Capítulo 9

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Marco miró alrededor de él, era una habitación normal, muy normal. No había mucha decoración femenina, solo un par de maletas sobre una cama.

La habitación era espaciosa -por lo menos- era la última del piso, estaba dividida en dos. Por un lado había dos camas en forma horizontal separadas por una mesa de noche, un metro más allá, sobre una especie de peldaño se encontraban las otras dos camas con vista a la ventana, lugar donde anteriormente estaba la pelirroja.

-Ehm.. -Isco miró a su amigo que inspeccionaba todo y decidió hablar él- ¡Hola! -exclamó alegre- Somos nuevas -Acomodó su cabello sutilmente y la chica pelirroja sólo lo miró mal.

-No pregunté quienes eran -aplastó el cigarro en un cenicero- Dije que mierda hacen aquí -sonrió sarcásticamente. Y aunque no quisiese, el castaño se le quedó mirando embobadamente, a pesar de la ropa negra y sin estilo que llevaba. Se destacaba sobre todo su hermoso rostro, blanco con unos ojos color caramelo que combinaban con su pelo, claramente teñido.

-Nosotras.. -habló ahora Marco fijándose en la cara de bobo que tenía su amigo- Somos nuevas y esta es nuestra habitación -habló suave- Debes ser nuestra compañera, ¿no?

La pelirroja los miró extrañada, ¿compañeras?

Hace mucho no llegaba nadie a esa habitación, por algo era una de las últimas y nadie se atrevía a siquiera entrar ahí.

-Creo.. -se acercó a una de las camas y bajó la maleta que estaba sobre ella- Esto es raro -rió, e Isco al final había vuelto al planeta- No hemos tenido compañeras desde hace tres años, pero bueno -se encogió de hombros- Esas son sus camas -apuntó a las camas que estaban horizontalmente- Ahí está su armario, ordenen todo y no toquen nada, ¿entendido? -habló seria esta última parte. Los chicos asintieron extrañados- Me iré a duchar, entramos.. -miró la hora- en una hora, ordenen todo y si se pierden, pues espero las encuentren -rió para luego desaparecer en una puerta.

-Esa chica es hermosa, pero está loca -se adelantó a decir Isco, abriendo su maleta.

-A ti te gustan las locas -Marco imitó su acto.

-Claro -rió irónicamente- Está mejor Camille, es guapísima -empezó a guardar la ropa de mujer en el armario.

-Sí, es la mejor amiga de Marina -se sentó en la cama y suspiró- ¿Dónde estará? Ya quiero verla -obviamente sonó emocionado.

-Qué novedad -rió Isco.

Marco tuvo mucho cuidado en guardar algunos de los boxer's que había llevado, además de algunos pantalones y playeras, nunca sabría si algún día los ocuparía pero sería muy necesario en momentos de incomodidad.

Miró a Isco que ordenaba su ropa cantando una canción, se veía tan gay -rió para su interior- Si los chicos del equipo de fútbol los vieran no dudarían en reírse de ellos, por años.

Pero sería por un tiempo y sólo por saber sobre Marina.

Marina... Marina... Marina.

Tenía ansiedad y miedo de lo que vendría ahora, tendría que soportar ser chica por unos meses, sólo por ella. La ansiedad le carcomía por dentro, quería verla y quería saber la verdad sobre ella. Miedo, simplemente miedo de saber lo que esconde su querida novia, no sabía que esperar y no quería pensar lo peor, simplemente no quería.

-Creo que estamos listos -le habló Isco- ¿Vamos?

-Eh.. Baja tú -miró su horario- Tenemos casi las mismas clases, te veo en un rato -el castaño le asintió mientras iba a la puerta. La pelirroja que aún no decía su nombre salió del baño, lista.

-Eh fresita -le habló al castaño- No cierres, igual bajo -agarró unos libros y lo siguió, mientras Marco los miraba raro- Eh castaña, por si quieres saber, soy Deb. -le guiño un ojo y salió con Isco de la habitación.

Y se había quedado sólo, quiso sacarse la peluca que ya le estaba picando, pero no lo hizo, si alguien entraba y lo descubría...

Se asomó a la ventana en la cual había encontrado a Deb anteriormente, desde ahí tenía vista a los otros tres edificios que rodeaban el campus, por lo que no tendría problema en ver a todas las chicas.

Si no tuviera novia, para él aquel instituto sería el paraíso, habían chicas por todos lados y todas diferentes. Altas, bajas, delgadas, más macizas, habían de todo tipo.

Con la mirada recorrió todo el campus, hasta que la vio.

Su castaña estaba sentada sonriendo a Camille sobre un banco, hablaban animadamente y Marco pudo jurar que le brillaron los ojos. ¡Por fin la veía!

La había extrañado tanto.

-Hey -llegó a saltar del susto al oír una voz muy sensual -para su gusto de hombre- en su oído- Eh, guarra -nuevamente le habló, pero Marco no quiso darse vuelta, sólo miró de reojo. Unos labios gruesos y rojos estaban muy cerca de él, levantó un poco la mirada encontrándose con una hermosa chica de pelo negro.

El simple susurro de aquella chica lo había puesto nervioso.

¿Ella era su otra compañera de cuarto?

Estaba buenísima....

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora