretera con las chicas. Siento si no puedo llamarte seguido, tu sabes las vacaciones y todo... Ya te extraño, también te amo. Marina'

Decía el mensaje con la respuesta. No podía creerlo.. ¿Marina pensaba que él era idiota?

Cómo iba a llevar toda la tarde en la carretera si hace unas horas la vió en una fiesta playera con un chico. ¡Dios! Marina le estaba mintiendo y engañando.

-Mierda- murmuró y se sentó en la cama con las manos en la cabeza. ¿Porque le mentía?, ¿acaso no era un buen novio?, ¿no merecía su confianza?, ¿habría otro chico? Quería pensar que no, pero simplemente a estas alturas, ya estaba sospechandolo y se sentía idiota y con el corazón quebrado.

¿Dónde había quedado el Marco galán de la preparatoria?... Marina se lo había llevado.

¿Dónde había quedado el Marco que no se enamoraba?.... Marina también se lo había llevado.

Esa chica lo tenía mal, la había aprendido a querer, podría decirse que era la primera chica por la cual estaba realmente enamorado y no quería perderla. Pero el tan solo hecho de que otro chico estaba disfrutando de su sonrisa, de sus besos, de sus caricias, lo enfurecía.

Tendría que hacer algo, la inseguridad lo estaba matando y lo haría cometer una locura.

Hanna Graham de 18 años de edad, entraba de puntillas en su casa. Era tarde, o más bien muy temprano, recién estaba llegando a su casa.

Había ido a una fiesta buenísima y según la promesa que le había hecho a su madre, llegaría temprano, eso estaba haciendo, ¿no?

Cerró la puerta con cuidado y caminó rápidamente hasta la escalera para ir a su habitación, menos mal que no se había puesto tacones o sino sería más complicado. Afirmó bien su chaqueta de cuero en su brazo y se dispuso a subir, o eso intentó.

-Muy tarde ¿no crees? -escuchó a su madre, maldijo en su interior y se giró encontrando a su madre parada a unos metros de ella.

-Yo diría muy temprano mamá -sonrió

-No te hagas la graciosa Hanna -suspiró- Prometiste llegar temprano

-Lo sé y eso hice -le habló graciosa- Pero quiero dormir, adios -se dio media vuelta, pero su madre siguió hablando.

-Estás castigada -Hanna paró en seco- Entras en una semana al instituto, no quiero que vuelvas a repetir el año, como tu madre y tu maestra de Literatura te lo advierto Hanna, si sigues igual que el año pasado habrán medidas extremas.

-Medidas extremas -se burló- No me diga eso señora Graham -Hanna solía ser así, irrespetuosa y grosera hasta con su madre, le molestaba que ella siempre estuviera metiéndose en su vida. ¡Era mayor de edad! ¡joder!- Métete en tus libros y déjame vivir. -subió el resto de escaleras hasta llegar a su habitación, una vez allí se acostó en su cama pensando que en tan sólo 7 días volvería a ese instituto y sonrió para si misma.

-¿Qué mierda has hecho? -gritó Isco

Marco tan sólo lo miró cansado, se había quedado toda la noche en la computadora arreglando los últimos detalles de la locura que pensaba hacer. Al parecer todo iba bien hasta ahora pero necesitaba la ayuda de su mejor amigo, y eso estaba pidiéndole ahora.

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora