Capítulo 63

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Podría haberse quedado dormido si no fuera por el estúpido sonido del celular. Ni los rayos de sol pudieron despertarlo y es que no habían, el día había amanecido totalmente lleno de nubes como si quisieran decirle algo.

Por primera vez en casi un mes, se duchó tranquilo y pasivo. Se vistió con sus pantalones, una polera que lanzaba un garabato no tan lindo y una chaqueta junto a sus infaltables zapatillas. ¡Cuanto las extrañaba!

Guardó los papeles que le había dado James en su mochila y bajó las escaleras para ver a su madre. Ésta lo miró extrañada. ¿No debería estar en el trabajo? Era hora de hablar con él.

-¿Y tú? ¿Qué haces aquí? -su madre venía del jardín con varías flores en la mano- ¿No te fuiste a tu trabajo?

-Mamá -abrió el refrigerador y sacó una botella de jugo- No, no fui, y bueno de eso quería hablarte -Su madre siguió mirándolo extrañada. ¿Sería capaz de contarle la verdad? no, no podía, Maria podía ser muy permisiva y comprensiva a la vez, pero contarle que se infiltró en un instituto de chicas, la pondría como loca, lo regañaría, hasta incluso podría hacer algo que hace mucho no hacía... Podía castigarle y como él no podía desobedecer a su madre, nunca lo había hecho, estaría como un bueno hijo encerrado en la casa por un tiempo.

-¿Qué sucede Marco? -preguntó ella.

-Bueno, ya no estoy trabajando -mintió- Renuncié y bueno, estaré por aquí como siempre -aguantó su nerviosismo, tragando un poco de jugo de naranja.

-¡Oh! -exclamó ella- Bueno, me pone muy triste que hayas renunciado, pero a la vez feliz, porque estarás aquí hijo -le sonrió.

-Sí mamá, pero ahora debo salir a arreglar unos papales, ya vuelvo ¿sí? -dejó el jugo a un lado de él y besó la mejilla de su madre.

Era hora de la verdad, pasó a recoger a Isco que lo acompañaría. El castaño presentaría los papeles de Marie y él los de Kate. Todo tenía que salir bien, como estaba ideado el plan a menos que Marina se arriesgara y dijera toda la verdad, pero no, eso no podía suceder. Como ahora estaba conociendo a la verdadera Marina, podía darse cuenta que la cobardía la atraparía una vez más, ella no sería capaz de decir la verdad porque sino él también hablaría. Y bueno, a ella no le convenía aquello.

Atrajeron varias miradas en cuanto entraron al instituto, pero ninguno se detuvo si quiera a notar eso. Hablaron con una secretaria para que les comunicara a la directora y así fue.

Luego de inventar una historia en donde los padres de Marie y Kate eran socios y debían mudarse de ciudad, la directoria pareció creerles, hasta que les preguntó porqué no habían ido personalmente los padres a hablar con ella. Ellos también habían inventado que sus padres ya estaban en la otra ciudad, y ellos eran unos amigos de la familia, pero que traían los papeles y todo.

A la directora no le quedó de otra que aceptar y sacar a Marie Johnson y a Kate Benson para siempre del instituto.

-¿Viste su cara de 'Oh dios me quedo sin dinero y sin alumnas'? -bromeó Isco, mientras caminaban hacia la salida.

-Sí -rió- Fue gracioso -mientras caminaba sintió una mirada fija sobre su espalda, se giró detenidamente.

-¿Qué sucede Marco? -preguntó Isco al ver que miraba un punto fijo.

-Es Marina -susurró y volvió a girarse. Marina Muntaner lo miraba desde una esquina escondida, con los ojos llenos de furia- Vamos.

-¡Somos libres! -exclamó Isco.

-Sí idiota -Marco encendió el auto y comenzó a conducir- Debo decirte, que no sé qué mierda hacer ahora.

-¿Rehabilitarte? -Marco frunció el ceño con la vista fija al frente- ¿Divertirte?

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora